Rebelde con causa

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El tiempo es nuestro

El tiempo es nuestro

Enero 2011

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Cada nuevo año que comienza nos llena de perspectivas, de proyectos y de ilusiones. ¿Qué sería de los seres humanos sin poder aferrarse a la posibilidad de que lo que nos aflige, molesta o preocupa, cambie de improviso y nos lleve a la felicidad soñada?

Y elegimos la permuta del guarismo anual como momento mágico para empezar un nuevo estilo de vida o tomar la decisión que durante tanto tiempo hemos postergado. Luego el año pasa y nos encontramos de nuevo en el punto de partida, tal vez, para nuestra fortuna, hemos resuelto ya el problema o alcanzado nuestro deseo un día de mayo, una noche de junio o durante las vacaciones de agosto. Es decir, cuando tuvimos la suerte, el valor o la ocasión para resolver nuestras cuitas y lo que queda pendiente será nuestro nuevo propósito de fin de año.

Dice un antiguo proverbio árabe: “Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo”. La filosofía está llena de erudiciones que indican cómo seguir por los caminos de la vida, que nos enseñan que, muchas veces, querer no es poder, pero que somos capaces de cambiar nuestra proyección si así lo deseamos. Dedicar esfuerzos a objetivos de futuro está muy bien, pero disfrutando el momento que es lo único real que tenemos. Pintando día a día el presente, como si de un gigantesco mándala se tratara, nos daremos cuenta de que lo importante era el camino no el destino. Asumamos que somos capaces de influir en nuestro microcosmos, de disfrutarlo, y por ende de participar en la esencia del macrocosmos. No vean en ello ninguna cuestión mística o un recurso semántico, se trata, simplemente, de reclamar el bello ejercicio de vivir.

Ya sé que me dirán ustedes que eso se lo cuente a quién ha perdido la salud, el empleo o la esperanza. Pues precisamente, a todos ellos, van dirigidas mis palabras y mi escrito. Somos lo que proyectamos, he tratado de explicar un poco más arriba, y aunque decisiones externas influyan negativamente en nuestro devenir, la culpa, como decía Shakespeare,  no  está en las estrellas… y tampoco la solución a nuestros problemas.

Cuentan que Oda Nobunaga, un famoso señor feudal de los períodos Sengoku y  Azuchi-Momoyama, considerado como uno de los grandes unificadores de la historia de Japón, tuvo que luchar a la muerte de su padre  contra otros miembros de su familia por el control del clan.  Allá por el año de 1560 tenía que enfrentarse a un numeroso ejército de 40.000 samurái al mando de su pariente, que no amigo, Imagawa Yoshimoto. Él disponía de tan sólo 3.000 fieles, pero atemorizados soldados. Nobunaga sabía de las dudas de su tropa y al pasar cerca de santuario de Shinto entró a rezar. A su salida los soldados le rodearon expectantes. Oda Nobunaga, con mucha tranquilidad dijo: Arrojaré esta moneda al aire, si sale cara significa que la victoria caerá de nuestro lado y por tanto atacaremos; si por el contrario sale el sello del clan, significará que la batalla será para el enemigo y por tanto, nos retiraremos. La moneda dio varias vueltas en el aire antes de caer a los pies de Nobunaga mostrando cara. Un grito de júbilo escapó de las 3.000 gargantas.

Decidieron preparar un ataque por sorpresa al campamento enemigo. Seguros de su superior fuerza, los centinelas del ejército de Yoshimoto no estaban en sus puestos o dormitaban tranquilamente. El cielo se quebró y una fuerte tormenta ocultó al ejército de Nobunaga mientras se acercaban. Al amanecer, se disiparon las nubes y Nobunaga ordenó el ataque al desprevenido acantonamiento enemigo. La victoria fue total y Yoshimoto perdió la cabeza durante el combate. “Nadie puede cambiar la mano del destino”, le dijo su ayudante a Nobunaga al terminar la batalla. Él sonrió y mostró al entusiasta asistente una moneda con dos caras. Nada habían tenido que ver los rezos, la suerte o el destino; había sido la astucia, la naturaleza, la arrogante confianza del ejército enemigo y la seguridad de Nobunaga ante una situación desesperada. No le hizo trampas al destino ni se dejó vencer por lo que parecía evidente, creyó en sí mismo. Ese era su secreto.

El tiempo pasa, nos guste o no, y con él los sinsabores y también los momentos felices, por todo ello hay que aprender de los primeros y disfrutar de los segundos. Cada momento, cada minuto, esconde muchos días en su interior. Dejar de vivir por lamentarse o por imaginar que el futuro será mejor es un ejercicio baldío. Nada de esperar al próximo año, dadle un mazazo a la vida, no a vuestra existencia. Ante la duda lanzad una moneda para ver si dais el primer paso, pero aseguraros antes  de que  tenga dos caras.

“En un minuto hay muchos días”

William Shakespeare

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Detrás de la cortina (Wikileaks)

Detrás de la cortina (Wikileaks)

Diciembre 2010

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Sir John Tenniel fue un famoso ilustrador londinense que tiene en su haber, nada menos, que las ilustraciones de Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a través del espejo, ambas obras fruto de la imaginación de Lewis Carroll, seudónimo del matemático, escritor y fotógrafo británico Charles Lutwidge Dodgson.

En una de las ilustraciones de Tenniel para Alicia, aparece la niña descorriendo una cortina detrás de la cual está una pequeña puerta que le dará acceso al País de las Maravillas y así poder atrapar al apurado conejo blanco de reloj y chistera.

Toda imaginación infantil se despierta pensando lo que se esconde en un país lleno de sorpresas y dónde las cosas grandes pasan a ser pequeñas y las pequeñas enormes. Un lugar en que las meriendas de nocumpleaños son más reales que el devenir diario.

Pues bien, numerosas teorías apuntan a que el cuento de Carrollestá lleno de sátiras para sus amigos, a la educación inglesa y a la política de su época. supera la intención de ser un entretenimiento para preadolescentes y que Es decir, detrás de la cortina de Alicia, Caroll pretendía desvelar y criticar los entresijos de una sociedad y de un tiempo que le habían tocado vivir. El espejo rancio de esta cortina era la cubierta de su cámara, que ocultaba las verdaderas intenciones de sus numerosas fotografías a niñas, entre ellas las de la famosa Alicia Liddell quien le inspiró la historia. Pero eso es otro tema.

Estos días nos hemos visto, no sorprendidos sino confirmados, en lo que hay detrás de las cortinas. Wikileaks ha sacado una serie de informaciones en su web dónde parecen informes anónimos y numerosos documentos filtrados de carácter más que peligrosos, no por llevar carga explosiva, pero si detonante de efectos retardados. La web comenzó su actividad de confidencia pública en julio de 2007, pero ha sido ahora cuando su contenido ha destapado lo que hay detrás del País de las Maravillas. Más de un millón de documentos de fuentes anónimas desvelan dónde se esconde el conejo blanco, que opinan del sombrerero o que hay dentro de la cabeza del gato. Tal vez ya sabíamos que la reina de corazones estaba como las maracas de Machín; sin embargo, nos hace mucha gracia que ahora sea público y notorio. Qué los más pequeños se casen con las más altas y tengan complejo napoleónico, que a los cosacos rusos les guste el vodka y que a los presidentes italianos les encante la Tarantela – a ser posible con jovencitas descarriadas – , ya era patente, pero que nos lo cuenten con prodigalidad de datos los amos del mundo, es como descubrir lo que hay detrás del espejo de Alicia. Y no nos gusta nada.

Lamentablemente, todo esto no es un cuento, y las confirmadas mentiras de Irak y Afganistán se nos antojan despreciables. Los asesinatos de periodistas, uno tan cercano como el recordado José Couso y otras atrocidades, son el paradigma de todo lo que intuíamos, sospechábamos o lo que presuntamente, ya sabíamos

De verdad, poco importan las opiniones personales del ex embajador norteamericano en España, Eduardo Aguirre, y de sus colaboradores del servicio de inteligencia en la embajada. Los más de 250.000 cables enviados a su gobierno demuestran que eran más comidillas que verdaderos informes. Tonterías como la de Camps como “un buen candidato”, revelan la ineficacia de los agentes americanos o lo que es peor, la intención de tener un presidente manejable y presuntamente corruptible al frente del gobierno español. Pero hay otras cosas que verdaderamente nos preocupan.

Si es cierto que desde altas instancias se trató de “persuadir” a la justicia para que se olvidara el caso Couso o que habrían ofrecido aumentar la presencia militar en la base de Rota e instalar en la misma el nuevo mando del Pentágono para África, tenemos que decirle con todo cariño y con todo respeto a nuestro Gobierno que nos la han jugado. Una cosa es la diplomacia y las alianzas, necesarias ambas; otra, muy distinta, la sumisión. Imagino al embajador Aguirre disfrazado de conejo blanco, su aspecto físico le acompaña, recibiendo el té del sombrerero e invitando a Alicia (el pueblo) a tomar asiento y unirse a la fiesta.

Alguien me dirá que, nosotros, simples ciudadanos, no estamos al nivel para entender las complejidades de la política, sobre todo la exterior; que eso es cosa de sabios, de entendidos. Que hay gentes muy poderosas, que el dinero lo mueve todo, que estamos en el mundo occidental, que la política es el arte de lo posible. No obstante, nada es cierto: los agentes de la CIA fueron incapaces de prevenir el 11-S, el Pentágono fue impotente ante los desmanes de sus tropas en Irak; la banca, incompetente para prevenir sus propios riesgos; el Club Bilderberg no pinta nada; al Vaticano hace ya tiempo que no le salen los recuentos; el Opus está trasnochado; el G20 se declara inepto ante los retos de los Objetivos del Milenio; la ONU reconoce la esterilidad de sus resoluciones, léase Palestina o la República Saharaui y tantos y tantos ejemplos como podríamos apuntar. Naipes de la reina de corazones que se desvanecen con un soplo de viento, pero que, por otro lado, son los únicos que pueden cortar cabezas en el País de las Maravillas. Si no, que se lo cuenten al perseguido Assange. Algo harán para callarle los “poderes oscuros” y económicos, ya le han puesto cerco y su propia Alicia, para acusarle de violación y cada día, mágicamente, crecerán los cargos contra él.

Que los piratas informáticos tomen partido por Wikileaks no extraña a nadie, es la lucha de la infantería ciudadana versus los poderes ancestrales y las manipulaciones de los modernos Cónsules, Pretores y Legados del Imperio. Pueden decir y opinar lo que quieran, otra cosa es que dejemos que nos afecte. Si ellos tienen sus consideraciones, perjuicios y favoritismos, nosotros también tenemos nuestro juicio respecto a ellos.

No es cierta la teoría de la gran conspiración, no la crean. Para sostenerla harían falta gentes inteligentes, que creyeran en su propia capacidad para dirigir los destinos del Mundo. No amigos lectores, lo que sí hay son golpes de ciego, deslavazados e inconexos, pero letales. Gentes de la mala hierba, como diría Miguel Hernandez; los de los intereses creados; los santones; los embajadores prepotentes… y mucha mala leche. Tal vez sí, tal vez se prepara el profético cambio del 2012 y quizás entonces nos sacudamos la apatía y nos demos cuenta de que somos mayoría y de que, ellos, aunque tengan el dinero y el poder, nada son sin nosotros. A eso se le llama, despertar.

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SOBERBIA

SOBERBIA

Noviembre 2010

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Todos cuantos escribimos pecamos, sin querer reconocerlo, de soberbia. Pretendemos que nuestras argumentaciones, nuestras verdades y también nuestras mentiras, sean leídas, aceptadas y preferidas respecto a las de otros. En eso, tal vez sólo en eso, nos parecemos a los políticos.

Pero hay que aceptar en nuestro descargo, que nos mueve el deseo de dejar impronta y crear opinión, pero sobre todo, concienciar. Es la lícita pretensión de que nuestros lectores tomen conciencia de una situación e inducirles, apasionadamente, para que disciernan sobre la misma y resuelvan en libertad. Sin manipularlos. Por tanto, todo intento de transgredir una realidad en beneficio de nuestro envanecimiento y autocontemplación, es un acto de engreimiento que además insulta a la inteligencia de las gentes. Es, simple y llanamente, un acto de soberbia exagerada.

Si además, en este intento de altivez, preconizamos un delito o un apetito desordenado, un desprecio a los demás o una injusticia, en la seguridad de que nuestro estatus y nuestra ascendencia impedirán que se nos juzgue como merecemos, entonces somos, metafóricamente, el paradigma del pecado que llevó a Lucifer al reino de las tinieblas. Porque, en contra de lo que apuntan desde la capital del Reino, la literatura no es sólo literatura.

Las manifestaciones vertidas por Sánchez Dragó en su libro, “Dios los cría… y ellos hablan de sexo, drogas, España, corrupción…”, que tanto han dado que hablar y que escribir, son un ejemplo de lo expuesto. Escribir sobre el abuso –sí, el abuso, sea real o exagerado– de dos jovencitas de trece años en Japón, es un acto canalla y execrable. Pero es más mucho más grave cuando se airea como una gracia, como un gesto de complacencia a los excesos que los endiosados cometen en nombre de su pecado. La deducción del arrogante Dragó es que una de las japonesas lo trajinaba, mientras la otra iba al váter. Analicemos y traduzcamos: mientras una lo acarreaba –primer significado de trajinar -, la otra vomitaba. Pero lo peor de todo es que ahora lo desmiente y asegura que son ficciones literarias y se pregunta: ¿Cómo escribir sobre lo insignificante? ¿Cómo narrar lo que nunca sucedió? ¿Cómo pedir disculpas donde no existe la culpa? La respuesta es muy clara: Respetando la inteligencia del público.

En su blog, Sánchez Dragó dice al respecto de todo el asunto: ¡Qué barbaridad! ¡La que se ha armado! Efecto mariposa, tormentas en vaso de agua, mosquitos muertos a cañonazos. ¡Por Dios, él puede escribir lo que quiera!, son los estúpidos lectores que no entienden cuando dice verdad, cuando exagera o cuando miente.

Pero no ha sido sólo Sánchez Dragó el fatuo del mes. Un respetable académico también ha ejercido su desdén con contumaz envanecimiento y menosprecio hacia los demás. Pérez Reverte, buen escritor y crítico social, ataca de nuevo. Confieso haber leído un artículo suyo sobre los políticos en el que, en un exceso de diatriba, les expresaba todo su desprecio. Nada que decir al respecto, cada uno es libre y aunque es mucho abarcar meter a toda la clase política en el mismo saco, no dejaba de tener cierta gracia. El escrito aunque demagógico, denunciaba el alejamiento de los políticos respecto al Pueblo.

Sin embargo, cuando el ataque es con nombre y apellidos y el insulto es directo e injustificado, la cosa cambia. Puede Arturo meterse con la ex ministra Bibiana Aído por sus “miembras”, es opinión contra opinión, ideología versus léxico; puede mortificar a Herrera por confundir dictaduras, pero vejar a un ser humano llamándole mierda o burlarse de sus lágrimas, me parece injusto y simplemente penoso, si no fuese porque en todo eso se esconde un ejercicio insano de arrogancia. No es procedente escribir solamente con ánimo de ofender. ¿Por qué llorar es un síntoma de debilidad? Decía – dice todavía – el extinto y gran poeta argentino Oliverio Girondo en su poema 18: Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día! Y ¿por qué no?, añado. Sólo los soberbios se tragan sus lágrimas.

En fin, ese es el pecado, amigos Reverte y Dragó. Porque habláis ex cátedra sabiendo que vuestro bien ganado prestigio os permite ciertas licencias que, a otros, no consentiríais. No obstante, sabed que todo es relativo, que las aventuras del Capitán Alatriste, – o lances muy parecidos – ya los leí de mozalbete en una magnífica novela de Samuel Shellabarger, titulada: “Capitán de Castilla”, también llevada al cine a finales de los años 40, y que desde su poltrona de la televisión pública de Telemadrid – cargo político por antonomasia – , Sánchez Dragó mordisquea el lápiz y censura a quién le conviene, con las espaldas bien cubiertas. Nada es nuevo bajo el sol.

Es una verdadera lástima que todo lo que lleváis dentro ¡que es mucho!, no lo ofrezcáis generosamente – me refiero a la generosidad literaria – sin necesidad de que se vea acompañado de la búsqueda una aceptación sin condiciones y de la manipulación intencionada a vuestros propios lectores. Sobrevalorarse y colocarse por encima del bien y de mal, ya sea como censores o con la arrogancia de la inaceptable impunidad, me parece una tontería indigna de vosotros. Contra la prepotencia, humildad.

“Sit tibi copia sit sapientia formaque detur, inquinat omnia sola superbía, si comitetur” – Sean tu gozo la sabiduría y la belleza, pero guárdate de la soberbia, que puede empañarlo todo -. (Inscripción en un muro en Krak de los Caballeros –Siria -)

 

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Los cuatrocientos golpes

Los cuatrocientos golpes

Octubre 2010

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Los cuatrocientos golpes es el título de una mítica película de Truffaut de 1959 y en ella el director y actor francés nos relata cómo la sociedad convierte una adolescencia en madurez a base de golpes.

El entorno social, educativo, y religioso distorsionan en el niño protagonista la percepción  del mundo que le rodea. La frase francesa de Les Quatre Cents Coups, podría traducirse como: Las mil y una. Pero en este caso no se trata de la famosa colección de cuentos árabes, se trata de los porrazos  que nos va dando la vida y que moldean nuestro carácter, sobre todo los que recibimos cuando estamos formando nuestra personalidad.

Responsables de que la educación del menor sea lo más adecuada para ellos, son la sociedad, la familia, los enseñantes, los medios de comunicación, la justicia, las lecturas, los directores espirituales y cualquier persona adulta que pueda influenciarles. Cuanto mayor sea la cercanía y la dependencia del niño, mayor debe ser el compromiso  del adulto en el futuro del menor. Uno se indigna cuando alguno de estos pilares falla y condena a un inocente a una vida distorsionada, acomplejada, e incluso patética. Pero cuando el responsable de violar los derechos y las intimidades del menor es la persona que le está formando religiosamente y en el que confía, entonces el crimen es doblemente deleznable.

Los hechos a que me refiero son del todo conocidos, los pederastas de sotana, como ratas de sacristía, atacan de nuevo. ¡Claro que son una minoría! Faltaría más. Sin embargo son suficientes para que el pecado sea global. Estados Unidos, Gran Bretaña, Irlanda, Alemania, Bélgica, España; toda África dónde las novicias deben entregar sus favores a sacerdotes antes de desposarse con Dios, son páginas y páginas  de delirante información de lo que nunca tuvo que pasar. ¿Se imaginan a una niña belga ahorcándose porque al cura de turno se le puso entre ceja e ingle? ¿Han visto al cura de Valencia hablando del amor divino, con un niño cerca de sus presuntas –por ahora – zarpas? No y mil veces no. No hay excusas, ni errores, ni vergüenzas, ni perdones, tiene que haber entereza ante los miserables, que golpean y golpean a la inocencia hasta mil y una veces.

Pero no paran aquí los golpes, hay otros dirigidos a todo el entorno social en un  momento delicado en cuanto a los temas financieras. Dijo el Cristo: Dad al César lo que del César y a Dios lo que es de Dios. Sin embargo no contó con el Opus Dei y ahora el  Vaticano está bajo investigación por supuesto blanqueo de dinero y el presidente de su banco, Ettore Gotti Tedeschi, dice sentirse humillado por las investigaciones y mantiene que todo es un error. No aclara si es un error que pertenezca al Opus, si fue un error la beatificación y santificación de Escribá de Balaguér en un tiempo record y coincidiendo con supuestas inyecciones financieras del Opus al Vaticano o que tal vez lo sea la congelación por parte de la policía de   23 millones de euros de los fondos vaticanos. Si uno de los valores de todo buen miembro de la “Orden” es la humildad, no tiene porque sentirse humillado. Sus palabras fueron: “Fue una operación normal de tesorería e implicaba una transferencia desde cuentas del banco del Vaticano a otras cuentas del banco del Vaticano”. Cabe recordar que, en los años 80, el Instituto Vaticano estuvo implicado en la quiebra del Banco Ambrosiano, cuyo principal accionista era el propio Vaticano, todo acabó con el extraño “suicidio” del presidente Roberto Calvi que apareció colgado del puente “Blackfriars” de Londres el 18 de junio del 81.

Todo muy “normal”, tal y como cuenta en su  libro  Robert Hutchison, publicado en 1997, titulado Vénganos tu reino: Dentro del mundo secreto del Opus Dei o la reciente publicación del italiano Gianluigi Nuzzi, con el título Vaticano Spa (“Vaticano sociedad anónima“), quizás debamos releer sin perjuicios el libro de David Yallop, En el nombre del Dios: Una investigación en el asesinato del papa Juan Pablo I. En todos ellos se denuncian las cuentas millonarias de irreconocible procedencia, los vínculos mafiosos, las transferencias de dinero sin control, las fundaciones fantasmas que campan a su gusto, “dignas” herederas del tristemente célebre  monseñor  Paul Marcinkus, el  “banquero de Dios”. Mucho “César” y poco Cristo.

Y entre noticia y noticia, observo los rostros de la reina de Inglaterra y el Papa de Roma, ella con su pamela y él con sus casullas, ambos, cabezas de sus respectivas iglesias. Son dos ancianos – en el sentido honorable del adjetivo – que no se miran, tienen la mirada perdida en un horizonte extraño y lejano, demasiado extraño y lejano para ser los representantes – según ellos – de Dios en la tierra. Y lanzo el deseo de que ese Ser, o esa Fuerza, o esa Energía, les ilumine para que “reinventen” sus iglesias. Ya leen que no utilizo la palabra “reforma”, demasiado inglesa. Promuevo, osadamente, desde mi agnosticismo, la reconstrucción de una  Iglesia justa y santa, que proteja a los pobres; que haga pasar a los ricos por el agujero de una aguja, sin sus camellos; que permita el sacerdocio de las mujeres; que termine con el celibato de sus ministros; que acepte la homosexualidad, tan común entre sus paredes; que tire las casullas, los faldones con puntillas y los birretes morados por la ventana de la modernidad; que entregue a la justicia humana a todos los pederastas, porque esa es la que les duele ¡la divina está lejos!, piensan los canallas; que no venda sus canonizaciones; que no piense en el oro del César. Iglesia que no golpee.

Si a los cuatrocientos golpes que da la vida, pudiésemos restarles unos cuantos que sacuden las religiones y las obras místicas, las generaciones venideras podrían ser un poco más felices. Quizás entonces les perdonemos.

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Hasta el rabo, todo es toro

Hasta el rabo, todo es toro

Agosto 2010

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Hace unas semanas conocimos la decisión del Parlament de Catalunya respecto a la supresión de las corridas de toros. Como es de todos bien sabido, la medida la han tomado los parlamentarios catalanes secundando una iniciativa popular; esa es una de las obligaciones de los políticos, escuchar al pueblo.

La polémica ha saltado a la calle, puesto que en la Comunidad Catalana existen numerosos partidarios del arte de Chicuelo. Ahí es Troya. ¿Es arte, cultura, fiesta o simplemente tortura? Muchas fueron las opiniones, algunas expuestas en el propio Parlament por eminentes sicólogos y sesudos científicos y gentes del toreo que clarificaron a los interesados parlamentarios los más mínimos detalles para que tomaran la decisión más sabia. Sin embargo, alguien tiene que decirlo, la suerte estaba echada y el tema prejuzgado de antemano. Como dijo un profesor de la Sorbona, a los catalanes del norte –los de la Catalunya francesa – les gusta presumir de su amor a la tauromaquia por diferenciarse del resto de los franceses.

No voy a abundar en cada una de las interpretaciones que se han dado al tema. Por un  lado están los que mantiene que el sufrimiento del animal, dotado de un sistema nervioso central, padece cada envite y cada puyazo; o la imagen que da un país que todavía tortura públicamente a los animales; o  el morboso culto a la sangre, etc., etc. En contrapartida están los que sostienen que la fiesta tiene demasiadas connotaciones “españolistas” y eso ha representado su condena o que representa una actividad comercial y artística que crea puestos de trabajo y proporciona divisas – me refiero a las monetarias y a las ganaderas – ya que el toro de lidia es un animal que sobrevive por la propia fiesta.

No me voy a alinear ni con unos ni con otros porque cada uno tiene razones poderosas para mantener su tesis. Tampoco voy a preguntarme por el sufrimiento de los morlacos en las fiestas del toro embolado o correbous, ni hablar de los delfines matados sin piedad por los hijos del sol naciente, ni insistiré en las ballenas ni en las focas sacrificadas por objetivos comerciales, ni en perros ahorcados por dueños despiadados, sería demasiado fácil y redundante. Por supuesto, desisto de recomendarles Los Toros, excelente enciclopedia sobre la tauromaquia de José María de Cossío, que contó como colaborador en la obra al mismísimo Miguel Hernández. Tomaré, les ruego me disculpen, la actitud del observador imparcial, que no callado.

No obstante, sí voy a referirme al concepto de prohibir, puesto que en ello nos va algo que debe presidir, siempre, cualquier decisión parlamentaria: la libertad. La idea de privar al Pueblo de sus costumbres, de influirle desde el poder es aberrante y demasiado manida para no tenerle miedo. Me es igual que se trate de temas culturales, deportivos, artísticos o de divertimento, siempre que nadie invada nuestra libertad y con  ello prostituya la suya, debemos venerar el viejo adagio libertario: Prohibido prohibir. Frase al pie de este artículo y que, algunos, pintamos por aquellas fechas del 68 en la calle Pelai y en la pared de la Escuela de Altos Estudios Mercantiles.

La fiesta de los toros iba decayendo desde hacía años en Catalunya, estaba anunciada sino su desaparición, sí su marginación a simple espectáculo turístico y de minorías aficionadas. Pero esas minorías también tienen sus derechos. La fiesta taurina fenece realmente en Catalunya por el interés de algunos de desmarcarse de cualquier cosa que escape de un nacionalismo rancio, demagógico y chauvinista. Por tanto, entremos en el debate sobre las verdaderas intenciones de los protagonistas, y me refiero a los políticos que sustentaron las tesis prohibicionistas y no a los morlacos indultados.

Que en estos momentos de crisis, paro y dudas varias, los parlamentarios catalanes dediquen mucho de su tiempo a afeitar a los toros, mientras poco aportan a solucionar los verdaderos problemas sociales, sólo puede interpretarse como una  terrible falta de eficacia o un intento de distraer al personal hasta llegar a las próximas elecciones sin tocar los temas que más queman. ¿Quién tuvo la responsabilidad sobre la tragedia de Horta de San Juan? ¿Qué falta de elementos de seguridad tenía la atracción que segó la vida de una niña?¿Cuantos ex consellers se han lucrado indebidamente? ¿Qué intervención pública incumplió la correcta fiscalización de las cuentas del Palau?¿Por qué funciona tan mal el Departament d`Acció Social i Citadania? ¿Alguien piensa, seriamente, en el alterado sistema nervioso de los parados, los emigrantes y los sin techo? Y ahora se abre un nuevo debate sobre la posible regulación de los correbous, que promete aportar mucha “intensidad” parlamentaria y encarnizado debate. Obviamente, para conocer el rechazo social que generan estos festejos se ha contratado el estudio pertinente. Demasiado paseíllo para tan pocos maestros.

El partido, según las encuestas, con  más posibilidades de ganar los próximos comicios, la federación nacionalista CIU, tiene abiertos multitud de frentes más duros que la testuz de un toro bravo. Presuntamente, los gestores del Palau de la Música, Felix Millet y Montull desviaban fondos para financiar a CIU. Según la firma auditora Deloitte el fraude supera los 35 millones de euros, una buena cornada. La propia Agencia Tributaria informa que 5,9 millones del Palau acabaron en los pesebres – en su sentido sustancioso – de la Fundación Trias Fargas – hoy CatDem, apocope de Catalunya y democracia -. En su día también se investigó la financiación por parte de M&M de la escisión de Colom de ERC, la operación restaba votos al partido supuestamente republicano favoreciendo a la coalición nacionalista.

Eso es lo que realmente esconden los chiqueros y las pocilgas de la política. Mientras tanto el dirigente convergente Artur Mas reclama nuevas fórmulas de financiación; mas todo no estriba en el dinero. ¿No sería mejor una buena y honesta administración? Tal vez se tendrían que devolver algunos políticos de nuevo a los corrales y perdón por la metáfora tan poco elegante.

Imagino que de aquí a las próximas elecciones se habrá destapado todo el tinglado del Palau, hay demasiado olor a cuerno quemado, y como en la suerte de “la Verónica”, un trapo carmesí descubra la verdadera faz de los – por ahora presuntos – corruptos, sería necesario para Catalunya y para la Democracia. Eso sí sería un buena corrida y ante eso que se quiten el fútbol… y los toros. Y que nadie piense que va a ganar mirando al tendido y tampoco que nos tienen distraídos y convencidos; hasta el rabo, todo es toro.

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Campeones, Pulpos y Gestos Gloriosos

Campeones, Pulpos y Gestos Gloriosos

Julio 2010

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Se acabó el mundial y sorprendió a todo el mundo. Por vez primera España se proclamó campeona y aunque todos ustedes ya lo saben, conviene repetirlo.

Tanta era la expectación, tanta la publicidad y tan grande el deseo, que todo el País estalló con el gol de Iniesta. Y todos fuimos sorprendidos. Los primeros, los mandamases de la Federación Española de Fútbol que habían prometido una prima nada austera -600.000 € -, por barba y bigote, porque nunca imaginaron tener que pagarla.

El primer aviso con los suizos tuvo dos lecciones que a la postre fueron decisivas, no hay enemigo pequeño, ni objetivo inalcanzable. Los helvéticos jugaron como sus bancos, cerrando a cal y canto con once cerrojos su caja fuerte e intentando agazapadamente quedarse con el botín. Lo consiguieron, como las cuentas que quedan “perdidas” en sus haberes. A partir de ese momento todos nos conjuramos con la roja y seguimos sus pasos en su escalada a la final. He dicho todos, tal vez haya exagerado, pero estoy convencido que una gran mayoría. Primero fueron los incondicionales, luego los escépticos, más tarde los indiferentes, posteriormente los taxistas – el oficio más crítico donde los haya – y finalmente, las amas de casa al ver a la reina con atuendos toreros y a Puyol saliendo de la ducha. Quedaba tan sólo un pequeño remanente de irreductibles, de ambos sexos, compuesto por quienes el fútbol les trae sin cuidado o por los que viven la política de una forma equivocada. Y entonces apareció Paul…el pulpo.

El pulpo Paul iba adivinando con certeza de oráculo quienes pasaban a las rondas siguientes. Cuando tuvo que decidir entre la urna de Alemania –su patria adoptiva- y la de España, Paul eligió la almeja española; aquello fue la acabose. Un ser inocente, al que apenas quedan seis meses de vida, había lanzado la que podía ser su penúltima advertencia adivinatoria: España es la mejor, confirmó con sus nueve cerebros el octópodo. La emoción no invadió, ¡Podía ser posible! A partir de entonces, la roja se convirtió en favorita – me refiero a la selección, no a nuestra reina, con todo respeto – . Mientras tanto iban cayendo todos los distinguidos, primero aquel Portugal de mis amores, de insigne escupidor que estuvo más tiempo en el suelo que en el área contraria. Luego, los ecos de las derrotas de Brasil y de Argentina, anunciada por los tentáculos de nuestro cefalópodo.

Tuvimos que recurrir a la épica en un par de ocasiones. Sin embargo, el partido con los teutones fue un claro aviso de nuestro potencial. Nadie nos puede jugar al tiqui, taca, porque a eso somos los reyes. Creció la esperanza con el cabezazo de Puyol y con el pitido final la certeza en el éxito; alguien, en la suite del hotel, empezó a hacer cálculos; las banderas se elevaron a los vientos y el príncipe y su consorte anunciaron que estarían en la final, todos temblamos…de emoción.

El oráculo de los ocho tentáculos lanzó su profecía: Alemania será tercera. Luego, volvieron a tentarle con la urna Orange y la de España. En un minuto nuestro amigo se decidió por la almeja nacional, la suerte estaba echada. Las calles y plazas se llenaron de seguidores de la roja dispuestos a disfrutar con la primera final de un mundial; el resto, seguía desde sus televisores el espectáculo previo al inicio del combate. África, la mancillada, sedienta y enferma África, mostraba al escaparate del mundo que el sur también existe, aunque sea en Sudáfrica. Y apareció el hombre, el africano a quienes todos nos gustaría conocer en persona. Mandela, el incombustible luchador, el abuelo de las libertades y de las tristezas, el tolerante, el indulgente… y vimos a un ser humano cargado de razones. El estadio quedó envuelto en la neblina de lo fútil, porque lo importante era lo que representaba aquel anciano sentado y saludando. Yo soy África, parecía decir.

Se inició el acto final de Sudáfrica 2010 y pensamos que, al margen de las hazañas deportivas, no viviríamos una emoción como la contada. Surgieron los golpes, las patadas, la impotencia, los tentáculos de otro pulpo llamado Casillas, y la prórroga. Entonces apareció Andrés, de un zurdazo hundió a la escuadra holandesa y con un gesto de humanidad brindó la victoria al amigo perdido. Fue la mejor jugada de su vida y el gesto más glorioso de aquel mundial. España se proclamó campeona, el cefalópodo tenía razón.

Terminado el evento, andan los parados haciendo cuentas con las exageradas primas; los optimistas hablan de aportaciones a fundaciones y no sé que más, que quedaran en la nada; el pulpo Paul no se tomará unas vacaciones en España, ni tampoco irá a un zoo madrileño; los taxistas vuelven a creer en la roja y los políticos seguirán mareando la perdiz, según les convenga, levantando banderas y eslóganes por encima del sentido común. Yo me quedo con dos gestos, el de Mandela que representa el resurgir de África y el de Iniesta que ayuda a comprender la palabra amistad. Dos gestos, gloriosos, por humanos.

 

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Ese lugar llamado utopía

Ese lugar llamado utopía

Junio 2010

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Dicen que la utopía ha muerto. Tantas veces me lo repiten que a fuerza de remacharlo, sólo me dan pruebas de su innegable vitalidad. ¿Para qué perder el tiempo en convencerme, sino fuesen ellos los más crédulos? Desde que Tomás Moro inmortalizara la Nueva Isla de Utopía y su ideal República, allá por el año 1516, hay muchos que se empeñan en anunciar su fin, erre que erre, a los cuatro vientos. Sin éxito.

Me cuesta mucho escribir sobre la crisis, se ha escrito tanto y tan bien –también erróneamente – sobre el tema, que pongo en duda que pueda aportar algo nuevo al debate. Desde prestigiosos economistas, a quienes pilló dormidos o despistados el tremendo aprieto social en que estamos metidos, a los políticos, pasando por los nuevos gurús de la catástrofe, algunos de ellos numerarios de ciertas familias religiosas cuyas aportaciones al erario familiar no cotizan en el público, todos, han desgranado la culpas de los otros, obviando reconocer las suyas. Sólo en algo coinciden: La utopía ha muerto.

Corre por Internet un interesante video de una intervención de Cohn Bendit en el Consejo del Parlamento Europeo sobre el rescate de Grecia. En su discurso exige que no pidamos imposibles al gobierno Griego y la creación de un Fondo Europeo. Dice, muy claro, que deben ser las Instituciones Europeas quienes pongan freno al delirio de los financieros. No dejen de verlo (link). Pero sobre todo fíjense en las caras y las actitudes de los que le rodean, al margen de tibios aplausos, una mayoría escucha el discurso como quién oye llover, incluso con gestos de fastidio. Hablaba un utópico. Alguien que pide que se dejen de vender armas – fragatas francesas – a Grecia para supuestamente proteger a Chipre de una posible invasión turca. Alguien que insiste en que los seres humanos están por encima del dinero. Un estúpido que sigue creyendo en la utopía de la libertad, la igualdad y la justicia.

Los políticos de chicha y nabo presentes, incapaces de parar el drama; ineptos para mantener un estado de bienestar europeo; cobardes para decirle a don dinero que esto se ha terminado; incompetentes en mantener el empleo; condescendientes con los de siempre, se ríen. La pregunta que nos asalta es la siguiente: ¿De Cohn Bendit, de todos nosotros…de ellos mismos?

Muchos de esos tipos fueron correligionarios del alemán en mayo del 68, menos de los que lo pregonaban en los 70 o en los 80, pero más de los que hoy están dispuestos a admitirlo. Luego están los que llegaron más tarde, las jóvenes promesas revolucionarias y liberales que nunca leyeron a Tomás Moro, a Robert Owen, Étienne Cabet, Saint-Simon o Fourier, ni tampoco a Marx, Engels o Trosky, aunque nos lo juren sobre cualquiera de las Constituciones de los países que representan. Tampoco haberlos leído es una inerrable razón, pero ayuda a comprender la evolución social de Europa y con ella la del mundo.

No les crean, no es verdad que no haya dinero; nadie come divisas, aunque a muchos les gustaría para que los necesitados tuviesen, en su escasez, más hambre de la que padecen. El dinero sigue existiendo, lo que ha mermado son los beneficios y las plusvalías. Que ya no lo tenga el banco donde depositamos nuestros ahorros en sus activos, no quiere decir que se haya volatilizado; sólo es la prueba de que fue demencialmente y equivocadamente invertido. Seguro que está en el bolsillo de alguien. Y nadie es culpable.

Tampoco piensen que son los elegidos por el pueblo los que gobiernan los países desarrollados, ahora en crisis. No. Los lobbies políticos y financieros son quienes mueven las fichas del tablero y no precisamente en una isla llamada Libertad. Se menean en plantas de rascacielos de Nueva York, en hoteles de cinco estrellas como el Bilderberg, en sedes bancarias y de órdenes religiosas, allí se deciden candidatos, programas y gobiernos.

Ningún país ha quemado sus reservas monetarias, ningún millonario –que yo sepa – ha repartido su fortuna entre los parados. Tal vez, alguno de ellos, ya fallecido, la ha donado a la Casa Real. La pasta sigue ahí, sólo que financieros y poderosos la han puesto a buen recaudo. ¡Faltaría más! No creen en la utopía, pero confían en los valores y patrones que ellos mismos no saben mantener. O tal vez más de lo que nos imaginamos y nos conducen al redil vía Teoría del Caos.

En su interesada credulidad hacia sus intereses, siguen creyendo en los dioses, mientras veneran al patrón oro; sin embargo se olvidaron de algo muy importante: el ser humano. Dejaron la Utopía enterrada en la granja de George Orwell y ahora no sabemos distinguir, por mucho que miremos por la ventana, quienes juegan la partida.

 

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El río de la vida

El río de la vida

Mayo 2010

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\»Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar que es el morir; Allí van los señoríos derechos a se acabar e consumir.\»
Jorge Manrique

Si no fuese porque en algún recodo del camino – o del río – nos espera la risa sana, el momento actual se nos haría a muchos, insoportable.

Los pobres atenazados en la trampa de su propia condición, se desesperan por continuar sine díe tratando de encontrar algo que les ayude a tirar p’ alante; los parados suspirando perpetuamente por un trabajo, que no sea de peón en las tierras de las uvas de la ira; los enfermos sin indulto, por tener que continuar eternamente con sus enfermedades; incluso los pobres de espíritu por condenarse a un aburrimiento perpetuo.

Sin embargo, todo el mundo vive con la feliz idea de prolongar el máximo de tiempo su paso por este mundo esperando que el viaje sea largo…y lleno de aventuras como cantó el poeta. Pero en el fondo aceptando que el río se desliza implacable hacia su desembocadura.

Por tanto, y de ahí mi asombro, la actitud de los poderosos en acumular riquezas que nunca van a consumir y que son incapaces de darles un destino solidario o por lo menos participativo. Cada vez que alguien destruye, agota o guarda en demasía, roba a la madre naturaleza, al paisaje y a sus paisanos – en el sentido universal del paisanaje – algo que nunca va a necesitar.

No, no les hablo de esas ancianas que esconden cientos de miles de euros y que viven en la casi indigencia, tampoco del burgués o del empresario que tratan de poseer cosas y almas de las que nunca podrán disfrutar, ni tan siquiera me refiero a los actores y actrices, deportistas de élite, políticos corruptos y nacionalistas de referéndums no vinculantes. Todos esos, tratan, aunque no lo digan, de cubrir sus espaldas por si viene tiempos peores o simplemente, para demostrar con sus excesos que han alcanzado un plano superior en la sociedad que les ha tocado vivir. Si habitasen en pretéritas tribus africanas irían cargados de abalorios, adornos de marfil en las narices y brazaletes de oro para demostrar su lugar en la escala social y política.

Yo me refiero a los poseedores de grandes riquezas, ya sean económicas, territoriales o de poder. Porque hoy, tal vez siempre, el poder es riqueza. Son esos y esas – no sólo personas, también sociedades y financieras – que saben que sus dividendos son tales que en lo que ocupa una vida humana jamás podrán llegar a gastarlos. Y no me quejo de que – cual tío Gilito – pasen las noches contando sus monedas o viendo por Google Earth sus posesiones, mi clamor es porque cuando el mundo –ese mundo que ¡ellos! han inventado – se tambalea, corran a esconder beneficios y dividendos para no devolver parte de sus extorsiones a los oprimidos y parte de sus horizontes a la naturaleza.

Por favor, les ruego que se abstraigan un momento y “vuelen” desde sus butacas de lectura a un punto indefinido del Universo desde donde puedan contemplar a sus congéneres deambular por este planeta azul. Miren a ese Consejo de Administración preparando un despido colectivo; observen a esa multinacional maderera practicando la última tala, mientras la gran constructora se dispone a levantar chalets en el lugar del crimen;  presten atención al banquero que se frota las manos a la espera de las hipotecas que caerán – perdonen por la utilización de este verbo – en sus manos. Recorran las inmensas posesiones de la duquesa, casi todas en barbecho; visiten el patrimonio de la iglesia y el de los príncipes – lo pongo en minúsculas porque se trata, metafóricamente, de iglesias y príncipes en general – todo ello mantenido y soportado por el erario público. No me quejo de nada. Son así, lo han sido siempre y siempre lo serán…si no lo evitamos. Me quejo de los cómplices.

Volvamos a nuestro privilegiado punto en el imaginario espacio. Sonriamos. Los peores banqueros son los que hoy en día impulsan las reformas financieras; el empresario más incapaz es el representante del gremio; el político más elegante es el menos honrado…el cura más piadoso resulta ser un pederasta y las Instituciones llevan en su propia esencia, según “doctas” opiniones, el germen de la corrupción. Los hijos de los exiliados de antaño ponen a parir a los emigrantes de ahora, convirtiendo los ríos de la vida en pantanos infectos con la célula de la intolerancia.

¿Qué hemos hecho? ¿A quienes estamos facilitando discurrir sinuoso camino de la mar común sin ponerles tajaderas que les conduzcan directamente a las alcantarillas? Sigamos mirando, veamos las ligeras líneas azules – o grises – de los ríos planetarios; las calvas indecentes de los amazonas perdidos; las explotaciones al aire libre; los niños mancillados. No, no desciendan todavía, no corran a presentar una denuncia al juzgado más próximo, no sería admitida a trámite. “Está Ud. loco, le preguntarían, cómo se le ocurre denunciar a don fulanito o la condesa de Tal o al propietario de las Líneas Aéreas que le dejaron en la estacada…como pretende que termine su piso la constructora, ¡si ya hicieron su agosto! Ni se le ocurra ponerle un pleito al banco por cobrarle intereses abusivos, ningún juzgado admitiría esa querella. ¿Cómo se atreve a poner en duda la eficacia del Departamento de bienestar social?” Además de considerarlas “sospechosas” sus demandas podrán dormir el largo sueño de la incompetencia durante años.  Pero si lo que usted pretende es que algunas cosas del pasado  que nos hicieron sonrojar de vergüenza y de sangre queden sin castigo, si quiere acusar a sus convecinos llegados de allende las miserias, entonces adelante… están en su casa.

Pero no se preocupen, ya pueden bajar de su observatorio planetario, las vidas son los ríos que van a dar a la mar y todos siguen su curso. No se acabarán su fortuna, no conseguirán ver la nueva expulsión de los moriscos, no alcanzarán esa independencia, para poder explotar su “cortijo” a gusto; ni tan siquiera perderán su escaño. Un mal día sentirán la presencia cercana del mar y en él se diluirán, sin oropeles, sin divisas…sin vergüenza. Como todos.

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Nacido libre

Nacido libre

Abril 2010

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\»La libertad es, en la filosofía, la razón; en el arte, la inspiración; en la política, el derecho\».
Víctor Hugo

Una película de James Hill de mediados de los sesenta, nos cuenta las aventuras de una pequeña leona de nombre Elsa. La historia se desarrolla en un parque de Kenia y estuvo acompañada de una formidable banda sonora de John Barry, titulada “Born Free”, es decir: Nacida libre, que ganó el Oscar del 66 a la mejor banda sonora y a la mejor canción.

El film glorifica el derecho de Elsa a pasearse por las selvas de Kenia o por el hogar de los Adamson como leona por su casa y no acabar como muchos de sus congéneres en cualquier zoológico europeo. Es un canto a la libertad.

Sin embargo, la pequeña leona no es libre, puesto que precisará de las fronteras protectoras del parque keniata. De no ser así su libertad sería sin duda breve. La leona no lo sabrá nunca pero su libre albedrío está supeditado a los protectores contornos del hombre y sus condiciones.

Este largo preámbulo me sirve para especular sobre las condiciones de las libertades individuales, las nuestras y las de los demás que comparten nuestro entorno (nuestro parque natural).

La sacrosanta palabra libertad resume en si misma los máximos anhelos del  hombre. Nacemos libres. No todos, desgraciadamente hay todavía en este mundo del que tanto presumimos, más de 27 millones de seres humanos viviendo en  esclavitud. Si a esos desgraciados sumamos la explotación sexual a mujeres y niños, los salarios de miseria, los sometidos a condiciones infrahumanas, etc., etc., la cifra, según la ONU se eleva a los 250 millones. Ya tuvimos ocasión de contarlo en Otro Mundo es Posible en un informe sobre la Esclavitud en el siglo XXI, en agosto de 2007 y que, desastrosamente, no está todavía desfasado.

Pero hoy quiero hablarles de otro aspecto de esa libertad, el que ejercemos cada día y en cada uno de nuestros actos los que hemos tenido la suerte de nacer libres.

La libertad nos da el derecho de hacer lo que consideramos mejor, siempre que no perjudique a los demás. Tenemos la obligación de ser tan respetuosos con la libertad ajena, como nos gustaría que fuesen con la nuestra y eso no es un axioma es una ley objetiva. Por tanto deberemos acogernos a la razón para no confundir derechos con exigencias  u opiniones con tolerancia. Decía Kant que la libertad no precede al deber, sino que es una consecuencia de él. Por tanto antes de exhibir nuestro indiscutible ejercicio de libertad, debemos valorar si alguien puede ser perjudicado en su propia libertad.

La tan querida liberación puede ser violada de las formas más diversas: aprovechando la inocencia, confundiéndonos o explotándonos de las más diversas y sutiles  formas. Desde la religión a la política, pasando por la alienación consumista, nos hacen pensar en que tomamos las decisiones que más nos placen, cuando estamos constantemente dirigidos e influenciados. Tal vez ustedes me digan que precisamente en ello radica nuestra libertad, en dejarnos comer el coco por quién nos apetezca. Sin embargo, ahí está el quid de la cuestión, en que utilicemos la razón frente a la intención de los manipuladores, como diría Sabina: \»Que no nos duerman con cuentos de hadas\». 

Estamos en un parque global, encerrados dentro de una enorme burbuja que controlan unos pocos –siempre los mismos -. Aparentemente podemos comernos alguna que otra gacela, corretear por la sabana y aparearnos con el león o la leona que más nos apetezca…siempre y cuando no rompamos las reglas del juego. Cada día, en cada página de periódico, en cada telediario, en cada comentario puede esconderse un intento de coartar nuestras libertades. Tengo a la disposición de mis lectores cientos de ejemplos, pero presumo que muchos de ustedes ya lo habrán notado, si no es así, permítanme darles algunas pistas. La justicia, los políticos, los financieros, las obras místicas, etc., etc.

Y no quiero con ello faltar el respeto a nadie en particular porque sería atentar contra su parcela. Pero para que respeten la mía me gustaría una justicia menos confusa y protagonista, que me asegurara ser tratado ecuánimemente; exijo unos políticos honestos y al servicio de la sociedad, que resuelvan conflictos y que no creen otros para tapar sus propias deficiencias;  reclamo trasparencia absoluta en los mecanismos financieros, sobre todo porque las consecuencias negativas de su propia incompetencia las soporta finalmente el ciudadano; reclamo que las obras piadosas se mantengan alejadas de las tomas de decisiones públicas, A Dios lo que es de Dios y al César… Otro día me extenderé en este apartado y en el de la justicia.

No quiero acabar en un zoológico para humanos, pero tampoco me conformo con vivir dentro de los confines que nos marcan los poderes establecidos. Mi lucha sí es de este mundo y mis armas la razón, el respeto y la tolerancia. Nací libre y escribo en libertad. Sentado en esa tenue línea que separa mi espacio del suyo, emborronando cuartillas por si usted las quiere leer, si además está de acuerdo conmigo ya somos dos, así es como se forman las mayorías…en libertad.

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El síndrome de Penélope

El síndrome de Penélope

Marzo 2010

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El síndrome de la bella reina de Ítaca puede tener varias lecturas, pero un solo razonamiento, es el de tejer y destejer un manto para un héroe – una solución – que tarda en llegar y que, a ciencia cierta no sabemos si llegará.

En la economía de los pueblos sucede algo parecido, la búsqueda de soluciones – el teje que teje – para luego, al demostrarse poco eficaces, tener que volver al raso original. No lo digo sólo por la peregrina idea de ampliar el plazo obligatorio de jubilación, que se demostrará en breve como un brindis al sol o por la “amenaza” de las grupos opositores de: “yo tengo la solución, pero me la callo, hasta que seamos nosotros los tejedores”; lo digo por la falta de eficacia de unos y de otros en el día a día.

Igual que el despiste económico de todos los países industrializados, motivado en gran parte por la voracidad de sus financieros, es destacable el desoriente sobre cualquier cuestión importante y aralelamente sorprende la capacidad política de crear problemas donde no los haya. Es tejer prendas que nadie ha pedido y dejar sin terminar las que la gente demanda.

Nadie hubiese dicho que Obama tendría tantos y tantos problemas para poner en práctica el sueño de una asistencia médica seudogratuita. Tampoco era previsible la crisis financiera o los interminables callejones sin salida de Palestina, Afganistán o Irak. Todo son puntos de cruz –que me perdonen los no cristianos- deshilvanados y estériles. Ante esta falta de efectividad las soluciones pasan por abrir otros problemas donde no los había: ¿Qué hacemos con los emigrantes?, preguntan los biznietos de los indianos que hicieron las Américas, y los hijos de los exiliados republicanos, desde sus escaños parlamentarios. La respuesta es simple: acogerles de la misma manera en que los vuestros fueron acogidos.

La afirmación menos veraz de estos días en los países supuestamente “desarrollados” es la de que los emigrantes nos quitan el trabajo. ¿De qué empleo hablamos? ¿Del que no quiere hacer nadie o de aquel que realizaron nuestros compatriotas en los 60 y 70 en Alemania, Francia o Suiza? Tal vez se refieran, al hacer la falaz afirmación, al tipo de contrataciones ilegales que hacen boyantes empresarios europeos. Puede ser que nos refiramos al empleo de publicista del padre de Sarkozy, Pál Sarkozy de Nagybocsa, después de ser declarado inútil en la Legión Extranjera para la Guerra de Indochina, claro que la madre del actual Presidente francés, era francesa, eso sí sefardita. Como decía el nobel francés Albert Camus, nacido en Argelia, todos somos extranjeros en nuestro propio entorno.

Soluciones, soluciones y soluciones, es decir, mantos acabados es lo que piden los pueblos y no el teje, teje. Y que no nos digan que es muy difícil encontrar remedios y remiendos a las crisis, para eso están los que se auto patrocinan.

Los partidos políticos, amigos lectores, desde cada una de sus filosofías, deben adelantarse en veinte años al devenir social, deben preparar los hilos para tejer el manto de las soluciones. El objetivo de una formación política está, no nos engañemos, en la conquista del poder y una vez logrado, llevar sus ideologías a la práctica. Para ello hay que proyectar, teniendo en cuenta una situación existente, avances y logros que superen los conflictos históricos, evidentes y de futuro. ¿Qué eso es muy complicado? Pues claro, ¿qué se creían ustedes?, ¿qué los sueldos y las pensiones son por el simple hecho de tener un carné? No amigos, no, la falta de previsión y la inventiva para crear problemas nuevos que enmascaren los prioritarios, no exculpa a las formaciones con doctrinas fijadas históricamente; eso debe ser cosa de los nacionalistas, carentes de bases ideológicas y cosmológicas, arropados tras de una bandera escondiendo sus intenciones privadas y chovinistas.

Hay que sembrar solidaridad, imaginación y valentía, para que crezcan los frutos deseados y no se pudran por demasiado sol o demasiada lluvia. Recordemos que la cama de la heroína homérica está esculpida en el tronco de un árbol que sigue vivo y enraizado en la tierra y que es el símbolo del carácter cíclico de las cosas pero también de la vida en perpetua evolución. Revolucionemos, pues.

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Fronteras Impuestas

Fronteras Impuestas

Enero 2010

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No me gustan las fronteras. Si contemplamos el planeta tierra desde el espacio no veremos esas líneas inventadas para separarnos. Si acaso, percibiremos la delgada línea de la Gran Muralla de China o las sinuosas formas de las cordilleras y los ríos, son accidentes naturales –así debemos considerar a la Gran Muralla, aunque fuese obra del Hombre -. Pero desde la inmensidad espacial no se adivinan más fronteras.

La Historia, las gentes, las religiones, la economía y sobre todo el odio, han levantado esas líneas de colores que aparecen en mapas y guías turísticas. Sin embargo no son verdad, tan solo son brindis al sol y presunciones e intereses de unos cuantos, demasiado aficionados a levantar muros…y a cavar trincheras.

Desde hace un tiempo, me gusta recibir al año nuevo en otros lugares lejanos al de mi residencia. Se trata de un ejercicio de conocimiento y un interés de comprensión. Viajar conduce a descubrir, compartir y creer. El viajero se abre a nuevas experiencias, algunas de ellas ancestrales. Hablar es entender y comprender es escuchar. Al fin, nos damos cuenta de que nuestros interlocutores somos nosotros mismos, de otras latitudes, con otra educación, con creencias distintas y anhelos comunes. Sentarse pacientemente a tomar el té con un musulmán para que nos cuente las razones de su fe, nos hace más indulgentes; escuchar las sabias palabras de un judío sobre el Talmud, nos interesa; razonar sobre la visión cósmica budista nos conmueve y todos, refrendan nuestro agnosticismo y lo enriquecen. Siempre dentro de la mutua tolerancia. Oír, dialogar y razonar. Pensamos, luego existimos.

No pretendo convencer a nadie de casi nada, pero sí estoy dispuesto a contestar – con mis razones – a todo el que me pregunte. A lo que no estoy dispuesto es a levantar muros y a extender vallas de alambres de espinos.

Como les contaba, ver amanecer el nuevo año en latitudes distintas, produce un sentimiento de ubicuidad. Aunque el firmamento sea el mismo, se aprecia de forma disímil según los lugares y ninguno está exento de belleza. A uno le gustaría poder abarcar todos los espacios y ver todos los cielos.

El cambio del crítico 2009 al incierto 2010, lo disfruté en Ammán la capital de Jordania y aprovechando la estancia en las tierras del Jordán recorrí el desierto de Wadi Rum, de anchos valles de arena roja y montañas que lentamente van erosionándose. Parece que en cualquier momento surgirá la figura de Lawrence de Arabia, recortándose en un cielo de azules increíblemente intensos.
“Enorme, resonante y divino”, describió a Wadi Rum, Lawrence. Tampoco pudo faltar la visita a la nabatea y monumental Petra o a las ruinas de la seleúcida Jerash. Historia, caminos, luchas y misterios. Sus etéreas fronteras han cambiado mil veces de colores y la naturaleza ríe las pretensiones humanas de posesión.

Sin embargo, la visita al Mar Muerto nos devolvió a la realidad de los límites fijados por los hombres. La orilla blanca, la orilla negra. No hay peces en un mar excepcionalmente salino, pero tampoco navegación alguna, Los acuerdos entre el gobierno hebreo y jordano impiden que cualquier embarcación cruce aquel mar que sólo sirve de frontera impuesta. Sin embargo, lo más agobiante no es el confín de agua salada que hace flotar los cuerpos sobre su densa superficie, lo angustioso es el denodado interés de algunos por separar, apartar y aislar.

Recorrer la distancia entre Ammán y Jerusalén por el paso fronterizo del rey Hussein, significaría un viaje de apenas 60 kilómetros, pero al viajero que se incorpora por Jordania le está vedado el paso – distinto si hubiésemos entrado por Israel – y hay que subir hasta cerca del Líbano, para luego desandar lo andado por territorio hebreo. Los 40 minutos se convierten fácilmente en cerca de tres horas. Todo, por una linde impuesta y en una sola dirección. El mismo paso fronterizo por el que la semana pasada iniciaron el viaje eterno unos diplomáticos israelitas.

Ya dentro del territorio israelí, todo son muros y fronteras. Belén y Jericó, están rodeadas por una muralla de seis metros, justo el doble que el ghetto de Varsovia de infausto recuerdo. Las vergonzosas tapias serpentean de la forma más conveniente para los asentamientos judíos, saltándose a la torera la llamada Línea Verde. Cemento, cemento y alambres de espinos; fronteras.

No, no me gustan las fronteras separadoras ni separatistas y tampoco aquellos que tratan de inventarlas. Casi siempre esconden inconfesables intereses. Si no tienen soluciones políticas o económicas a un conflicto o a una crisis se inventan una frontera física o social y a marear la perdiz. ¿Y cómo lo justifican? Buscando cómplices en el muro de sus lamentaciones o en referéndums no vinculantes.

No levantes muros, sin saber quién queda a cada lado. No desciendas al abismo, sin conocer su sima más profunda. No le llames sentimiento, si no vas a compartirlo. (J.M.B. )

El género humano merece más oportunidades y menos límites y alejamientos. En todo caso los muros habría que alzarlos frente a las gentes de mala hierba, como decía el
“centenario” Miguel Hernandez, para que no contaminen y no nos pongan más yugos. Yo quiero independencia, sí, emancipación de los Millet, los Prenafeta, y los Alavedra; de Camps y del bigotes, soberanía para los habitantes de Vic, frente a la xenofobia de sus ediles. Levantar una muralla, como cantaba Ana Belén, juntando todas las manos para que queden dentro sólo los carceleros.

Quiero pasear por los pueblos y ciudades del planeta sin necesidad de visado, haciendo amigos, visitando nuevas playas y sin encontrarme con indeseables, hayan nacido donde hayan nacido y recen a quien recen.

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Y los sueños ¿sueños son?

Y los sueños ¿sueños son?

Febrero 2009

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Mas luché en mi ensoñación para soñar que soñaba que no te había soñado.

Alguien me contó, tal vez lo leí o tal vez lo soñé, que los sueños son vivencias acaecidas en otro Universo, sólo dimensionalmente distante del nuestro. Lo cierto es que la liviana línea entre lo real y lo onírico es tan tenue, como la fragancia de la flor que nos dan a oler por un instante y que sin embargo, puede perdurar en nuestro recuerdo indefinidamente; así se comportan los sueños.

Me gusta presentir aquel momento, cantado por los poetas, en el que Hypnos (el Sueño) y Nyx (la Noche) concibieron al “hacedor de los sueños”, es decir a Morfeo. Desde entonces, todos los humanos paseamos nuestro subconsciente por los paisajes de la inspiración, la creación, el deseo e incluso el miedo o la precaución a través de la ensoñación espontánea. ¿Son avisos? ¿Especulaciones del alma? ¿Proyectos vitales en proceso? ¿Aspiraciones o frustraciones de la psiquis? ¿O tal vez se trate de vidas paralelas? Lo que sí es seguro es que si tuviésemos la capacidad de interpretarlos, la información proporcionada sería inconmensurable. Imaginemos que pudiésemos llevar fácilmente a la práctica habitual el adagio de: “Voy a consultarlo con la almohada” y de ese modo dejar que fuera nuestro fuero interno quién, cual “Oráculo de Delfos”, nos indicara el camino a seguir.

Sin embargo, la oniromancia no está al alcance de todos, sus claves son muy complejas porque están escritas con los jeroglíficos del alma y colgadas en el laberinto del cerebro. Tomar conciencia de los avisos de nuestro subconsciente es otro de los retos del travieso Morfeo y no obstante, todos hemos tenido premoniciones, advertencias y experiencias, acunados en sus brazos. Desde la premonición iniciática de un chamán a las profecías de José, pasando por el sueño de la razón de Goya, todo, nos lleva a suponer que el ser humano dispone de un “avisador de acontecimientos” que en algún remoto pasado dejó de utilizar y que se atrofió con el tiempo. Pero conservamos en nuestra memoria aquel poder conversacional con el “hacedor de los sueños” y por eso nos resulta tan atractivo y fascinante este diálogo con nosotros mismos.

Las estructuras de los sueños son confusas, analizar sus contenidos y entender qué se esconde tras su simbología, precisa de un riguroso examen de lo evocado – si es que lo recordamos-, porque en esto radica gran parte del misterio de lo onírico, acordarse de lo soñado para poder tomar consciencia de ello. Investigadores de todos los tiempos han tratado de hallar respuestas prácticas al sueño lúcido, el psicoanálisis, las aplicaciones terapéuticas o las controvertidas experiencias místicas, son algunos ejemplos. Algunas tribus que todavía conservan sus virtudes atávicas, creen en la coexistencia de un mundo permanente al otro lado de lo consciente. Desde los Senoi malayos a ciertas tribus amazónicas, el arte de compartir los sueños les ayuda en la toma de decisiones y en muchos casos, esa complicidad evita los conflictos y ayuda al entendimiento.

Para el gran Homero, la casa de los sueños tiene dos puertas, una es de marfil y por ella aparecen las visiones halagadoras y a menudo engañosas; la otra es de cuerno y por ella circulan los sueños verídicos, los avisos interiores; pero además, la casa, tiene innumerables ventanas y pasadizos que se asoman y nos conducen al pasado, al futuro y sobre todo, a interpretar el presente. Para autores más modernos, el sueño es una dramatización del subconsciente y como todo buen libro tiene los cuatro pilares esenciales: Presentación de los personajes, trama, desarrollo y su conclusión. Lo genial de la situación es que, el durmiente, observa la representación como espectador, pero también como protagonista e involuntario autor. Una obra única e intransferible.
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El soñador habita en el útero de su propio sueño. Trasmitir la emoción su emoción es abrir nuestro subconsciente, parirnos a nosotros mismos; por eso un relato, un artículo, un cuento o una historia basada en la “realidad” de un delirio o en la “fantasía” de una ensoñación, tiene doble mérito. Contar un momento de la vida de alguien, describir un paisaje, transmitir una sensación, un olor, un estado de ánimo, son algunos de los contenidos de cualquier obra literaria; llegar al lector, despertar sus sentimientos, almacenar en sus recuerdos nuestras líneas, está reservado sólo a unos cuantos; alcanzar al recóndito jardín de su subconsciente, afincarse en sus neuronas y formar parte de sus sueños, sólo lo consiguen los elegidos. Y lo mejor de todo es que nunca son los mismos, porque cada soñador elige a su Morfeo.

Nadie sabe, al relatar un sueño o su quimérico entorno, a quienes vamos a emocionar y a motivar. Es como contar algo que hemos soñado para ser soñado, trasmitir lo onírico a las cuartillas para que al ser leído se convierta en argumento para otro ensueño, con los particulares añadidos de cada evocación. Así, independientemente de la calidad literaria, el interés de la historia o la belleza con que esté plasmada cobrará todo su sentido con su interpretación onírica, que será distinta para cada individuo. Por un instante, el escritor o la escritora, se convierten en Morfeo y la lectora o el lector en noveles nigromantes, expertos en la interpretación de los sueños de otros. Cálida y feliz simbiosis. Tal vez en eso resida la inmortalidad, en soñar y evocar vidas sin llegar a poder a saber nunca para quienes serán sólo ensoñaciones y para quienes serán parte de su existencia. Lo importante, amigos, es soñar para contarlo.

Desvelar cómo son los sueños propios no es el simple comentario matinal frente a una taza de café, contar nuestras experiencias visionarias es un ejercicio de confabulación, un complot entre amigos, para que dispongan de nuestras ilusiones y también de nuestras pesadillas. Compartir sueños es entrar en nuestras mentes con efectos de telepatía diferida; meterse en la cama con Morfeo.

Pero… ¿Quién les asegura a ustedes que me están leyendo? Tal vez me leyeron ayer y lo están recordando, quizás lo estén soñando, adormecidos por el pésimo programa televisivo. ¿Están seguros de que alguna de las fábulas que les cuento no han sido soñadas por ustedes mismos? ¿Existimos o nos estamos soñando? ¿Y si nos soñamos, cual es nuestra realidad?

Perdonen todas estas dudas que no son más que preguntas al viento de un soñador, un rebelde siempre con causa, que nunca quisiera perder esta capacidad de volar y lo que es más importante: la seguridad de que despertaré. Dulces sueños.

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Yasín Belaasal, Marroquí, Rebelde y del Barça

Yasín Belaasal, Marroquí, Rebelde y del Barça

Noviembre 2008

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Estuve el pasado mes de agosto en Marruecos. Fue una visita turística, pero uno no puede evitar escudriñar como articulista a nuestros vecinos, entre otras cosas, para formarse una opinión de cómo evoluciona la sociedad en el país desde el que tantos de sus hijos sueñan llegar a nuestro entorno consumista y económicamente convulsionado.

Debo reconocer que me sentí bien acogido, sus gentes me parecieron, en general, amables y cordiales. Sus calles se me mostraron llenas de colorido y de vida y la luz de su cielo, espectacular. Somos diferentes, pero no distintos y no vean en eso un recurso dialéctico. En la primera acepción trato de definir el hecho de que nuestras sociedades tienen realidades y existencias desemejantes, en la segunda busco afirmar que nuestros deseos, virtudes o defectos son los mismos. Ambos pueblos tenemos conceptos iguales respecto a la búsqueda de la felicidad, la amistad o el amor; es decir coincidimos en sentimientos. Sin embargo, la cultura, la lengua, el entorno y las leyes no diferencian como sociedad. ¿Quién tiene razón? Tal vez nadie.

Cuando todo está en entredicho, cuando los estados del llamado primer mundo, andan redefiniendo el modelo social bajo el que han amparado y excusado sus actitudes y sus leyes, dar consejos a los demás sería inoportuno y hasta risorio; si no fuese porque los habitantes de los países del segundo y tercer mundo – como les llamamos -, se pirran por nuestro modelo y sus gobiernos se mueren – nunca mejor dicho – para que se les considere países emergentes. Es curioso, ahora que nuestro sistema se hunde, a los que tratan de imitarlo se les llama emergentes. ¿No les parece gracioso?
Como ven, podemos poner en entredicho y en discusión muchas de las formas de vida y de convivencia, siempre con el oportuno respeto a sistemas, filosofías, religiones y leyes. Pero hay algo universal, básico e intocable: la libertad. Me importan un bledo todas las teorías y sistemas político-filosóficos que escudándose en el bienestar social, privan al individuo de sus libertades esenciales. Sin embargo, las formas individuales deben respetar las de los demás y por eso existen legislaciones y códigos que controlan que el libre albedrío de unos no perjudique a los demás. Las leyes que impone una sociedad para vivir en su seno, sean morales o jurídicas, deben ser respetadas por los individuos que quieren integrarse en ellas o están obligados por jurisprudencia, nacionalidad o credo. Y no obstante, sigo manteniendo el derecho excelso del ser humano a expresar sus ideas y sus pensamientos… siempre que no trate de imponerlos a otros o perjudiquen a terceros.

Como les contaba, mi feliz estancia en Marruecos pasó, entre otros bellos lugares, por Tetuán. La otrora ciudad colonial española estaba engalanada por la estancia, durante el mes de agosto, de sus majestades la princesa Lalla Salma y el rey Mohamed VI. La ciudad estaba vigilada por policías, ejército y la guardia real. Nos acostumbramos a que cada llegada de la comitiva real, representara un gran despliegue de seguridad por todo el entorno del Palacio Real y sus aledaños, incluida la Medina.
Asistimos casualmente a uno de los arribos del rey a la plaza. La guardia de honor del palacio la formaba un componente de cada una de las distintas fuerzas del ejército marroquí, ataviadas con sus uniformes de gala. Traté como un turista más de fotografiar a los soldados; la policía, que tenía acordonada la plaza, me lo impidió. Pedí ver a uno de los jefes de seguridad y le mostré mi carné de periodista. El oficial siguió con la misma cantinela que los guardias: estaba prohibido hacer fotos. Comprendí que por ordenanza, por educación o por sistema, así lo habían decidido y lo acepté. Esperamos la llegada de Mohamed VI que apareció condiciendo él mismo su automóvil. Los vítores de las gentes que llenaban la plaza retumbaron en el cielo tetuaní. Entraron Sus Majestades en el palacio y las fuerzas de seguridad se relajaron un poco. La situación me recordó a la España de principios de los 60, así era.
Vi en los marroquíes respeto por la corona Alauita o por lo menos, indiferencia positiva. La gente siguió con sus cosas y los turistas con nuestras visitas.
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Hoy leo en una noticia de Agencia que un joven marroquí de cumple desde el pasado 13 de septiembre, 18 meses de cárcel por una sentencia muy discutible. El estado anímico del muchacho, según cuenta su padre Mohamed Belaasal, es crítico. Además de su prisión, su juventud, tiene 18 años, le impiden ver con claridad el porqué de su reclusión. ¿Cuál ha sido el delito cometido por Yasín? Modificó el lema nacional de la corona: “Dios, patria y rey” por el de: “Dios, patria y Barça” y lo escribió en la pizarra de su Instituto.
El director del centro denunció a las autoridades la “felonía” del chaval. El resto puede adivinarse, una sentencia muy discutible ha llevado a Yasín a la cárcel y aquí entra de lleno todo un concepto de las leyes basadas en interpretaciones y servilismos de legisladores. Lo primero que hay que sospesar sobre un delito es el daño causado o la intención. Estoy completamente seguro de que Mahamed VI ni se ha enterado de la rigidez extrema de sus jueces y que nadie ha tomado como afrenta la sustitución del monarca por un conjunto deportivo. En cuanto la intención de ofender es nula de procedimiento puesto que no hay un ataque a la figura real.

Sólo hay dos consideraciones para este asunto. La primera de carácter social. La admiración de un joven marroquí por un sistema de vida que cada día le venden. Se asombrarían ustedes – probablemente muchos ya lo sepan – la repercusión del fútbol europeo en la vida de nuestros vecinos, en particular la de los equipos españoles y con ello, nuestro mundo de confort y de ¿oportunidades? Yasín es un rebelde, pero con causa; cada domingo sueña que su equipo gane y en un futuro mejor. La segunda consideración quiere ser crítica con las formas de interpretación y penalización sobre el respeto a las normas, que ha tenido el caso. No crean que esto es propio de países que no están en nuestro entorno, cosas como estas pasan demasiado a menudo entre los que deben impartir justicia y defender al ciudadano.

Me dirán que los países industrializados somos más refinados y mucho más indulgentes, tal vez, pero la prevaricación, los amiguismos, las sentencias discutibles y las tomas personales de posición, están a la orden del día; últimamente llenan portadas en los medios de comunicación. Sin ir más lejos, algún día les contaré algunas de las cosas que suceden en los juzgados de El Vendrell, en la provincia de Tarragona. Quizás, además del sistema económico, haya que plantearse más refundaciones.
Pero volviendo al caso de nuestros vecinos y de la historia de Yasín, considero que una multa, un arresto menor, un trabajo social hubiesen bastado, pero desconozco las leyes del país y las penas que merecen tamañas rebeldías.

Por tanto, elijo el camino práctico, como su familia y cualquier amante de la libertad: Solicito del rey Mohamed el indulto para Yasín. El padre del muchacho en declaraciones a la agencia EFE ha dicho que daría la vida por su rey. Ahora, el rey, tiene que estar a la altura de su súbdito.

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El ovillo de Ariadna y el Oráculo del solar de enfrente

El ovillo de Ariadna y el Oráculo del solar de enfrente

Octubre 2008

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Las crisis son como los laberintos. Nadie sabe que camino seguir para salir de él, tampoco se sabe con certeza quién nos metió allí, han sido tantas vueltas que uno no sabe si está en el principio, en la salida o en el centro de la maraña. Dada esta situación se impone rezar para que no aparezca un minotauro y se nos zampe sin más.

Cuando estamos en el pórtico de la entrada nos parece que todo va a ser fácil. No hay problema, el laberinto está a cielo abierto y somos buenos orientándonos, otros ya lo intentaron, con éxito. En la entrada reza un cartel como el del Laberinto de Horta en Barcelona: Entra y saldrás sin rodeos/ el laberinto es sencillo/ no es menester el ovillo/ que dio Ariadna a Teseo. Pero luego surge la dura realidad. No somos Dédalo, no hemos construido el gran laberinto, nos ha sido dado por sistema. Su promotor, Minos, se lo encargó a Dédalo para encerrar el fruto de una infidelidad aberrante – o bestial, como quieran llamarlo – de su esposa Pasifae. En cambio el nuevo embrollo lo han levantado los dioses del parqué y de la especulación. Entra y saldrás como puedas/que el Euribor ya despega, reza el nuevo slogan – y perdonen la calidad del pareado -.

Lo que más sorprende de las crisis económicas es que siempre las pagan los más inocentes; lo que más joroba de la caída de la bolsa es que siempre se las carga el pequeño inversor. Es la teoría de la pirámide, cuando hay beneficios alcanzan sólo a la cúpula, sin por el contrarío hay pérdidas la base se hace cargo del desaguisado. Si usted pregunta a los entendidos levantaran los brazos y agitaran las manos, diciendo: “Eso es lo que hay”.

El colmo de todo este asunto es que los que se supone son los más entendidos tuercen el gesto y aseguran que el temido Minotauro les ha pillado desprevenidos, que no hay forma de prevenir estas catástrofes. Pero ¡Dios del cielo!, las leyes económicas y sus vericuetos son obra humana, no dependen de designios divinos, ni de las leyes de la naturaleza, ni tan siquiera de los caprichos de la diosa Fortuna, tan cercana a las realidades económicas. Son esos mismos que agitan los brazos y tuercen el gesto los que crean las reglas, los que promueven que el mercado se mueva en libertad y propugnan que sean los más osados y emprendedores los que se lleven el gato al agua o el Minotauro al laberinto; sin embargo, cuando la cosa falla y la bestia campa por sus respetos y se zampa a todo el que puede, entonces la culpa es de los hados y piden que Ariadna les proporcione el ovillo – a ser posible de hilo de oro – para salir de su propio laberinto.

Les cuento una anécdota que viene al caso. Frente a mi casa existe un enorme solar, producto del derribo hace un tiempo de una fábrica de ascensores y de las oficinas de la firma. Una empresa constructora, no importa el nombre, anunció hace un par de años la construcción en él de varios bloques de viviendas y un parque. El jardín público tendrá forma de cruz dividiendo en cuatro el enorme solar y en cada esquina, cual enorme tablero de parchís, se levantará un edificio. De inmediato, en uno de los extremos, colocaron unas oficinas de información para empezar a vender pisos.

Un día, me detuve a mirar como allanaban los terrenos y los preparaban para – entonces así lo creí – iniciar la construcción del primero de los edificios. Un hombre con una cuidada barba blanca, algo desaliñado pero de porte distinguido, se dirigió a mí y me dijo: “Ni usted, ni yo vamos a ver levantados estos edificios”. Lo miré y me asustó aquella figura de asceta haciendo tal premonición. “No sé usted” – le dije en tono amable –“pero yo pienso vivir muchos años”. El hombre sonrió y meses antes de que el Banco Central Europeo advirtiera de los peligros que amenazaban a la economía y cuando los bancos americanos todavía seguían concediendo hipotecas a troche y moche, aquel individuo me adelanto, cual oráculo, todo lo que iba a pasar en la tal traída y llevada crisis, incluso la intervención del Tesoro americano. Me quedé atónito.
Semanas después en el bar de enfrente de casa, una de las empleadas de la inmobiliaria, rígida y enjuga cual esfinge, nos comentaba las impertinencias de un extraño individuo con barba que rondaba las inmediaciones de la caseta informativa de la promotora anunciando terribles catástrofes y apocalípticos desastres económicos. Incluso habían tenido que llamar a la policía municipal para llevarse aquel loco. Hoy, sigue el solar impoluto, – lo que me permite seguir disfrutar de una total y magnífica vista -, se han llevado la oficina y a la huraña vendedora a una promoción por los cerros de Úbeda. Lamento no tener más información de aquel hombre, aparentemente anormal pero con más visión de futuro que muchos popes de la economía mundial.

Por las noches, sentado en mi terraza, bajo la luz de la luna que se extiende por el vacío solar de enfrente y mientras leo como Ariadna sacó con su ovillo a Teseo del laberinto cretense, recuerdo al asceta y me gusta imaginar que bajo aquella barba se escondía un Premio Nobel de Economía que no quiso sacrificarse al Minotauro.

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Un lugar llamado corazón

Un lugar llamado corazón

Septiembre 2008

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Escribo desde un lugar llamado corazón. No me refiero al órgano que bombea mi plasma vital, me refiero al lugar de donde surgen los sentimientos y que los poetas sitúan idealmente encima del chakra del plexo solar y ladeado a la izquierda, mientras los filósofos sugieren que el lugar de la emoción y de las pasiones está en el cerebro.

Esté donde esté el lugar, les escribo desde sus arrabales entre el paisaje de las impresiones y la niebla del estremecimiento. Una noticia, un comentario del busto parlante en la televisión se ha asomado entre las hazañas de los olímpicos para contarme, para contarnos, que un avión se ha estrellado en el aeropuerto de Madrid. No hubo despegue, en el punto de no retorno – ¡que profética expresión! – se incendió el motor izquierdo y dando tumbos cual aérea peonza acabo estrellándose en un escuálido bosque cercano.

Conforme avanzaba la jornada el goteo de las personas que habían perecido se iba incrementando. A cada recuento se daban más fallecidos y menos supervivientes. Los desaparecidos iniciales lo fueron para siempre y las esperanzas de muchos se desvanecieron entre los aullidos de las sirenas de las ambulancias y los coches de auxilio. Recuerdos de otras catástrofes similares llenaron los informativos a la espera de tener más datos del referenciado.

Levanté los ojos del texto que andaba leyendo, era algo de la guerra civil norteamericana de la que pronto se cumplirán 150 años. Las imágenes seguían siendo dolientes y repetitivas, con los comentarios al uso de testigos y rescatadores. Todo aquello recordaba a otro desastre hacia cuatro años en la misma ciudad; sin embargo, aquel había sido fruto de la ceguera humana y este era paradójicamente consecuencia de los avances de la humanidad.

A pesar de todo lo terrible del momento, luego vino lo peor. Cientos de familiares andaban entre la esperanza y la desesperanza como jugadores de una macabra partida de ping- pong y ahí es donde se estremece ese lugar del que les hablo, porque uno no puede sentirse nada más que solidario con esa madre, ese hermano o esa esposa que sospecha que su ser querido a muerto carbonizado entre los restos esparcidos y calcinados del Douglas. Entonces reflexionamos sobre el valor de una vida, aunque sea la de un desconocido a quien no hemos visto nunca, pero que descubrimos a través de los gestos de dolor y las lágrimas de sus deudos.

Muy probablemente sólo seamos los humanos los capacitados para sentir dolor por la pérdida de alguien con el que nada nos une y con toda seguridad, los únicos que compartimos el desconsuelo de los afectados. En eso sí somos superiores la raza humana.

Nadie ha preguntado cuantos pasajeros de color había en el avión y nadie habrá tratado de averiguar a que religión pertenecían o cual era su ideología; eran seres humanos, como ustedes y como yo. Seres humanos con defectos y con virtudes que amaban, sentían y pensaban regresar o llegar a casa.
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Por eso sorprende que una especie como la nuestra sea capaz de tanto bueno y de tanto malo. Lloramos por desconocidos y despreciamos al miserable que vemos todos los días en la acera de nuestra calle; somos compasivos con una madre que llora por haber perdido a un hijo y apretamos el gatillo privando de la vida a otro hijo. Nos emociona ver escenas de Bambi junto a nuestros pequeños y al día siguiente despedimos a un montón de obreros que no podrán dar de comer a los suyos y sólo por un poco más de rentabilidad empresarial. Se nos encoge el corazón con el cuento de la cerillera y a continuación defraudamos millones de euros a la Hacienda Pública. Probablemente andamos tan descompensados – vean que no utilizo la palabra desequilibrados – que si no nos lo evidencian no vemos nada y somos tan mezquinos que si lo vemos, nos olvidamos muy pronto de la desgracia ajena.

Pero hay un lugar, ese desde donde les escribo, que si lo cuidan puede convertir el páramo de la indiferencia en el jardín de la solidaridad. Está, según unos, en el lado izquierdo del pecho; según otros, en un recóndito paraje del cerebro y doctos teólogos les dirán que en una nube llamada alma. Yo afirmo que está en ustedes, en todos nosotros, no sé exactamente su ubicación pero reconozco su paisaje y conozco sus efectos, yo le llamo corazón.

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Somos música

Somos música

Julio- Agosto 2008

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Se viene diciendo y repitiendo que los seres humanos somos agua. Es cierto, nuestra composición física contiene un 66 % del líquido elemento, por tanto somos los ríos manriqueños que acabaremos en la mar.

Sin embargo nuestro espíritu y nuestra personalidad se forma con otros elemento, digamos químicos, cuyos componentes no se encuentran en la Tabla Periódica de Elementos. Nuestro espíritu se enriquece de sensaciones y sería muy difícil, por no decir imposible, averiguar el peso atómico de cada una de ellas.

Uno de esos factores que llenan nuestra batería sensitiva es la música. Desde que el mundo es mundo la música ha sido uno de los componentes básicos de cualquier entorno. El viento ya silbaba cuando éste era un planeta sin vida; las primeras gotas de lluvia formaron la primera melodía, el deshielo la primera sinfonía y el choque de los aerolitos las percusiones más sugerentes. Luego, el crepitar de fuego, los primeros cantos de las ballenas, el piar primigenio de un dinosaurio cuando todavía era ave, todo música. La primera nana en una cueva remota de Atapuerca. Música, armonía y más música.

Por tanto no es de extrañar que, además de nuestras circunstancias, seamos lo que somos merced a la música. La mayor parte de nuestros recuerdos, sobre todo y afortunadamente, los más felices o los más especiales, están ligados a una canción. ¿Cual era la pieza que bailaban cuando se conocieron? ¿En qué concierto lo pasaron tan bien? ¿Qué banda sonora les causó tanta impresión? ¿Qué melodía les anima, cuál les entristece, qué cántico les emociona? Repasen los instantes de su vida y en muchos de ellos encontraran por activa o por pasiva la armonía de aquel momento.

Y somos música por que cada uno de nosotros se comporta – aún sin quererlo – como una composición musical. Reconozcan que tienen un amigo, por lo menos, con vida de tango. Sonrían, pero denme la razón cuando les asegure de que en sus vidas existe una persona que es el rey o la reina de la improvisación; capaz de manejar todos los estilos y fundirlos según le convenga, como en el jazz. Y que me dicen del bolero ¡qué ciertas las palabras del poeta: alma de bolero! Porque no me negaran ustedes de la existencia en su entorno de este tipo de almas que hoy están eufóricas – de ahí viene el nombre, de volar – y al día siguiente están rotas, desesperadas, pero dispuestas para comenzar de nuevo el ciclo.

Precisamente, el bolero desciende de la habanera y ¿quién no tiene en sus vidas una relación de amistad, de amor o de familia, cadenciosa y de tempo lento pero cálida y apasionada como la mejor de las habaneras?
No obstante, el tiempo y sus componentes pueden hacer variar esa melodía con la que nos sentíamos representados. Nadie toca el mismo son durante toda su vida, al igual que las armonías de las piezas musicales sufren cambios que las colocan en otro género musical distinto para el que estaban pensadas. En unos casos les podríamos llamar evolución y en otros, decadencia, pero en los más la acepción tiene un nombre para mi terrible: estancamiento.

Tanto las músicas como los hombres – por extensión – tiene ese enemigo implacable. Ustedes me dirán que un clásico no precisa de evolución y aunque el paso de los tiempos lo conviertan en decadente lo es en toda la grandeza, como si habláramos de la antigua Grecia o de la Corte Faraónica. Por tanto en este punto mis conjeturas comparativas sobre la música y el hombre encuentran su excepción que no hace sino confirmar la regla. Los seres humanos debemos tender al progreso y a la evolución. Aquí no hay clásicos o nos renovamos con nuevas melodías o acabamos de entonar nuestro propio Miserere. Porque no se trata como en el Salmo de David de cantar misericordia, se trata de interpretar mejor nuestro propio canto.

Nuestras vidas, que son los ríos que van a dar a la mar y son los trinos que nos proporcionan felicidad, son complejas y hay que cantarlas en coro. A nuestro enderredor se mueven otros seres humanos que pretenden que les escuchemos, que armonicemos con ellos. No podemos ser solistas de por vida ni tampoco podemos dejar que nuestra voz se apague porque ya nadie escucha. Somos música y se supone que música alegre y coral.

Saben, un día uno se despierta y se da cuenta que ya no conversa con los que convive, que sus gustos son distintos a los de las personas que suponía amar, que prefiere que regrese el lunes, que las vacaciones pueden ser una fuente de problemas… que no se ríe a mandíbula batiente, que ya no es ocurrente; que desentona. Y usted puede preguntarse ¿desafino yo o lo hace el coro? La respuesta es sencilla: Amigo, usted hace ya tiempo que no canta bien.

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Adiós a un amigo

Adiós a un amigo

Junio 2008

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Era un viejo amigo, no por la edad, aunque había sobrepasado con creces las 70 primaveras; lo era porque su amistad era de las que perduran.

Estaba en esa época donde sólo queda disfrutar y recordar los buenos momentos, los malos no merecen el recuerdo, pero tampoco el olvido, son pura experiencia que debemos aprovechar. Era su momento de contemplación, de seguir mirando adelante, sabiendo que ya hemos recorrido gran parte del camino. El viaje a Ítaca.

Miraba las cosas como si las descubriera por primera vez. Había encanecido prematuramente y eso le confería un aspecto de senador romano capaz de prodigarse en la toma de decisiones importantes, pero también en sacarle a la vida su mejor jugo… sin exprimirla demasiado. No tenía prisa, sabía que navegaba de regreso, pero sin prisa.

No proyectaba futuros, ni siquiera inmediatos, se limitaba a vivir el presente, el que le ofrecía el alba y luego, el alba siguiente y el nuevo amanecer más tarde; una sucesión de presentes encadenados que hacían del calendario un amigo y no una amenaza. Sabía que no llegaría a ver todos los horizontes; sin embargo, trataba de disfrutar de los paisajes.

Cuando le dieron la noticia le cogió desprevenido. Se sentía bien, al margen de aquellas molestias. Se dispuso a afrontar el mal trago con serenidad y con esperanza, por eso ingresó en el hospital con la convicción de que todo aquello no sería el fin. Sin embargo los avisos habían llegado demasiado tarde y su velero se había adentrado en una bruma espesa de imposible retorno. Le robaron la esperanza entre argumentos clínicos de doctas expresiones y conclusiones estúpidas, porque es una necedad que te digan que te tienes que ir corriendo cuando lo que deseas es pasearte por la vida. En un momento todo se vino abajo, le dieron el alta porque no había nada que hacer, porque esta vida es finita y porque la Parca viene cuando le place… o no.

Mi viejo amigo comprendió, y como siempre había hecho, tomó las riendas de su propio destino. Volvió a su casa a organizar su postrer viaje, mientras todos se preparaban para que éste fuese lo más duradero posible. Llegaron los dolores, tremendos bocados de la naturaleza que anuncian el principio del fin, la morfina fue un alivio momentáneo que se convirtió en pura necesidad, las dosis fueron aumentando hasta convertir el alivio en adormecimiento estéril.

Comentaba con el marido de una de sus hijas que no sabía si era peor el sueño de pesadillas continuas que le proporcionaba la droga o el estado de semiinconsciencia de los momentos de fugaz claridad, porque estos andaban preñados de visiones extrañas e irreales. Le contaba como veía los troncos de los árboles de su jardín blandos como la mantequilla, ondulándose como bailarinas en una imaginaria danza de quiméricos vaivenes y lo peor, le decía, era saber que aquello no era real, que su memoria tenía guardadas las texturas, los colores y los olores reales de su jardín; que conocía palmo a palmo su casa y que ahora los rincones familiares se le hacían huéspedes.

Olvidé decirles que mi viejo amigo era holandés y que en función de la legalidad vigente en su país pudo tomar una decisión muy acorde con su forma de vivir y de pensar. Cuando aparecieron los médicos policiales para corroborar la opinión de sus colegas y autorizar la eutanasia, mi viejo amigo se sintió aliviado. Llamó a sus hijas, a la que reside en Holanda pudo contárselo directamente, a su hija menor que reside en España y que había regresado a Barcelona después de estar con su padre las últimas semanas, le pregunto muy sereno si le iba bien a ella y a su esposo viajar a Holanda para despedirse y asistir a sus funerales: ¿Os va bien el lunes o preferís el martes?, les dijo con absoluta naturalidad.

Esperó tranquilamente en su cama, después de compartir con sus hijas y con sus yernos los últimos momentos y renunció a estar sedado. Pudieron hablar de todos los detalles legales de la situación. A las ocho en punto de la tarde, tal y como se había convenido, sonó el timbre de la puerta y apareció el doctor. Mi viejo amigo hizo una broma sobre la puntualidad del facultativo, éste preparó las dos inyecciones; la primera era para dormirle y al cabo de un rato le suministraría la segunda que paralizaría su corazón. Se despidió de todos y cerró los ojos, luego se durmió profundamente. Cuando el doctor iba a inyectarle la segunda, comprobó que ya había fallecido durante el mejor de los sueños.

No voy a polemizar sobre la conveniencia o no de la eutanasia, tampoco sobre la decisión de mi amigo, ni siquiera pretendo hacer el más mínimo comentario deontológico, ni por supuesto, religioso. Eligió su día y con ello burló un poco a la muerte. Sólo puedo decirles que murió tranquilo.

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La pasión y la felicidad

La pasión y la felicidad

Mayo 2008

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Fue en octubre de 1837, la portera de un inmueble de la rue Saint Pierre en pleno barrio de Montmartre, encontró el cadáver de su inquilino más notable, el filosofo y escritor Charles Fourier. Solo, rodeado de sus gatos y de sus libros, el depositario de “los destinos de la Humanidad”, yacía en el suelo. Sin embargo, sus teorías serían resucitadas años más tarde durante una revuelta juvenil que cambiaría el modo de pensar de miles de jóvenes europeos.

Fourier atribuyó a la mala conciencia del intercambio comercial muchos de males del mundo moderno, el tiempo le daría la razón. Su utopía de comunidades de gentes libremente asociadas en cooperativas de producción que bautizó como los falansterios, se enfrentaba al modelo capitalista de las multinacionales que en este momento de la historia de nuestra Humanidad es el que domina. Los jóvenes bien relacionados, teóricamente bien preparados y con grandes aptitudes de escala, cuerda, rebote y prevaricación son el ejemplo a seguir para una sociedad consumista más entusiasmada con los valores económicos que con los morales, éticos o idealistas.

Sin embargo hubo un momento en que no fue así. La revuelta juvenil de mayo de 1968 no pretendía simplemente dar la vuelta a la tortilla del modelo económico, eran otros deseos los que estaban en juego, su intención iba más allá y exigía de la “Atracción Pasional” descrita por Fourier. El derecho al goce sin límites, a la felicidad y a las libertades, exigía – y exige – un cambio de valores Por supuesto, los jóvenes que llenaban las barricadas de París sabían que luchaban por una utopía: «Sed realistas, pedid lo imposible», decía uno de sus lemas pintado en los muros de La Sorbonne. Pero precisamente por ser imposible es idealmente alcanzable o por lo menos merecedor de nuestro esfuerzo.

Razonemos, si nos limitamos a pedir lo posible, lo que está a nuestro alcance, lo que nos ofrece el sistema establecido y lo logramos, el objetivo será mediocre, parcial e incluso manipulado lo que nos llevará a una felicidad limitada y muy subjetiva; si por el contrario no somos capaces de llegar siquiera a la mediocridad de lo posible caeremos en el desencanto, la desesperación, la marginación y la depresión.

Seamos pues consecuentes y exijamos lo imposible. Aquí también pueden darse las dos posibilidades. La primera, que no logremos el triunfo final y el mundo siga siendo el cortijo de unos pocos y nuestra vida casi tan absurda como siempre. No importa, habremos luchado, nos habrán temido – aunque no lo reconozcan – y lo más importante: nos sabremos libres y rebeldes. Si por el contrario triunfamos y cambiamos un poquito al mundo y nuestras vidas, habremos dado sentido a nuestra existencia. Además, como en los mándalas, es más importante el recorrido y el esfuerzo que el propio objetivo final, por tanto la imposibilidad del destino no nos impide la felicidad ni el disfrute del viaje. Que nos quiten lo “bailao”.

Tenemos derecho a gozar de nuestro paso por el mundo. No somos instrumentos de los poderosos y de la clase dirigente; no nos dan miedo los vecinos malintencionados, ni los maridos maltratadores, ni los políticos corruptos, ni los millonarios ex KGB, ni las multinacionales, ni la ortodoxia religiosa, ni los dioses caducos. . .refundemos la sociedad a partir del deseo y no a partir de la represión y de la sumisión a los valores de otros. En resumen, busquemos la felicidad por el placer de sentirnos vivos, útiles y amados.

En estos días de mayo se cumplen 40 de aquella famosa revuelta parisina. Hoy tenemos la felicidad comprada, al mismo precio que vendemos el alma. Más electrodomésticos, mientras comemos peor; coches más grandes y potentes, mientras limitan velocidades y piden que no contaminemos el medio ambiente; más universidades, mientras enseñan el culto al capitalismo; más espectáculos, mientras no critiquen al poder constituido; más deportes, mientras nos distraigan de la tentación de las barricadas. ¿Significa esto que perdimos la Revolución? En absoluto, solo se ha aplazado. Seguimos estando demasiado apasionados para que un retraso nos entristezca, debajo de los adoquines sigue estando nuestra playa.

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Rogativas agua y llantos

Rogativas agua y llantos

Abril 2008

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El pasado 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua. Este año el lema fue “El saneamiento importa”. Cerca de 20.000 niños menores de cinco años mueren todos los años en la zona Caribeña, víctimas de enfermedades diarreicas agudas provocadas por la falta de higiene asociada a infraestructuras inadecuadas de saneamiento y la ausencia de agua segura, en África mueren cinco de ellos cada minuto por los mismos motivos.

Cuando llega la Semana Santa, sea en el mes de marzo o en el mes de abril, la bendita lluvia acostumbra a acompañar a los sufridos viajeros que llenan nuestras carreteras. Las esperanzas de regresar tostados y ufanos por haber adelantado las mieles del verano, se funden con la insistencia de las nubes por cumplir las rogativas recibidas días antes por la escasez de agua en los pantanos o la sed que sufren frutales y tomateras.

Es tanta la ilusión por lucir el primer bikini o tomarnos la primera cerveza de chiringuito, que nos olvidamos de que, apenas un par de días antes, los bustos del telediario anunciaban que los pantanos andaban más bien escasos y nos mostraban agrietadas y secas tierras sedientas del líquido elemento.

fotoNadie se confesaría ajeno a la delicada situación que supone la falta de agua y sin embargo – humano es – se tienen otras prioridades dependiendo de gustos, preferencias y latitudes… y también de bolsillo. Por diversos motivos, el anuncio vacacional, aparca las necesidades sociales y los entresijos financieros y manejos políticos de las constructoras de campos de golf en lugares de secano, para que casi todo el mundo saque al trotamundos y al creyente que lleva dentro o elija huir del mundanal ruido refugiándose en una playa, en un paisaje pastoril o entre los tambores de la “rompida”. Para todos ellos mis mejores deseos.

Pero se olvidan unos y otros que andaban hacia pocos días rogando al cielo que lloviera lo necesario para llenar pantanos y limpiar conciencias y el cielo, esta es su obligación, les ha bendecido con el don de la lluvia…con algunos días de retraso y ahí empieza el drama.

Los que optaron por la playa maldicen el tener que refugiarse en casa, los de la montaña argumentan que se les inunda a huerta y los devotos que se les mojan las imágenes y entonces empiezan de nuevo las rogativas pidiendo lo contrario: los bañistas, que salga el sol; los campestres que cese la lluvia y los piadosos que haga una noche estrellada para sacar a sus imágenes. ¿Pero en qué quedamos?, clama el cielo con toda la razón del mundo. ¿No quería el bañista descanso?, pues refúgiese en casa y haga la siesta. ¿No pretendía el bucólico admirar bellos paisajes?, pues nada hay más hermoso que un melancólico atardecer de hojas y flores bañadas por las cristalinas gotas. ¿No exigía el devoto hacer penitencia?, pues que mayor purgatorio que no pasear con su cofradía o no lucir la estilada peineta.

fotoAdemás, se cumple el objetivo primordial que era el de que se llenaran los pantanos. ¿O no era eso? Nadie impide al bañista que tome baños de agua… de lluvia, nadie se opone a que el turista agreste escale la colina con su chubasquero para la ocasión. Nadie nos critica el recogimiento piadoso en nuestras casas.
Tal vez lo más frustrante para sus incondicionales sea que la Semana Santa no lo es tanto sin los desfiles procesionales. Privados de los hermosos pasos que portan los penitentes, muchos de ellos – me refiero las policromadas figuras -, verdaderas obras de arte, los cofrades y seguidores lloran la ocasión perdida. Sé lo emocionante que es presenciar una procesión, lo difícil que resulta cantar una bella saeta a capela, la esperanza tradicional y devota de los cofrades bajo sus capirotes y mantillas y entiendo su “desesperación” por no poder realizarlo en condiciones. Pero no volvamos loco al cielo pidiéndole y requiriéndole una cosa y luego lo contrario.

Seamos sensatos y analicemos nuestros comportamientos. Ver a un niño llorar porque no podrá lucir el capirote es tierno y sería triste si no fuese porque en aquel mismo momento están muriendo un centenar de niños como él, de sed. Que les eduquemos con respeto a unas creencias, me parece una opción digna de todo respeto; sin embargo, que les induzcamos al fanatismo simbólico y a la ilusión del lucimiento, disfrazada –nunca mejor dicho – de piedad y devoción o que vean a sus mayores diciendo que han estado toda la noche rezando para que no lloviera, no sólo no es absurdo, empieza a ser peligroso. Fundamentalista e inútil.

La ilusión de cualquier ser humano puede ser un camino a una felicidad temporal, cuando esta quimera se espera durante todo un año la desilusión puede ser frustrante, entendible en su entorno, pero no comparemos ilusiones con necesidades o con obligaciones. Se puede llorar de dolor o de impotencia ante lo irremediable cuando esto afecta a nuestras vidas o a la de las personas a quienes amamos, pero cuando eliminan al equipo de los millonarios, cuando gana el Hamilton o cuando nuestro actor favorito se divorcia, no debemos hacerlo, más que llorar debemos esbozar una sonrisa ante tamaño “fatalismo” y decir: ¡la madre que los parió! y por supuesto no debemos rezar para que el Chiki, Chiki gane la Eurovisión o para encontrar entradas para el concierto de nuestro cantante predilecto. Si miramos al cielo y le pedimos estupideces, el cielo, que ya escucha pocas veces, acabará por volverse sordo.

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¡Pobre animal!

¡Pobre animal!

Marzo 2008

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Los miserables, buscan otros más miserables para sentirse felices
Víctor Hugo

El famoso autor de Notre- Dame de Paris, hubiese escrito este artículo con la calidad que yo no poseo; sin embargo, no le hubiese puesto más sentimiento. Tal vez, el Víctor Hugo de los últimos tiempos, desterrado, herido por la traición de su esposa con su mejor amigo e incapaz de superar la muerte de su hija, hubiese encabezado también con su conocido adagio el inicio del texto y a buen seguro hubiese estado de acuerdo con este escrito.

En la Bienal Centroamericana de Arte del pasado año, un tipo llamado Guillermo Vargas Habacuc, que se autodefine como artista, presentó una obra digna de su autor.

El tema, basado en el eslogan de la exposición: Eres lo que lees, plasmado en una de las paredes de la galería de Managua donde se celebró, estaba compuesto de centenares de galletas para perros. En eso se inspiró el atormentado Vargas, mandó capturar un perro abandonado de la calle, dando unas pocas monedas a unos niños. Ató a Natividad – así se llamaba el can – con un par de cuerdas en la pared de la galería de arte y lo dejó allí, frente al slogan de alimento perruno, para que muriera lentamente de hambre y sed.

Los visitantes de la prestigiosa Bienal Centroamericana de Arte, contemplaron la perversa “obra” del aquel miserable, mientras el pobre animal, famélico y cadavérico se iba apagando. No invento nada, pueden Uds. mismos verlo en varias páginas de Internet y filmado en Youtube. Lo peor es que el costarricense Guillermo Vargas Habacuc fue premiado por su idea y ha sido invitado a la Bienal de 2008. Para evitarlo se están recogiendo firmas por Internet, solicitando a Honduras que no deje participar al supuesto artista en la Bienal de este año. Ayer estampé mi firma electrónica en la petición, era el número 411.531, ojalá lleguemos al millón. A partir de aquí ya es lo de menos que los responsables de la Bienal sigan invitándole, que tenga visitantes, incluso admiradores: Ya saben, los miserables…

Tengo una amiga, a la que también le gusta contar historias, que dice que arte es toda obra humana que tienda a la belleza y genere una emoción o un sentimiento. Claro que el concepto de belleza es distinto para cada uno de nosotros y que las emociones y sentimientos que despierte la obra son tan diversos como cada individuo que la contemple. Llorar, reír, suspirar…incluso angustiarse, todo es válido; excepto la tortura fotoy la muerte. El grito del noruego Edvard Munch (hay varios cuadros de Munch con ese nombre) es una magnífica muestra del expresionismo que puede sugerir desasosiego, terror, miedo o lo que Uds. quieran; pero es una representación. El Gálata moribundo (Galata morente), nos puede trasladar al infierno de la derrota y de la muerte o a la admiración por la fuerza del guerrero celta negando su propio destino y resistiendo al fatal desenlace y no obstante, ya sea por su perfección plástica o por su carga emocional, no se aleja de la belleza y proporciona – pese a lo crudo del tema – un deleite para los sentidos. Podría hablarles del Guernika y de lo que representa; de cualquier carga de caballería que muestra caballos pisoteando a gimientes soldados caídos; verdugos medievales sosteniendo la cabeza de un ejecutado, por cuyo cuello cortado chorrea la sangre… A pesar de sus temáticas, todos son obras de arte que pretenden potenciar la capacidad de conocer y de admirar que tenemos los seres racionales.

Sin embargo, una representación real de un ser vivo e inocente que sufre y muere delante de espectadores inclementes y que su captor y asesino disfraza con el patronímico de arte, no tiene nada de bello, ni de ejercicio intelectual. Si además un jurado le otorga un premio en una Bienal significa que hemos llegado al paradigma de la perversión espiritual de la que Guillermo Vargas es profeta.

Yo quisiera que, siguiendo el slogan, de la nefasta exposición, sean Uds., amigas y amigos lectores, lo que leen; en este caso, un grupo de gentes que rechazamos el dolor por el dolor, la interpretación de la tortura como un arte, los gestos supuestamente artísticos de la miseria intelectual, la sumisión al poder y el culto a la muerte e impugnamos especialmente cualquier tipo de justificación para los miserables que no lo son por su estatus social, su salud o su estado anímico, lo son por su degradación de la libertad de expresión a costa del sufrimiento de los débiles e indefensos.

Natividad era un perro flaco, condenado a merodear por los cubos de basura, pero era libre y no era un miserable. Si no fuese porque lo elevaría a una categoría que no merece le diría a Guillermo Vargas: ¡Pobre animal!

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La razón para volver a empezar

La razón para volver a empezar

Febrero 2008

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Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí resucitando.
Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal porque me mató tan mal, y seguí cantando.
María Elena Walsh

Durante esta vida tenemos multitud de ocasiones para desesperarnos, incluso – y quiero con ello exagerar – para desear que todo termine. Son esos momentos en que nada tiene sentido, en los que la enfermedad, la traición de un amigo o de un amor, la pérdida de un ser querido o el vacío en el alma nos hacen ver el túnel negro de la vida.

En esos momentos de amargura, soledad y desesperación, olvidamos todo lo maravilloso que tiene el estar vivos y pensamos más en quién o qué nos está matando, que en la propia salida del túnel. No nos detenemos a imaginar siquiera que, en ocasiones, hay mucha gente a quién nuestra ausencia podría hacerles daño y en el caso de que a nadie importáramos, ¿no sería bonito conjeturar que en cualquier parte hay alguien como nosotros y que sólo nos ha faltado encontrarle?

No me juzguen como un estúpido optimista. Yo, como muchos de ustedes y como dice la canción de María Elena, he muerto unas cuantas veces y otras tantas he resucitado. No es inconsciencia. Soy consciente de que mis células me han jugado antaño una mala pasada y pueden volverse de nuevo locas; también tomo conciencia de que puede fallarme quien más quiero; que puede acabar en nada mi proyecto; que los seres que más amo pueden, a su vez, ser traicionados y malheridos. En todos estos casos lucharé y cual ave Fénix trataré de rehacerme de mis propias cenizas.

[El secreto está en buscar una razón consistente para volver a empezar]

¿Qué es muy fácil decirlo? ¿Qué es muy difícil hacerlo? Lo sé. Sin embargo voy a darles un consejo y no es que sea más sabio que ustedes, sólo sé que a mí me ha funcionado.

El secreto está en buscar una razón consistente para volver a empezar. Siempre hay una razón. Si nuestro negocio se ha ido a hacer puñetas es que estaba mal enfocado y tal vez seamos mejores trabajando para otros. Si añoramos una patria perdida y lejana, pensemos en que cada uno de nosotros somos nuestra propia patria. Si aquel amor se nos va o vacila es porque o no nos merece o no le merecemos, seamos pues sinceros y evitemos ocasionar sufrimientos. Tantas veces que nos maten, tantas nos levantaremos. Y si llegamos a ver nuestra salud muy mermada pensemos en quienes fuimos y en lo que hicimos y si hay que salir de aquí, hagámoslo por la puerta grande.

Como les decía el secreto está en la razón y en las razones. Analicemos el porqué llegamos a la situación que nos aflige y hallemos los motivos para seguir en la brecha. Dicen que cada uno de nosotros labramos nuestro propio destino, que cada día escribimos un poquito de nuestra historia futura y que cada paso es consecuencia de otro dado y objeto del próximo a dar. Yo no estoy totalmente de acuerdo con la teoría, hay demasiados factores externos que influyen sobre nuestras pisadas, pero sí puedo decirles que somos lo que queremos ser, con más o menos fortuna. Muchas de las desgracias que nos afligen son consecuencias de pasos mal dados o poco meditados, a veces gratuitos e innecesarios, pero como somos humanos es fácil equivocarse. No existe un destino inmutable para cada uno de nosotros escrito en el libro del firmamento, sí hay una predisposición determinada por nuestra forma de ser y nuestro modo de actuar.

[Muchas de las desgracias que nos afligen son consecuencias de pasos mal dados o poco meditados]

Sin embargo tenemos alguna ventaja, el destino que nos daña o la mano que nos apuñala lo hacen en ocasiones tan mal que nos permite empezar de nuevo y aquí un ruego: No tropiecen con la misma piedra. El consejo es igualmente válido si fueron ustedes los que dañaron, tal vez no recuperen al amigo, al socio o al amor, pero no por ello desesperen, encontraran otro; trátenlo mejor, sean más nobles y sinceros. Pero sobre todo no desfallezcan, busquen los paisajes de un nuevo horizonte.

La canción de María Elena sigue diciendo: Tantas veces te mataron, tantas resucitarás/ tantas noches pasarás desesperando/A la hora del naufragio y la de la oscuridad/ alguien te rescatará para ir cantando. Y ahí esta el quid de la cuestión, ayudarnos mutuamente en la necesaria labor de rescate. Y si no encontramos ese brazo amigo, si no tenemos el consuelo a nuestro alcance, hay que agarrarse los machos y seguir. No sólo por nosotros, tal vez porque con el tiempo le seamos necesarios a alguien. Si los demás fracasaron en nuestro rescate, pervivamos para poder rescatar a quien lo merezca. ¡Resucitemos!

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Sacrificios innecesarios

Sacrificios innecesarios

Enero 2008

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Comentábamos ayer en una comida con un grupo de amigas y de amigos, las atroces crueldades a que llegaron algunas civilizaciones pretéritas.

Se cuenta que cuando los conquistadores españoles llegaron al Nuevo Continente, quedaron horrorizados por las prácticas utilizadas por los sacerdotes Mayas. Los templos aparecían manchados con la sangre de miles de víctimas de los rituales religiosos donde el Ah Nacom –sacrificador – presto a la orden del Ahuacán “señor serpiente” y máxima autoridad religiosa, abría los pechos de los inmolados para ofrecer el, todavía palpitante corazón del sacrificado, a unos dioses emplumados y feroces.

Aquellos excesos fueron impedidos por los nuevos dioses llegados de lejanas tierras, a golpes de arcabuz y de crucifijo.

Cambió el sistema pero no el objeto. Miles de seres humanos son “sacrificados” diariamente por las consignas de los iluminados que creen estar inspirados por alguna deidad o por alguna idea política a la que, no sólo ellos, que son sus adoradores, si no todos los demás estamos sometidos. Y me es igual referirme a designios divinos o a pesadillas terrenas. Nadie está absolutamente equivocado, pero nadie está en posesión absoluta de la verdad, sencillamente porque cada uno tenemos nuestra propia realidad.

[Benditos sean los que mueren por ayudar a otro ser humano]

Pero hay verdades que son universales y eternas. La libertad y la justicia son dos de ellas. La primera empieza y termina en el umbral de otras libertades; yo seré libre si mi entorno es libertario. No en el sentido anarquista de la supresión de todo gobierno y de toda ley, en el sentido de respeto de unas normas de convivencia que me permitan ejercer mi facultad de obrar y de responsabilizarme de mis propios actos de cara a los demás que también tienen sus derechos.

Si en nombre de una historia del medioevo, de la supremacía de una raza o de una religión, vienen a quitarme mi libertad, incluso a privarme de la vida, me río yo de la nobleza de cualquier causa por muy atractiva que resulte para otros. Si tan hermoso es el propósito, sin tan sublime el objetivo; si es tan divina la intención, que hagan como los antiguos mayas y se sometan voluntariamente ellos – los creyentes – a tan glorioso sacrificio. Pero cuando la bomba, la metralla asesina o el tiro en la nuca se destina a inocentes en nombre de libertades o justicias de dudosa credibilidad, la intención, además de asesina es cínica.

Admiro aquellos que se sacrifican estilo bonzo para reivindicar sus derechos. Benditos sean los que mueren por ayudar a otro ser humano, para conseguir un mundo mejor o para defender libertades y verdades universales. Pero aquellos que matan para imponer su verdad, su religión o su ideología, amparados en una sociedad que en la defensa de las libertades individuales les garantiza su propia defensa y les da oportunidad de expresar sus opiniones y su filosofía, no merecen el respeto de los amantes de la libertad, aunque – y esta es la gran y bella contradicción de la democracia – sí merecen la consideración y el perdón que ellos no darían.

[…pero el destino que decida el Pueblo, no una minoría iluminada y de incierta sabiduría]

Ante el asesinato vil y cobarde, aunque sea en defensa de algo sagrado para el asesino, uno se pregunta si aquella noche podrán conciliar el sueño los criminales, si después de una frugal cena, regada –eso sí – con Vega Sicilia, se puede dormir tranquilo. Y les voy a contestar: sí; porque los homicidas saben que la sociedad, tan injusta con sus reivindicaciones, tiene los mecanismos para proporcionarles unos recursos legales a los que los verdugos nunca renuncian, ni a las pensiones del Estado opresor, ni a los recursos económicos de los “colaboradores”.

Evidentemente la Historia está cargada de injusticias, muchos pueblos han sido sojuzgados y humillados por otros y por supuesto – y no es una contradicción con lo que escribo – tienen derecho a elegir su propio destino; pero el destino que decida el Pueblo, no una minoría iluminada y de incierta sabiduría. Si existen los medios democráticos para expresar opiniones y líneas políticas, ¿por qué no utilizarlos? ¿Acaso se teme al fracaso? o tal vez se tema más al posible éxito. Porque cuando las pistolas enmudecen hay que sujetarse los machos y empezar a trabajar por el Pueblo y para el Pueblo, sea del tipo que sea su RH. Hay que dar soluciones a estos problemas cotidianos tan aburridos y tan vulgares como construir carreteras o regular la inmigración.

Nada más patético que ver a un heróico asesino de antaño ejerciendo de funcionario en una ventanilla de información al público. ¿Se los imaginan rellenando un formulario para pedir tres días de moscosos para el puente de la Inmaculada?

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Escuchar no es entender

Escuchar no es entender

Octubre 2007

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«Porque escuchar no es lo mismo que entender, cada mañana levántate con la mejor música en tu idioma.»
Cadena Dial
Confieso, y con orgullo, que soy oyente de la Cadena Dial. Lo soy desde sus inicios, cuando sonaba “quisiera ser un pez…” de Juan Guerra. Lo soy por elección y por distracción, porque puedo imaginar a la mujer que amo mientras escucho. Uno de sus últimos eslóganes me ha dado mucho que pensar: “Porque escuchar no es lo mismo que entender…” reza el mismo.
El lema está dirigido a la promoción de las canciones en español y a los autores que cantan en castellano. Sin embargo, me da pie para hacer otro tipo de reflexiones más vitales con la secreta esperanza de que tengan una cierta trascendencia entre ustedes, amigas y amigos lectores.
Es obvio que escuchar no es sinónimo de entender. La comprensión como facultad para entender una cosa o como la capacidad de justificar los actos y sentimientos de otros es una actitud lauta y generosa para con nosotros mismos y para con los demás. Efectivamente, es espléndido poder analizar todo lo que nos dicen y extraer el meollo para obtener nuestras propias conclusiones.
Las nuevas generaciones son más proclives a dejarse “aconsejar”, sin analizar lo que oyen
Primero hay que saber escuchar. La falta de comunicación que muchos sufren, tan común en nuestros días, se debe en gran parte a que no sabemos escuchar a los demás. Oír es percibir las vibraciones de un ruido, puede ser un golpe o el sonido de un trueno. Escuchar precisa de un esfuerzo y entender significa sublimar este esfuerzo.
Nos han acostumbrado a bombardearnos con propuestas, informaciones y directrices con el insano objetivo de que las escuchemos pero que no seamos capaces de entender lo que esconden. Y no me refiero exclusivamente a publicidad que es el paradigma más sencillo del: oiga, calle y compre. Me refiero a las propuestas políticas, sociales, religiosas, costumbristas, consumistas, etc., etc. Y lo que es peor, las nuevas generaciones son más proclives a dejarse “aconsejar”, sin analizar lo que oyen. Tal vez por alineación o tal vez por pereza mental, permiten que sean los “pensadores oficiales” los que impongan sus despropósitos y, quién lo diría, sus propias contradicciones.
Si nos sentamos reposadamente para considerar lo que dicen los nuevos oráculos podemos pasar de la risa al llanto en un pis pas. ¿Se han dado cuenta de que la bolsa nunca se comporta como anuncian los especialistas del ramo? ¿Se han parado a pensar – y de eso es de lo que les hablo – lo mal que se explican los políticos? ¿Saben Uds.- y permítanme la necesaria exageración – que desde Pedro el Emitaño, ningún predicador se pone al frente de las acciones peligrosas que ellos mismos promueven? ¿No se llenan de rabia cuando una Compañía de Servicios Públicos presume de enormes beneficios y a la semana siguiente deja sin suministros a una gran ciudad por la deficiencia de sus obsoletas infraestructuras? ¿No se les remueve el estómago cuando los bancos cobran atroces comisiones por pequeños descubiertos de clientes humildes y condonan grandes sumas a los cresos? ¿No les conmueve ver gente muriendo de pandemias para las que los laboratorios multinacionales tienen el remedio? Si todo esto es terrible, es mucho peor permitir que nos lo cuenten según les convenga y más detestable todavía es escucharles sin tan siquiera tratar de entender lo que hay detrás.
El reto es sencillo: hay que decir medias verdades que parezcan mentiras y medias mentiras que parezcan verdades
No amigos, no. En Nicea los componentes de la primera cruzada fueron emboscados y aniquilados por los turcos selyúcidas y miren por dónde, Pedro el Ermitaño sobrevivió. Bin Laden sigue lanzando proclamas… por televisión y bien oculto. El presidente de Endesa, Manuel Pizarro, esgrime la Constitución Española cuando considera que una Opa puede fastidiarle sus intereses, pero ni la menciona cuando 3 millones de habitantes se ven afectados por falta de suministro; tal vez considere que unos tienen más derechos que otros. Los laboratorios instan “legalmente” a los países de Tercer Mundo para que dejen de fabricar genéricos. Los programas basura de todas las televisiones nos insisten en las “desgracias” e infidelidades de los ricos y famosos, para confirmar el adagio de que: “los ricos también lloran”. Y miren Uds., todo esto es aceptable, lo inaceptable es, que intenten justificarlo con excusas tan variopintas como el derecho a la información, al de la propiedad, al del justo beneficio o al de la libertad de opinión… eso sí, sesgada.
Dijo el gran Antonio Machado: ¿Dijiste media verdad? Dirán que mientes dos veces si dices la otra mitad. Por tanto el reto es sencillo: hay que decir medias verdades que parezcan mentiras y medias mentiras que parezcan verdades. Y lo siguen al pie de la letra. Pero ahí estamos nosotros los oyentes, los escuchadores, los sufridos receptores, que, para nuestra suerte, disponemos de la facultad del entendimiento ¡utilicémosla! Seamos capaces de comprender, de opinar y de discernir.
Por otro lado y puestos a esgrimir la potestad del entendimiento, seamos generosos y tolerantes para admitir los actos ajenos y analizar las razones y sentimientos de los demás; siempre y cuando, no afecten a los nuestros. Tratemos de comprender a la cansina oposición – oposición intemporal, hoy son unos, mañana pueden ser otros – cuando sólo esgrimen errores de los gobernantes y no ofrecen una alternativa.
Adivinemos – es fácil – cuales son las motivaciones de los grandes bancos para favorecer siempre al que más tiene. Atendamos los plañideros argumentos de las multinacionales del sector cuando se lamentan de que se fabriquen medicamentos de los que tienen la patente. Admitamos que los repelentes espacios- basura de las televisiones tienen su público. Aceptemos que cada cual tenga y esgrima las creencias que considere. Pero pongamos tres condiciones: la primera, que no pongan en peligro ni nuestra seguridad ni nuestros derechos; la segunda, que se nos tolere y respete en la misma medida en que nosotros lo hacemos y la tercera, que no nos hagan comulgar con ruedas de molino o como diría Sabina: “que no te duerman con cuentos de hadas”. Para asegurarse de que esto sea así, escuche, analice, entienda y opine. Pero recuerde: Escuchar, aunque parezca lo mismo, no es sinónimo de entender.

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Tempus Fugit

Tempus Fugit

Septiembre 2007

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Desconocido, si al pasar junto a mí deseas hablarme
¿por qué no has de hablarme?
¿y por qué no he de hablarte?
Watt Whitman
Sonaba una canción en los años 50, cuyo título es lo de menos, que poco más o menos, decía:… y el tiempo corre que es un primor y mientras tanto pasa el amor…
Sobre esta lucha constante y diaria que mantenemos contra los ladrones del tiempo, cada uno de nosotros tiene un punto de vista distinto. Algunos viven como si fuesen a ser eternos, se proyectan objetivos para dentro de treinta o cuarenta años, eso que llamamos futuro – y no me refiero sólo a las consabidas hipotecas, eso es el futuro de las constructoras y de los bancos -. Queremos pensar que nunca es tarde para cambiar de hábitos, para hacer aquello que tanto hemos deseado, para detenernos a pensar en nosotros mismos… y el tiempo corre que es un primor.
Nos prometemos que un día trataremos de entablar conversación que aquella persona con la que nos hemos cruzado miles de veces y que ha despertado nuestro interés o nuestra simpatía. ¿Será cómo imagino? ¿Cómo piensa? ¿Cuáles son sus anhelos? Averígüelo. Aplazamos de nuevo esa visita a la madre o al padre que se viene demorando con la excusa de nuestras ocupaciones, retrasamos la llamada a esa amiga que vive lejos o la reconciliación con el primo con el que nos discutimos la última Navidad… y mientras tanto pasa el amor.
Algunos viven como si fuesen a ser eternos, se proyectan objetivos para dentro de treinta o cuarenta años
¿Y que pasa con aquel viaje a la Patagonia, que deseamos desde niños? ¿A que esperamos para escribir aquel poema que nos ronda por la cabeza y nos encoge el corazón? El pasado es sólo experiencia, el futuro no existe, sólo hay presente; presente continuado.
Les cuento una anécdota. A mediados de los años 60 trabajaba en un hotel de lujo de las Ramblas de Barcelona. La dirección aprovechaba mi interés y ambición profesional, y la incondicionalidad de mi juventud, para convertirme en el “hombre orquesta”. A los 20 años era jefe de Reservas, Relaciones Públicas y un largo etc., de responsabilidades del Hotel Manila. Un día, me dieron una ZEISS IKON para que inmortalizara el paso de los clientes famosos por el hotel. Armado con la cámara y con un cuadernillo de rayas, fotografiaba y hacia una pequeña entrevista a los huéspedes de cierta notoriedad; en ocasiones, terminaba pidiéndoles que firmasen en el libro de oro del establecimiento. Eso me permitió conocer personalmente a un buen número de personajes famosos de la época.
Uno de los que más me impacto fue el genial Salvador Dalí. En mi doble condición de “entrevistador” y jefe de Reservas, tuve ocasión de hablar con él varias veces. El de Figueres me trataba con una consideración exquisita, muy lejos del trato soberbio y afectado con que se dirigía a los demás. Siempre quería que le atendiera yo y recuerdo que siempre me hablaba en catalán, cosa nada habitual con otras gentes. A mí me llenaban de orgullo aquellas deferencias que no habían pasado inadvertidas para mis compañeros.
Por eso, la importancia de amar y vivir en presente, porque nadie sabe que nos deparará el ¿mañana?
Durante una de las visitas del genio de Cadaqués, el director del establecimiento, conocedor de mi “amistad” con el artista, me rogó que le solicitase un dibujo para el libro de oro. Así lo hice y don Salvador dibujó un magnífico Quijote. En ello estaba cuando el director desde su despacho me pidió para él otro dibujo. Tengamos en cuenta que al pintor no le gustaba nada que abusaran y que era muy capaz de montar un zipi zape por menos de nada. Yo hacía tiempo que barajaba la posibilidad de hacerle la misma petición; sin embargo, valoré que la confianza de don Salvador en mí se basaba en que me veía como un amigo y no como otro cazador de autógrafos, que me constaba, no despertaban en él ninguna simpatía. Por tanto, había optado por esperar su ofrecimiento que supuse que tarde o temprano llegaría. No obstante y como no era para mí, traslade la petición de mi jefe.
• ¿Tienes interés en quedar bien?, me dijo, acariciándose la engomada punta de sus bigotes – antena.
• Sí, respondí tímidamente
• Bien, por el mismo precio le dibujaré también el caballo.
De su trazo aparentemente fácil e indiscutiblemente genial, surgió la figura de don Quijote a lomos de su inseparable Rocinante. Yo le sonreí agradecido y me prometí mentalmente, pedirle, en su siguiente visita, un dibujo para mí. Fue la última vez que vi a Salvador Dalí.
No dejen para mañana lo que puedan escribir hoy
Hoy, ante el espacio vacío de la pared, donde debería colgar la ilustración de mi viejo amigo, me consuelo sabiendo que otros tienen sus obras, pero yo gocé de su amistad. Sin embargo, pienso en la ocasión perdida; no como la posesión de un dibujo daliniano, sí como la carencia intuitiva de no haber imaginado que, a veces, no hay otra oportunidad. Por eso, la importancia de amar y vivir en presente, porque nadie sabe que nos deparará el ¿mañana? Carpe diem, decía Horacio. Vivan el momento, les sugiero yo a ustedes. No esperen que sea sólo el tiempo quien les de las soluciones, pongan mucho de su parte. El reloj de la vida es caprichoso y, a veces, corre más que Alonso.
Permitan que les hablen esos desconocidos a quien hace años conocen, no consientan que pase el amor sin disfrutarlo; no dejen para mañana lo que puedan escribir hoy; vayan a ver a Serrat y a Sabina antes que acaben su gira. Yo, por de pronto, voy a decirle algo bonito a la mujer del vestido rojo. Ya les contaré que pasa…

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Tempus Fugit

Ciudadanos acorralados

Septiembre 2007

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Cuando George Orwell describió en su celebrada novela 1984 la figura controladora del Gran Hermano, trató de hacer comprender lo terrible de la pérdida de la libertad de acción y de pensamiento, sometida a un poder supremo que impone sus leyes y además juzga. El pensamiento único, la alineación y la vigilancia constante eran los objetivos para una sociedad que se presumía avanzada y desarrollada.
Sed quis custodiet ipsos custodes
Juvenal
Pensar que el anuncio de aquel británico, nacido en la India, militante del P.O.U.M y admirador de la resistencia de Catalunya durante la Guerra Civil, fuese realidad algún día quedaba dentro de la más  pura ficción literaria. Sin embargo el tiempo le ha dado la razón. Hoy, en cualquier ciudad occidental y todos los lugares  que dispongan de la cobertura tecnología precisa, los pasos de los ciudadanos están vigilados y su privacidad más elemental violada sistemáticamente.

Los vigilantes
En nombre de la seguridad y siempre por “nuestro bien”, cámaras, controles electrónicos, satélites y demás elementos de escucha y análisis observan nuestros movimientos, escuchan nuestras conversaciones o leen nuestra correspondencia. El simple rastreo de nuestras tarjetas de crédito proporciona más información que nuestro currículo o nuestro diario íntimo. Desde el cielo – con eso se cumplen las profecías de las religiones mayoritarias – se nos vigila y no son seres celestiales, sino policiales. Una cámara de cualquier helicóptero policial no sólo puede grabar una infracción de tráfico, también puede obtener una imagen lo suficientemente precisa para ver con claridad la postura de los ocupantes del vehículo, incluso lo que se traen entre manos; si en cambio, usted decide pasear por su ciudad y besar a su novia en una esquina, lo más probable es que alguna cámara grabe sus actos impunemente y  todo ello sin necesidad de autorización judicial.
Es evidente que los avances tecnológicos y las posibilidades que aportan son de gran ayuda para la seguridad ciudadana, la reciente captura de un solitario atracador de bancos en Portugal, fue gracias a las grabaciones de las sucursales atracadas en la vecina España; sin embargo, tales grabaciones fueron obtenidas dentro del recinto bancario y es un derecho, incluso una obligación de seguridad. Pero la invasión de la vida privada del individuo por la simple presunción de delito o la obtención de datos para un mejor posicionamiento comercial o industrial, nada tiene que ver con la seguridad ciudadana y mucho con su inspección.
Desde el cielo – con eso se cumplen las profecías de las religiones mayoritarias – se nos vigila y no son seres celestiales, sino policiales
Amparados por los temores a un atentado terrorista, Scotland Yard ha inventado un sofisticado sistema de imágenes para las calles y  las estaciones de metro londinenses y que ha servido de ejemplo para tros países europeos, como el francés, que está instalando  4 mil cámaras de video en todos los barrios de Paris; además, Sarkozy  prepara en un proyecto de ley antiterrorista basado en la legislación británica. El proyecto alemán de colocar cámaras de grabación en los transporte públicos de Berlín es otro de los ejemplos. Tal vez el más significativo sea que el Gobierno de Bush  ha aprobado que la policía pueda controlar e-mail y teléfonos particulares sin orden judicial.

El más grande de los vigilantes
Muy pocos años después de la fecha anunciada en la novela de Orwell, el mismísimo Parlamento Europeo tenía que aceptar la realidad de que nuestros movimientos, llamadas telefónicas, mensajes electrónicos, etc., etc., están constantemente controlados usurpando nuestra intimidad y nuestra libertad de pensamiento.
En efecto, en el acta de 5 de septiembre de 2001, – sólo seis días antes de los atentados del 11de septiembre – se reconoce la existencia de ECHELON. Bajo ese nombre se esconde un entramado sistema de interceptación de comunicaciones privadas y comerciales a nivel global. Las informaciones recogidas por una Comisión nombrada al efecto descubrían la presencia del Gran Hermano controlador, juez y parte, y en que participaban sus desleales – puesto que nunca pidieron permiso – aliados: EE.UU., Reino Unido, Canadá, Australia y  Nueva Zelanda,  que tras un acuerdo denominado UKUSA, decidieron crear ECHELON para saber que pensaba y de que hablaba el mundo.
ECHELON pasaba por ser la red del espionaje de señales (Sigint, Signals Intelligence) consagrada a interceptar las comunicaciones vía satélite. Sin embargo los documentos del Parlamento Europeo destapaban que bajo este nombre se escondía toda una red de espionaje, el llamado Sistema de Espionaje de Señales de los Estados Unidos (United States Sigint Sistem; USSS) y que bajo su capa se escondían la famosa Agencia Nacional de Seguridad (NSA) norteamericana,  la CIA y departamentos especiales de la Armada y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
La Eurocámara recomendaba a sus ciudadanos encriptar las comunicaciones para evitar este espionaje. Asimismo, solicitó de los Estados miembros  acciones para impedir las acciones de ECHELON.

¿Qué es ECHELON?
La presencia de ECHELON fue hecha pública en 1976 por Winslow Peck, redactor de un informe para el Parlamento Europeo, donde advertía de la existencia de una red de espionaje tecnológico a nivel global. Los  principales fundadores del sistema, EEUU y Reino Unido ya tenian durante la Segunda Guerra Mundial un complejo entramado de servicios de inteligencia. Al acabar la contienda, ambas potencias rubricaron un compromiso  secreto llamado el Pacto UKUSA (United Kingdom-United States of América). Firmado en 1948, contó posteriormente con Canadá, Australia y Nueva Zelanda y  su existencia no fue oficialmente  reconocida hasta 1999.
ECHELON pasaba por ser la red del espionaje de señales (Sigint, Signals Intelligence) consagrada a interceptar las comunicaciones vía satélite
Durante los años de la llamada guerra fría, los países firmantes del pacto UKUSA cultivaron el espionaje de señales para controlar a los soviéticos y sus aliados del Pacto de Varsovia. Utilizaron antenas de alta frecuencia para enterarse de las informaciones de radio procedentes de Este; además utilizaron novedades electrónicas para interceptar las informaciones trasmitidas por cables submarinos y averiguar el poder nuclear soviético.
Posteriormente, estos mismos países decidieron crear una red de espionaje que asegurara el control absoluto de las comunicaciones, aunque esto significara un atentado contra la privacidad individual y colectiva. Esta red de espionaje y análisis tenía que poder  interceptar las comunicaciones electrónicas Urbi et Orbi.

Con “buena” intención
La criatura fue creada en su génesis  para interceptar las comunicaciones militares y diplomáticas de la Unión Soviética y sus aliados, pero pronto derivó para el espionaje económico y la invasión de privacidad a escala global.
La década de los setenta fue al de primeros satélites comerciales con  destino a las comunicaciones mediáticas y usos civiles. La cooperación internacional llevó al lanzamiento de los primeros satélites INTELSAT y posteriormente el de otras redes como Inmarsat, Eutelsat, o el Arabsat. En esta fase se creó la red de espionaje ECHELON y una de sus primeras acciones fue la instalación de una nueva antena parabólica gigante en una de sus bases  para interceptar las emisiones del  INTELSAT. Inmediatamente se equipó con computadores a los que se dotó de un software designado «Diccionario» y que se utilizó para distinguir los mensajes en función de disparejas palabras clave.
En el presente, según sus responsables, la máxima dedicación de ECHELON está en la búsqueda de pistas sobre temas de terrorismo, narcotráfico o para el uso de los servicios de inteligencia y de diplomacia. Todo el proceso es controlado y manipulado por la NSA (National Security Agency). Esta agencia nacional tiene cerca de 100.000 empleados a nivel mundial,  en  Fort George Meade en Maryland (Estados Unidos), sede central de la NSA, y en la base británica de Menwith Hill (al norte del condado de Yorksire, Inglaterra) trabajan la mayor parte de ellos. Estamos ante la mayor organización de espionaje del mundo y, probablemente, de todos los tiempos.

¿Cómo funciona?
Los componentes de UKUSA han montado estaciones de intercepción electrónica y satélites espaciales para atrapar las señales emitidas por radio, satélite, microondas, teléfonos móviles y fibra óptica. Los imputs capturados son  procesados por potentes servidores de inteligencia artificial como el MEMEX – dotados de los famosos diccionarios -, programados para detectar expresiones especiales en cada de las  comunicaciones: palabras, frases, direcciones, secuencias numéricas, incluso voces y sonidos específicos. La red intercepta conjuntos de información indiscriminadamente, un sistema de reconocimiento automático de voces, denominado Oratory, puede detectar una voz en particular. Asimismo, dispone de extensos diccionarios en muchas lenguas para revelar esas palabras clave.
Cada país de la alianza UKUSA tiene fijada un  área  planetaria. Por ejemplo, Canadá controla el área meridional de la antigua Unión Soviética. Los Estados Unidos, disponen de satélites espías y puertos de escucha capaces de asumir el control de gran parte de Latinoamérica, Asia, Rusia asiática y el norte de China. Gran Bretaña se ocupa de Europa, la parte occidental de Rusia y el continente africano. Los australianos  dedican su tiempo a escuchar las comunicaciones de Indochina, Indonesia y el sur de China. Por último, Nueva Zelanda atiende las conversaciones del Pacífico occidental.
Si consultan en algunas páginas de Internet donde aparecen los diccionarios de ECHELON, encontraran palabras tan “peligrosas”, como poesía, amor o pensamiento
Aunque parezcan consagrarse a otros menesteres, 120 estaciones fijas y un número desconocido de satélites geoestacionarios, están dedicados a saber los que medio mundo dice al otro medio, sus antenas  captan las ondas electromagnéticas y las trasmiten a un lugar central para su procesamiento.
Los mensajes se acopian  aleatoriamente y se procesan mediante los diversos filtros buscando palabras clave. El procedimiento, – llamado «Control estratégico de las telecomunicaciones» – prevé la búsqueda de esas frases y adjetivos que tanto asustan al Gran Hermano. Si consultan en algunas páginas de Internet donde aparecen los diccionarios de ECHELON, encontraran palabras tan “peligrosas”, como poesía, amor o pensamiento. Ya no les digo nada de libertad, revolución, rebeldía o ideario; todos ellos son epítetos merecedores del desasosiego y la vigilancia del sistema.
Cualquier sistema público de envío de datos está controlado. Los ordenadores de cualquier aeropuerto de uso para  pasajeros, todos los documentos  de tramitación a Instituciones públicas,  todos nuestros e-mails o nuestras llamadas telefónicas, pueden ser interceptados y filtrados. Cualquiera de nosotros puede entrar en la lista de ciudadanos a vigilar. Como ven no estamos solos.

Las excusas
El terrorismo, el narcotráfico o la pornografía sirven como excusa válida para los servicios de espionaje de ECHELON y sin embargo cada día que pasa hay más terrorismo – incluidos los movimientos racistas y fascistas -, más narcotráfico y más páginas de contenido pornográfico, incluidas la prostitución infantil y pederastia en la red. Tienen que ser los Hackers  blancos los que adviertan a las policías europeas de la existencia de este tipo de páginas o los medios de comunicación los que se encarguen de propagar  las apariciones de abusos y asesinatos racistas, léase el caso reciente de las ejecuciones en Rusia o los hechos de Abu Grain. El mismísimo MI5 – el servicio secreto británico- se apoya con los Hackers para barrer sitios islamistas de Internet.
Mientras tanto, docenas de satélites y más de un centenar de estaciones se preocupan de que usted hable de amor o diga más de tres veces la palabra poema. La actividad pública y privada, incluida la empresarial, están sujetas a  vigilancia alegal.
ECHELON asegura que sólo investiga en las telecomunicaciones civiles alguna información sobre terrorismo y narcotráfico. Potentes ordenadores rastrean las comunicaciones interceptadas en busca de palabras clave (hotkeys) que se ajustan a los contenidos de los «Diccionarios». Sin embargo, como resulta innegable,  se ha utilizado el sistema para  fines conexos con el espionaje industrial o el acoso político.
El sistema fue conocido públicamente desde el año 98, fue la Fundación Omega, una empresa dedicada a estudios de mercado, la autora del  informe encargado por el Parlamento Europeo. En dicho informe se avisa que en Europa todas las comunicaciones de teléfono, fax, correo electrónico o videoconferencia pueden ser rutinariamente interceptadas por la NSA, advirtiendo que el sistema está desarrollado para controlar gobiernos y objetivos civiles: organizaciones, empresas y ciudadanos de pie.

La respuesta europea
La UE ha creado su propio servicio secreto: ENFOPOL. La red de espionaje de  Europa tiene los mismos objetivos y fines que su “hermano mayor”. La puesta en marcha de  ENFOPOL fue ratificada por todos los países miembros de la Unión Europea en 1995 (ENFOPOL 112 100037/95) aunque ninguno de ellos lo confirme. Su vida carece de debate público. Una resolución referente a la interceptación reglamentaria de las telecomunicaciones por el Parlamento Europeo, fechada en 1995, es el “instrumento legal” en que se basa  ENFOPOL. La pertenencia al grupo espía  no tiene carácter obligatorio pero  un grupo de países ya conforma el llamado «espacio Enfopol»,  que se irá acrecentando a medida que más estados se vayan añadiendo.
La información no podrá hacerse  pública – ¡sólo faltaría! -, pero tampoco tienen la obligación de decir a quién se la proporcionan
Por supuesto esta organización trata de imponer sus pautas a todos los operadores europeos de telefonía fija y móvil, que no tiene demasiados inconvenientes en admitirlas puesto que su negocio es otro. Estas empresas facilitan a la policía secreta europea el acceso absoluto a las comunicaciones de sus usuarios y la información sobre números marcados y números desde los que se llama. Internet no se libra del tema y los proveedores facilitan  «la puerta de atrás» para que ENFOPOL pueda acceder a los ordenadores privados cuando precise. Los operadores están asimismo obligados a notificar los datos personales,  correo electrónico y claves privadas. Por supuesto, la información no podrá hacerse  pública – ¡sólo faltaría! -, pero tampoco tienen la obligación de decir a quién se la proporcionan. Lo más terrible es que para ello no es imprescindible una orden judicial.

Los derechos del ciudadano
ECHELON e INFOPOL pueden ser necesarias en la sociedad confusa y peligrosa que habitamos, tal vez alguno de ustedes se sienta más seguro después de haber leído este informe; sin embargo, otros pensaran – no sin razón – que tanto control ponen en un grave peligro los derechos de los ciudadanos, su libertad de expresión y  el inalienable derecho a la privacidad. Debemos tomar conciencia de que los datos sobre nuestras actividades, procesados y almacenados en los servidores de los Grandes Hermanos pueden ser utilizados por los “vigilantes” cuando y como convenga; nuestros gustos, en que nos gastamos el dinero, cómo y dónde trabajamos y a que dedicamos el tiempo libre, son informaciones que pueden carecer de importancia hoy y que sin embargo pueden ser muy significativas para ese futuro que cantaba Orwell.
Muchas organizaciones y ciudadanos de todo el mundo se movilizan en defensa de las libertades civiles y los derechos humanos versus el insaciable ojo de los Grandes Hermanos.  Porque como dijo Juvenal: ¿Quién vigilará a los propios vigilantes?
TRANSCRIPCIÓN DE LA RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO DEL 5-11-2001
Resolución del Parlamento Europeo sobre la existencia de un sistema mundial de interceptación de comunicaciones privadas y comerciales (sistema de interceptación ECHELON) (2001/2098(INI))
El Parlamento Europeo,

  • 1. Afirma, sobre la base de las informaciones recogidas por la Comisión temporal, que ya no cabe ninguna duda en cuanto a la existencia de un sistema de interceptación mundial de las comunicaciones que funciona con la participación de los EE.UU., del Reino Unido, del Canadá, de Australia y de Nueva Zelanda, en el marco del Acuerdo UKUSA;
  • 2. Insta al Secretario General del Consejo de Europa a que presente al Comité de Ministros una propuesta para proteger la vida privada garantizada por el artículo 8 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales adaptada a los métodos de comunicación e interceptación existentes en la actualidad mediante un protocolo adicional o, conjuntamente con las disposiciones relativas a la protección de los datos, en el marco de una revisión de la Convención relativa a la protección de los datos, con la condición de que ello no se traduzca en una reducción del nivel de protección establecido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ni en una reducción de la flexibilidad necesaria para adaptarse a futuros cambios de la situación;
  • 3. Pide a los Estados miembros cuyas leyes reguladoras de la capacidad de interceptación de los servicios secretos contengan disposiciones discriminatorias en materia de protección de la intimidad que proporcionen a todos los ciudadanos europeos las mismas garantías jurídicas relativas a la protección de la vida privada y de la inviolabilidad de las comunicaciones;
  • 4. Insta a los Estados miembros de la Unión Europea a que creen una plataforma, compuesta de representantes de los organismos nacionales competentes para el seguimiento de los resultados de los Estados miembros en cuanto el cumplimiento de los derechos fundamentales y de los ciudadanos, para examinar la coherencia de la legislación nacional sobre los servicios de inteligencia con el Convenio Europeo de Derechos Humanos y la Carta Europea de los Derechos Fundamentales, para examinar las disposiciones legales relativas al respeto del secreto postal y de las comunicaciones, y para llegar a un acuerdo sobre una recomendación a los Estados miembros sobre la elaboración de un Código de Conducta que garantice a todos los ciudadanos europeos que residan en el territorio de los Estados miembros la protección de la vida privada proclamada como derecho en el artículo 7 de la Carta Europea de los Derechos Fundamentales y que, además, garantice que los servicios de inteligencia desarrollen sus actividades en el respeto de los derechos fundamentales, de modo que se correspondan con las disposiciones recogidas en el Capítulo 8 del presente informe, en particular en el apartado 8.3.4, y derivadas del artículo 8 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales; hace hincapié en la necesidad de elaborar normas comunes que se adapten mejor a las exigencias de protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos de la Unión, más rigurosas que las que garantiza el artículo 8 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales;
  • 5. Insta a los Estados miembros de la UE a que en la próxima Conferencia Intergubernamental adopten la Carta Europea de los Derechos Fundamentales como derecho vinculante y defendible ante los tribunales, para así elevar el nivel de protección de los derechos fundamentales, especialmente en relación con la protección de la intimidad;
  • 6. Pide a los Estados miembros del Consejo de Europa que adopten un protocolo adicional que permita la adhesión de las Comunidades Europeas al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales o que reflexionen sobre otras medidas que eviten conflictos de jurisdicción entre los Tribunales de Estrasburgo y de Luxemburgo;
  • 7. Entretanto, insta a las instituciones de la UE a que en el ámbito de sus respectivas competencias y actuación apliquen los derechos fundamentales recogidos en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales y protocolos adicionales y en la Carta;
  • 8. Insta al Secretario General de las Naciones Unidas a que encargue a la comisión competente la presentación de propuestas que adapten a la evolución tecnológica el artículo 17 del Pacto internacional sobre los derechos cívicos y políticos, que protege la vida privada;
  • 9. Considera necesarias la negociación y la firma de un convenio entre la Unión europea y los EE.UU. por el que se establezca que cada una de las partes respeta en relación con la otra las disposiciones de protección de la vida privada de los ciudadanos y de la confidencialidad de las comunicaciones de las empresas que se aplican a sus propios nacionales y empresas;
  • 10. Insta a los Estados Unidos a que firmen el Protocolo adicional al Pacto internacional sobre los derechos cívicos y políticos, de modo que se puedan presentar ante la Comisión de Derechos Humanos creada en aplicación del Convenio las quejas presentadas por particulares contra los Estados Unidos por violación de este Pacto; pide a las ONG de los Estados Unidos pertinentes, en particular a la ACLU (American Civil Liberties Union) y al EPIC (Electronic Privacy Information Center) que ejerzan presiones ante el Gobierno estadounidense en este sentido.

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El chiringuito

El chiringuito

Agosto 2007

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Escribir en los meses de verano puede ser duro, uno prefiere mirar al horizonte, otear en busca de alguna vela e imaginar una historia de amor y celos entre el naucher y su invitada sobre la cubierta de la nave; sin embargo, al final, se inclina por reservarla para otra ocasión y se entrega de nuevo al “dolce fare niente”.
Y perdonen la utilización del vocablo naucher, en vez de patrón que es más cercano y hasta, si me apuran, más marinero; pero la reciente celebración de la America´s Cup en aguas de Valencia ha aportado palabras y costumbres nuevas a las sobremesas del telediario y en las tertulias cafeteras. Se habla del viento térmico, de la última regata, ¡de los picos de velocidad a 18 nudos! ¡Pero hombres de Dios, a cuánta gente le gusta la navegación!
Me consuelo, sin moverme de mi posición de ojeador marino, pensando que el millón de visitantes que ha tenido la ciudad del Turia bien merecen una buena regata, pero de eso a estar todos pendientes de que si Bertorelli aceptará el desafío de volver a Valencia con el Alinghi me parece una exageración propia de nuevos ricos. Por cierto ¿dónde entrena el Alinghi?, porque creo que Suiza anda escasa de mares y océanos.
El chiringuito es un invento del que todos hemos disfrutado alguna vez
Todas estas divagaciones tienen como propósito seguir maquinando y no moverme de la playa. No obstante, la conciencia es tenaz e inquisidora y uno se levanta ceremoniosamente de la toalla protectora y avanza sobre el sábulo dispuesto a dialogar con su ordenador. Por fortuna, en el trayecto a casa, aparece una figura familiar, algo real en las necesidades veraniegas del Pueblo, un oasis en mitad de la arena mediterránea: el chiringuito. Y antes de que cante una sirena, ya está la jarra de cerveza en tus manos.
El chiringuito es un invento del que todos hemos disfrutado alguna vez. Los hay elegantes o modestos; limpios o típicos; de arena o de paseo; pero todos cumplen con su obra de misericordia: dar de beber al sediento (eso sí, cobrando). Algunos, ampliando sus virtudes, añaden los de restauración a sus servicios. Entonces, con el completo, el ordenador deberá aguardar un par de horas más, mientras uno degusta marisco y “blanco pescador” – tan sólo para adormilar a la conciencia -.
Pero, ¿de dónde sale el nombre de chiringuito”? ¿A quién debemos su acuñación? El tema es complejo y de dudosa procedencia.
En Cuba y Puerto Rico se utiliza una voz, de origen puramente antillano, para referirse coloquialmente a algo pequeño, corto y escaso: chiringo o chiringa – les ruego se abstengan de hacer chistes fáciles -. Parece ser que, en el siglo XIX, cuando se pedía un café no demasiado largo o un chorrito de ron, se utilizaba esta palabra como acepción. Con el tiempo, el sustantivo en cuestión, degeneró en chiringuito y el nuevo vocablo sirvió para solicitar un aromático café cubano. Así nos lo contaba un gran escritor y enorme articulista.
Conocí a César González Ruano en Barcelona; fue a principio de los años 60, yo era un crio que trabajaba de botones en un hotel de las Ramblas, que entonces se llamaba Manila; el nombre le venía dado por que el presidente de su Consejo de Administración, Don Luis María de Zunzunegui, lo era también de la vecina Compañía de Tabacos de Filipinas.
En Cuba y Puerto Rico se utiliza una voz, de origen puramente antillano, para referirse coloquialmente a algo pequeño, corto y escaso: chiringo o chiringa
La primera vez que vi a Don César quedé impresionado; elegante, más bien bajo, su delgada figura un tanto inclinada hacia delante, aparentaba un junco a medio despuntar; lucia un bigote escaso y encanado, recortado de una forma peculiar en las puntas; la uña del dedo meñique, amarillo por la huella del tabaco, no recuerdo si de la mano derecha, de la izquierda o tal vez de ambas, era extremadamente larga, a modo de las de Fu Man Chu, un chino made in Hollywood. Su salud andaba muy desleída, se le notaba en el rostro anguloso y cansado. Seguía fumando, a pesar de una persistente tos.
Me causaba cierta aversión la extensión del apéndice, me la imaginaba hurgando en el pabellón auditivo o rasguñando en la casi trasparente piel del escritor.
La verdad es que no me cayó simpático; tampoco su carácter invitaba a ello. Sin embargo, en cuanto me enteré de quién era aquel cliente, cambié mi primera percepción. Aquel personaje, iconoclasta y tremendamente egocéntrico, era algo más que un periodista. Sus artículos eran bellísimos, pero sus entrevistas eran insuperables. Aparecían los domingos en La Vanguardia y eran un prodigio de claridad y desnudez. Porque, Ruano, desnudaba paciente y lentamente a sus entrevistados y al finalizar la lectura parecía como si les conocieses de toda la vida.
Posteriormente supe que había sido corresponsal en Berlín por los años treinta y que había conocido personalmente al dictador alemán. Su vida en París, su arresto por parte de la Gestapo y su confinamiento en 1942 en la cárcel de Cherhe-Midi, aumentó mi admiración por el poeta. Moriría poco después en el 63.
Pero regresando de la disgresión y volviendo a nuestro tema, fue, precisamente González Ruano quién “inventó” el chiringuito. Vivió durante parte de los años 50 en Sitges, en el número 23 de la calle Mayor, era un enamorado de la noches sitgetanas que consumía entre charlas, alcohol y pitillos; bien entrada la mañana se sentaba en un establecimiento del paseo, cara al Mediterráneo y allí degustaba algunos frutos de mar que se abrían paso entre sus disipados intestinos. El negocio disponía de una simple barra y media docena de mesas, Ruano lo rebautizó.
Puede decirse que este establecimiento de La Blanca Subur (supuesta localidad romana que algunos sitúan en lo que hoy es Sitges) fue la madre de todos los chiringuitos
Puede decirse que este establecimiento de La Blanca Subur (supuesta localidad romana que algunos sitúan en lo que hoy es Sitges) fue la madre de todos los chiringuitos; éste fue el primero y un mural, en su parte posterior – la que da al paseo – nos lo recuerda, junto a la participación de Ruano y la supuesta acepción cubana del nombre.
La verdad es que, la nomenclatura “inventada” por el madrileño errante, ha recibido una universal aceptación y en cualquier parte de la Europa turística, sobre todo los países mediterráneo, todo el mundo conoce su significado.
Por mi parte, siguiendo el canon de admiración por el autor de “César o nada”, sigo siendo fiel a los chiringuitos playeros.
Solamente dos veces decayó mi predisposición. La primera fue durante el verano del 70; andaba yo de subdirector en un hotel de Salou. El edificio estaba en primera línea de playa, los clientes sólo tenían que atravesar una terraza para llegar a la arena; a unos metros de la zona del hotel, había un chiringuito de los que catalogo como típicos. Como reclamo publicitario tenían un monito – creo recordar que era un tití – que sujeto de una cuerda se pasaba el día haciendo monadas – como era su obligación – algunos niños se acercaban y, en ocasiones, el bicho les enseñaba sus afilados colmillos y de ahí no pasaba la cosa.
Muchos de los clientes del complejo eran ingleses; un matrimonio de mediana edad pasaba las vacaciones en compañía de un travieso niño de nueve años que jugaba, siempre desnudo, por la playa. El pequeño británico tenía una verdadera obsesión por el primate y se acercaba todo lo que podía al cautivo y, parece ser, que éste tenía la misma fijación por cierta prominencia del pequeño. El caso es que, una mañana, el mono consiguió su propósito y mordió salvajemente a la criatura en salva sea la parte. Por fortuna y aunque el estropicio fue considerable, el médico de Salou pudo salvar el futuro del pequeño inglés.
Nunca una cerveza costó tantas neuronas como con la conjunción alcohol, calor y Dan
La guardia civil, alertada por mi llamada, se personó a los pocos minutos; clausuraron el chiringuito y se llevaron al mono de marras. A los tres o cuatro días se reabrió el establecimiento, del agresor nunca más se supo y el pequeño negocio, maldito por el suceso, no se recuperó del percance.
Pasarían treinta años para llegar a la otra ocasión en que dejé de frecuentar esos garitos de playa, fue recientemente, creo recordar que en el 2000, cuando un tal Georges Dan popularizó una canción que fue el “bodrio del verano”, su título: “El chiringuito”. En todos los lugares, sonaba profusa y machaconamente el odiado estribillo. Nunca una cerveza costó tantas neuronas como con la conjunción alcohol, calor y Dan. Confieso haber deseado en más de una ocasión, la reaparición salvadora de la benemérita y el consiguiente arresto del “violador de la trompa de Eustaquio”.
El verano siguiente, dormitando la terrible melodía en los CD que nunca vuelven a ponerse, (hasta que algún productor televisivo, nostálgico y nada imaginativo, los rescata del baúl de los recuerdos), regresé a la sombra protectora y refrescante de los chiringuitos.
Ruego a mis lectoras y lectores disculpen el pueril contenido de mi artículo de hoy. Como anunciaba al principio, los retiros playeros, invitan más a imitar las salidas nocturnas de Ruano, que a pensar en un tema profundo. No obstante, no me negaran que es un escrito refrescante, mucho más nuestro y con menos artificio que la America’n Cup de marras, ¿una cervecita?

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El siglo de la locura

El siglo de la locura

Julio 2007

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Un genial escritor cubano, Alejo Carpenter, elogió al siglo XVIII, y así tituló su famosa novela: El siglo de las luces. Fue el siglo de la Ilustración, del despertar de la investigación científica y de la apasionada búsqueda de las civilizaciones pretéritas. El siglo de la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert; el de la apertura de la mente y de la razón, el de las grandes revoluciones. Un gran paso para la Humanidad.
Al XIX, el siglo romántico, le tocó el despertar de la conciencia proletaria, fue el de los cambios sociales, el de las libertades y el de los inventos. Un impulso.
El siglo XX fue la centuria de las dos guerras europeas, de la era Atómica, del consumo convulsivo, de la producción en cadena; del increíble e imparable avance tecnológico… y el de la contaminación. Fue el de la comunicación, y el de la soledad multitudinaria, el siglo de la globalización. Un gran salto, del que todavía no hemos tocado suelo y todavía no sabemos, a ciencia cierta, como será el golpe.
Es pronto para predecir que nos deparará el siglo XXI; sin embargo los expertos en sociología y salud, han acuñado para él un terrible nombre: El siglo de las enfermedades mentales.
Incluso les hacíamos jefes de estado o de gobierno; dependía de la oportunidad, del momento y de la cuna
Son tan complicados los recovecos de la mente humana, que harían falta un montón de psiquiatras para  mostrarnos la punta del iceberg de lo que ocurre en los laberintos cerebrales de los ciudadanos de este nuevo siglo. Sin embargo, este osado articulista, se atreve hacer su comentario; no como entendido, sí, como observador. Por tanto, no busquen  en estas líneas un contenido científico, sólo pretendo contarles mi punto de vista sobre un tema tan familiar y tan inadvertido por la mayoría, como el peinado, la forma de la nariz o el tamaño de las orejas de las gentes con quien más nos relacionamos y a quienes creemos conocer muy bien.
Presumo que, el duende del cerebro, es un hombrecillo que enciende hogueras en los estadios de la mente y las apaga a su antojo, inventando claroscuros que abarcan desde la brillantez de la genialidad a la oscuridad de la locura. Que encierra al creativo pájaro de la razón y de la idea, en la jaula del desconcierto y del olvido.
Y nadie está exento de los caprichos de ese duende. No depende de las condiciones sociales, ni de los privilegios, ni de las capacidades intelectuales, ni de las creencias; ni tan siquiera, los que se creen dioses, están a salvo. En todos los tiempos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, el maldito hombrecillo puede congelar las neuronas más brillantes con el gélido soplo del trastorno y la demencia.
Nada nuevo bajo el sol, del devenir de la Historia nos queda constancia de multitud de personajes de fama universal heridos por el rayo de la enajenación.
El fanatismo, en todas sus versiones, incluida la religiosa, y la intolerancia son desarreglos mentales comparables al cretinismo y a la idiocia
Los indios americanos tenían un especial respeto por los seres faltos del sentido de la razón, eran cuidados por la tribu y respetados en su condición, incluso se les suponía en contacto con los dioses; sin embargo, jamás se les daba ningún tipo de responsabilidad. En Europa, vieja y piramidal, o les condenábamos al ostracismo o les llamábamos genios, incluso les hacíamos jefes de estado o de gobierno; dependía de la oportunidad, del momento y de la cuna.
Varios emperadores romanos fueron enajenados mentales, muchos santos eran esquizoides y algunos papas – válgame el cielo – ególatras. Al último Austria, Carlos II, le llamaron el hechizado, por sus rarezas y sus melancolías. El primer Borbón, Felipe V, murió envuelto en sus propios excrementos, después de varios años de dejación de sus deberes de gobernante, y sin atender la más mínima higiene personal. Carlos IV, según su propio padre Carlos III, era un imbécil, y dependiendo de la ocasión, servil y colérico hasta el extremo; por fortuna, – lo cuenta el confesor de su esposa, la promiscua reina María Luisa- ninguno de los numerosos hijos que apellidó era suyo. Su sucesor Fernando VII – el peor Borbón que hemos tenido – era un psicópata sanguinario, solamente viril con criadas y prostitutas. En Inglaterra, George III, llamado el rey loco, no sólo perdió las colonias americanas, también perdió la razón debido a una extraña enfermedad hepática: la Porfiria, un fatal contubernio de enzimas hepáticas y de neuronas que se apagan.
El rey loco de Babiera, Luis II, se suicidó en el lago Stanberg, junto a su médico personal, y no fue por la incierta leyenda de amor imposible por su prima la emperatriz Elisabeth – Sissi, para los cinéfilos -.  Y hablando de la emperatriz austriaca, conviene recordar la obsesión constante por su hermoso pelo, que mandaba lavar casi a diario y cuya operación de secado se prolongaba entre cuatro y cinco horas. Fue una esposa protocolariamente permisiva con los devaneos del emperador Francisco José, muy desgraciada y  tremendamente depresiva; murió en Ginebra a manos de un demente que le clavo un estilete. Su hijo Rudolf, heredero del imperio austrohúngaro, también enloqueció y se quitó la vida. José Napoleón III, sobrino nieto del Gran Corso, gran mitómano, fue, probablemente, el primer enfermo mental que creyó ser Napoleón.
Sin conversaciones, sin partidas de  parchís, sin paseos con los amigos, sin compartir. Solos
Lamento no saber diagnosticar el nombre de las demencias de Adolfo Hitler o Benito Musolini, multitud de autores coinciden en que sus gestos y actitudes delataban graves desarreglos mentales, que hubiesen precisado una gran dedicación siquiátrica. Eran tan fuertes sus psicópatas personalidades que contagiaron a gran parte de sus pueblos con su locura. Pero… ¿quién era capaz de gritar que el rey andaba desnudo? El fanatismo, en todas sus versiones, incluida la religiosa, y la intolerancia son desarreglos mentales comparables al cretinismo y a la idiocia.
Sin embargo, nada comparado con lo que nos depara este siglo. Nada imaginable como el próximo futuro. Meditemos sobre las soledades de la aldea global. Las cuantiosas horas de navegación por un espacio de silicio y ventanas digitales, bajo el claroscuro de los monitores, sin reparar que la luna brilla en lo alto. Solos.
Observemos los continuos inputs de la violencia: enlatada en los CD, en las pantallas de televisión; en los videojuegos de asesinos a sueldo y de comandos sangrientos; en los juegos de rol donde se confunde la realidad virtual con la de la razón. Sin conversaciones, sin partidas de  parchís, sin paseos con los amigos, sin compartir. Solos. Sin saber que podemos apagar el televisor y cerrar las bocazas de los violentos, de los histriónicos, de los oportunistas y de los mequetrefes. Sin comprender que otro mundo es posible.
“Era un excelente vecino”, dicen del tipo que ha disparado contra la multitud. “Un chico tímido y correcto” opinan del joven que ha asesinado a una docena de compañeros de facultad. “Le teníamos por un buen padre”comentan del parricida. “No le habíamos notado nada especial”, declaran del psicópata que ha violado a seis mujeres, sus compañeros de trabajo. “Era una pareja como todas”, aseguran los encuestados sobre el enésimo maltratador y de su victima a la que acaba de matar a martillazos.
La enfermedad del siglo XXI será la de la mente
Era el vecino, el amigo, el amante; el tipo que vemos todos los días en el autobús, cualquiera. O ese ser querido al que le llega su invierno con la negra carga  de olvidos y vacíos; de claroscuros. Alguien que  no pudo hacer el esfuerzo para enfrentarse a sus debilidades o al  imaginario enano ladino que fagocita  neuronas. Es alguien como nosotros que, probablemente, nos esté pidiendo ayuda.
No será la neumonía atípica, ni la tuberculosis del diecinueve – aunque exista un rebrote -, ni el cáncer, ni el sida del veinte; ni siquiera el temido ébola. La enfermedad del siglo XXI será la de la mente.
Ni un solo político en la pasada campaña ha hablado sobre el tema. Han tocado  las guerras, el problema de Euskadi, los pactos postelectorales, la soberbia de los rivales políticos o la inoportunidad de las campañas de la DGT. Temas, como ven, muy ligados a la política municipal; sin embargo, nadie ha hablado de la salud mental, de la que ayuntamientos y gobiernos autonómicos tienen competencias. Tampoco allende nuestras fronteras – comunitarias o atlánticas – se habla del tema. Nulas propuestas para tantas necesidades. Y va siendo hora de que se analice el verdadero alcance global del problema.
Las sombras de la mente son tan negras como las oscuridades de las guerras, y, desgraciadamente, mucho más universales
En los casos graves antisociales, y por una verdadera recuperación  para la propia sociedad de la que se han apartado, no sirven las cárceles – son delincuentes, pero no del todo culpables –; tampoco sirven los centros de salud mental en su forma actual – son enfermos, pero han delinquido y pueden reincidir -, precisan de siquiatras, psicólogos, sociólogos… y vigilantes. En los casos de enfermedades degenerativas,  y por el derecho a una vida digna, de poco sirve la reclusión o el sacrificio familiar permanente. Para los casos de demencias por adiciones y perversiones, no son válidas las paredes de un psiquiátrico, un centro penitenciario, o los programas de telebasura.
Habrá que inventar, crear nuevos servicios públicos con personal muy especializado: mitad médico, mitad sociólogo; residencias de salud, sin barrotes, ni puertas cerradas; potenciar  centros de día, de atención y de recuperación  y sobre todo, habrá que prevenir. Sin embargo, ningún candidato apuntó nada al respecto.
La obligación de los políticos es adelantarse en veinte años a las necesidades de la ciudadanía: prever y actuar. Si no escuchan a los expertos, que luego no se pregunten qué podrían haber hecho. Las sombras de la mente son tan negras como las oscuridades de las guerras, y, desgraciadamente, mucho más universales.
Indago sobre el porqué de tanto olvido y llego a una triste conclusión: los del claroscuro no votan.

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Políticos

Políticos

Junio 2007

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Ante todo quiero aclarar que el presente artículo no tiene por objeto, ni exaltar ni escarnecer a ningún político en concreto. Tampoco ensalzaré ni criticaré a ninguna filosofía política, aunque, como casi todo el mundo, tengo –y muy arraigados – una ideología y un pensamiento determinado. Sólo pretendo contarles como veo a los profesionales de la política en este Siglo XXI. Por tanto pueden seguir ustedes leyendo tranquilamente, si el discurso o el último escándalo de un político no se lo impide.
Las democracias – los políticos de las dictaduras no merecen ningún comentario – deben dotarse de delegados para representar a los ciudadanos. Sería impensable que, como en la antigua Grecia, todos lo habitantes con derecho, pudiesen intervenir de una forma directa en la toma de decisiones políticas y es por eso que, unos pocos, tienen la misión de llevar la voz de otros muchos a los Parlamentos, que son las modernas Ágoras.
Estos representantes que son elegidos por el Pueblo y a él se deben, procuran por el bien común, aceptando que es la parte fundamental de sus obligaciones. Sin embargo, aquí cabría preguntarles si ellos están totalmente de acuerdo con esta máxima.
De siempre, tal vez desde que el mundo es mundo, la clase política ha puesto más interés en su beneficio personal que en la defensa del ideario que proclaman. Eso, por supuesto, no es general, siempre habrá mujeres y hombres generosos y entregados que pongan por delante de su provecho el de la comunidad, incluso arriesgando y perdiendo la propia la vida.
Se saben queridos y respetados, por eso se sienten tan sorprendidos cuando les critican
Pero hay otros – y me abstengo a cuantificar – que eligen la actividad política como cualquier otra carrera profesional y ahí es donde se equivocan, puesto que el cargo está condicionado a la voluntad popular y es sólo un préstamo para delegar en ellos hasta que los votantes decidan lo contrario. Sin embargo, en la práctica pesa más la “habilidad” en moverse por los vericuetos de la sede del partido que la eficacia en la gestión. Es más rentable estar a bien con los popes y gurús del momento que trabajar por y para el pueblo.
No obstante, estas y estos medradores de la política en minúsculas, son notables si los comparamos con los profesionales del chanchullo, la recalificación y la prevaricación que tanto abundan en nuestros días.
Precisaría de muchas páginas para contar las múltiples formas que adquieren estos personajes – y cuando digo adquirir declino utilizar un verbo más exacto – y muy pocas palabras para definir el pensamiento político de esas gentes: ninguno. Son los depredadores de la razón, los que sólo piensan en las ganancias económicas y sociales que les puede aportar el ejercicio sagrado de una responsabilidad pública.
A pesar de todo lo expuesto y como decía al principio, la sociedad, al precisar de su portavocía, confía, vota e incluso quiere a sus políticos. Esto tiene una explicación lógica, cuando nuestra salud está quebrada vemos al cirujano como el médium que nos hará sanar; si nuestra economía falla recurriremos a la financiera de turno; si queremos arreglar nuestra ciudad, nuestra comunidad o el mundo nos agarramos a las excelsas promesas de los políticos. Sin embargo, en todos los casos, sangraremos.
La admiración por aquellos que acudan – teóricamente – en nuestra ayuda, aunque sea al precio de nuestra conciencia o de nuestra alma, es comprensible. Son locuaces, espontáneos y oportunos, sonríen desde sus escaños – cuando están, cosa poco habitual – con la suficiencia del que está en posesión de la verdad, hablan de cifras que desconocen y que les han sido suministradas por sus asesores hace apenas unos minutos, como si las conocieran al dedillo; hacen chistes del orador anterior; patalean y se retuercen en sus escaños como niños malcriados y sonríen a sus jefes de fila cual anuncio del Profiden. Se saben queridos y respetados, por eso se sienten tan sorprendidos cuando les critican.
Son los primeros en creer sus propias mentiras y los primeros en celebrar sus estupideces
En las recientes elecciones a la presidencia de Francia entre la socialista Royal y el conservador Sarkozy, ya nuevo presidente, se batió el record de participación. La necesidad de una Francia nueva, preocupó al electorado que se volcó en las urnas. El pueblo precisó confiar en alguien, el mismo que se entregó de inmediato al círculo empresarial que lo había aupado y que lo lisonjeaba en un esplendido yate, antes de pasarle factura.
Dicen que para poner a alguien a su altura real sólo hay que imaginarlo sentado en la taza del escusado; discutiendo con su madre política o figurarlo levantarse por la mañana después de una noche de juerga. Su aspecto y su ánimo serán como el de todos, como cada uno de nosotros, sólo que en nuestro caso no nos creemos que tenemos que salvar la Patria o el Mundo aquella misma mañana.
Pero los políticos son así, entienden que lo que ellos piensan es lo mejor para el administrado y que lo que ellos dicen es más cierto que la propia verdad. Son los primeros en creer sus propias mentiras y los primeros en celebrar sus estupideces.
Incluso después de jubilarse se dedican a hablar ex cátedra y a soltar necedades como la última de un ex presidente español expresando que no le gustaba que le limitaran la velocidad en la carretera o que le dejasen beber tranquilo, mientras no pusiera en riesgo a nadie.
¿pensarán que somos tontos y no sabemos discernir o les molesta que pensemos por nosotros mismos?
Otro ejemplo, la candidata al Senado belga por el partido de protesta NEE («No» en neerlandés), Tanja Derveaux, ha prometido a quienes se inscriban en una lista disfrutar de una de las 40.000 felaciones que ella realizará – supongo que con ayuda de otros militantes- si sale elegida.
Más ejemplos: ¿Se han parado a pensar por qué en vez de dar soluciones u ofrecernos un programa coherente, siempre hablan de lo que han dicho el día anterior los opositores? Repiten y repiten lo mal que lo hacen los otros, ¿pensarán que somos tontos y no sabemos discernir o les molesta que pensemos por nosotros mismos?
Valoremos el contenido de las necias palabras del ex presidente español o la candidata belga o la in concreción de los discursos, todas estas cosas sí ponen en riesgo algo muy importante: la credibilidad de los políticos.
Nada debe asombrarnos, eran y son humanos, como usted y como yo
Se asombra el Pueblo de que políticos de talla y reconocimiento tengan debilidades. A las conocidas veleidades de algún presidente norteamericano por las becarias y a la leyenda de los excesos de Kennedy y su comportamiento con Marylin Monroe en los momentos finales de la actriz, hay que sumarle la noticia de la bella historia de los amores de Salvador Allende con Gloria Gaitán que esperaba un hijo – que no nació – del mártir chileno. Nada debe asombrarnos, eran y son humanos, como usted y como yo. El único problema está en nuestra percepciones y en la manera que confundimos eficacia con fama.
Pertenezco a un tiempo y a una generación que vivió e hizo el cambio político en España. Terminada la oscura noche de la dictadura, algunos quisieron recoger los frutos de la resistencia clandestina y la dura oposición al régimen; unos con razón; otros, con oportunismo. Uno de los argumentos esgrimidos por muchos de aquellos que no habíamos visto ni en las calles, ni en las fábricas, ni en reuniones opositoras, era el de haber estado en el París revolucionario del 68. Confieso que durante aquel Mayo de los adoquines yo estaba haciendo la mili en aviación y siempre tuve la sensación de que excepto Rafael Ribó, antiguo dirigente comunista y actual Sindic de Greuges de Catalunya – que era compañero de quinta y con el que coincidí – y un servidor de ustedes, toda la incipiente clase política estuvo en el Barrio Latino.
Luego, trascurrido el tiempo y con él las esperanzas revolucionarias, he podido conocer hasta 2.382 españoles que aseguran que estuvieron buscando la playa bajo los adoquines parisinos. Calculo que si vivo 20 años más podré llegar a los 3.000. En mis noches de frustración sueño con esa masa ingente de estudiantes españoles enfrentándose a los gendarmes franceses, en pos de una revolución imposible y pienso la injusticia de la Historia dándole todo el mérito a Daniel Cohn Bendit. Luego me despierto y sonrío, soy libre y sigo siendo rebelde – siempre con causa -. Ellos sólo son eso, políticos.

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Pacto con la vida, el amor y la muerte

Pacto con la vida, el amor y la muerte

Mayo 2007

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En ocasiones, amiga y amigo lector, hay que hacer un alto en el camino, una reflexión vital; una implosión energética. Se trata de analizar dónde estamos y hacia dónde vamos.
Sin embargo, el día a día, las prisas, las angustias cotidianas y las equivocadas prioridades, nos impiden ser consecuentes con nosotros mismos y oír la voz interior que nos advierte del peligro. Es entonces cuando nuestro organismo se rebela y manda parar y todas las prisas y las angustias por el devenir quedan desnudas ante el conflicto latente en nuestros órganos. Y en este instante descubrimos cuán importante e imprescindible es la salud y nos preguntamos en que momento dejamos de cuidarnos, cuando fue la última vez que atendimos a los avisos interiores.
No se trata de lo inevitable, ni de lo imprevisible. Me rompo una pierna y tienen que escayolarme o tengo una gripe y debo guardar cama; me atropella un coche sin comerlo y por lo que ha bebido otro. No se trata de eso. Hablo de lo sutil, del abandono diario de las obligaciones para con nosotros mismos en perjuicio de nuestra vitalidad, de establecer el oportuno equilibrio para seguir adelante sin que el organismo se resienta. Hablo de querernos mejor y de querer mejor. De un pacto con la vida.
Yo cambiaría la razón – en su acepción de inteligencia – por el dinero y las tres gracias serian: salud, inteligencia y amor; aunque un poco de “platita” nunca viene mal
El paradigma de la salud física puede extenderse al de la salud mental, al espiritual e incluso al del amor. Porque toda la teoría descrita en los párrafos anteriores es aplicable a los sentimientos, aunque las toses y los ayes suenen distintos. El día a día, las angustias provocadas y el olvido de las verdaderas prioridades enferman a eso que llamamos amor. ¿Cuándo dejamos de cuidar al amor? ¿En que escondido recoveco se metió la ternura? ¿En que inoportuno momento antepusimos el reproche a la comprensión? ¿Por qué dejamos de ser algo más que dos y nos convertimos en incompletos? En la respuesta a estas preguntas están las fechas del quebranto de nuestra salud sentimental.
Sumidos en el desorden físico o emocional, amarrados en la cama de un hospital, hundidos en el pozo negro de la depresión, encerrados en el desequilibrio mental, o martirizados por la pérdida de la persona amada, descubrimos que ya poco importan aquellas prisas lejanas y quién tenía razón. Ahora debemos esperar, pacientemente, a que la ciencia, el tiempo y nuestra voluntad, rehagan el camino perdido.
Me dirán, pacientes lectores, que pinto las cosas muy mal, que tal vez exagero, que soy algo pesimista. Lo dirán, los que estén cargados de salud, de razón y de amor, pero presiento que los que sufren entenderán lo que trato de decirles. A todos, unos y otros, les remito a la letra del vals que habla de las tres cosas fundamentales de la vida: salud, dinero y amor. Según su autor Rodolfo Sciammarela, hay que cuidar de este trío de venturas, hasta donde buenamente podamos.
Les propongo que hagan un pacto con la vida y un pacto con el amor: ustedes vigilan su salud y sus sentimientos y la vida hará el resto
Yo cambiaría la razón – en su acepción de inteligencia – por el dinero y las tres gracias serian: salud, inteligencia y amor; aunque un poco de “platita” nunca viene mal y es que, en muchas ocasiones, la falta de ella – cosas de este mundo consumista y capitalista – puede conllevar a la pérdida de cualquiera de las tres que apunto y no obstante, el exceso de “plata” no puede darnos ninguna de las tres. Y no me bromeen con la del amor, el sentimiento comprado es todo lo que ustedes quieran menos amor.
Les propongo que hagan un pacto con la vida y un pacto con el amor: ustedes vigilan su salud y sus sentimientos y la vida hará el resto. Con un poco de suerte todo volverá a su estado primigenio o al nuevo punto de partida que elijan y se darán cuenta de lo bello que es vivir y lo hermosa que está esta mañana la persona que aman; no desaprovechen la ocasión y sean mejores.

¿Pero y la muerte? Me había olvidado de ella, tengo tantas cosas que hacer, tanto que amar todavía, que no se me ocurre, ni por un momento, sentarme a dialogar con la Dama del Alba ni a jugar una partida de ajedrez como en la película “El séptimo sello” del genial Ingmar Bergman. La compañera de postrer viaje, atenta siempre al cumplimiento de su ingrato deber, no da opciones.
La Parca, la inevitable, la silenciosa, ¿se puede pactar con ella? La verdad es que hasta ahora nadie – que se sepa – , lo ha conseguido; sin embargo, a veces pasa de largo no sin antes lanzarnos la promesa del regreso. Imposible el acuerdo.
Pero, si no podemos negociar con ella plazos y términos, podemos acordar con nosotros mismos actitudes y echarle narices al asunto en cuanto nos llegue la hora. Si nacimos llorando, rodeados de gente sonriendo, marchémonos sonriendo rodeados de gente que llore -¡benditas lágrimas! -, por nosotros.

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Los delfines y la chica de los ojos tristes

Los delfines y la chica de los ojos tristes

Abril 2007

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Hablar del fin de semana, es la forma más fácil de recordarlo. Sin embargo, los días de descanso o de asueto pueden no ser los más felices; uno se acostumbra al trajín de los mal llamados días de hábiles – como si los sábados y los domingos fuesen torpes – y acaba considerando a todas las jornadas de la semana de igual calidad, distinguiendo las fechas por sus bondades y no por su lugar ordinal. ¿Qué más da el día que sea cuando se puede charlar con un amigo? ¿Qué importancia tiene el guarismo cuando uno es feliz o desgraciado? ¿Si puedes estar con quien amas, que importa que caiga en jueves o en viernes? Lo importante, amiga y amigo lector es que llegue el momento.
Este fin de semana ha habido un poco de todo. He podido hablar con los amigos, he sufrido la nostalgia de la mujer que amo y el cielo protector de su compañía, he vivido un día más y he tenido un par de experiencias que quiero relatarles.
El viernes, una amiga me envío un e-mail de esos que van circulando por la red y que cuando se tiene la fortuna de tener muchos amigos, recibes tres o cuatro veces. El mensaje promovía la entrada en una página de noticias que mostraba un video con la caza y masacre de los delfines en Japón. No quiero relatarles con detalle su contenido, pero pueden ustedes imaginarlo. A la ignominiosa captura de los simpáticos e inteligentes mamíferos marinos, se añaden escenas de brutalidad gratuita y detalles de ensañamiento. No, no voy a entrar en debates seudo científicos sobre los animales de sangre caliente y sangre fría; tampoco divagaré filosóficamente sobre el nivel de talento de la criatura en cuestión; no voy a valorar las necesidades comerciales y culinarias, los puestos de empleo o los beneficios empresariales, ni tan siquiera – y miren que lo tengo fácil – en la razón de la extinción de una especie tan particular. No. No voy a defenderlos sólo porque son animales cercanos e indefensos. Prefiero atacar a los seres humanos cuando, por el motivo que sea, no se comportan como tales.
Mentiría si les dijera que no sé el porqué, pero el suceso me recordó una película de la industria Hollywoodiense que vi siendo niño. La cinta en cuestión era de cuando los norteamericanos eran mejores, allá por el año 50 del siglo pasado; su título, “Objetivo: Birmania”; el director era Raoul Walsh y su principal protagonista Errol Flynn, la película en cuestión fue rodada en 1945, en unos estudios americanos. Me quedó grabada la historia en mi ordenador mental para siempre, sobre todo una parte en la que soldados norteamericanos – hoy podría ser al revés – son descuartizados por los japoneses. La escena en cuestión representa como varios soldados nipones preparan tranquilamente su comida mientras pocos metros más allá agonizan los paracaidistas enemigos. Nada nuevo bajo el sol y menos en estos días cuando la vida humana no tiene valor ninguno. Pero sí debo anotar algo que quedó en mi mente infantil: la indiferencia de los asesinos, la estúpida mirada de la inconsciencia, la ausencia de remordimientos y de escrúpulos, muy bien ambientados por el director. La misma que podemos ver en los asesinos del momento: los torturadores del Cono Sur, los imbéciles de Abu Grain, los matarifes de Atocha… y en los pescadores de Japón.
¿Y quién me asegura que somos mejores que los delfines? ¿Por qué nuestra especie debe sobrevivir a la de los cetáceos? ¿En que código ético está escrito?
Me dirán ustedes que no es lo mismo, que no compare. ¿Y quién me asegura que somos mejores que los delfines? ¿Por qué nuestra especie debe sobrevivir a la de los cetáceos? ¿En que código ético está escrito? Se que ustedes me pueden responder qué somos muy distintos, qué nosotros tenemos sentimientos, que es posible que tengamos alma, que somos – aunque está demostrado que no – la única especie que ríe. Pero yo les aseguro que visto lo visto empiezo a tener mis dudas.
Pasé el sábado imaginando a los monos amarillos. Por favor, no piensen mal, les recuerdo que somos inteligentes y nos guía la razón y la comprensión. Me explicaré, pasé el día imaginando a los monos amarillos del río Yacuma, cerca de Rurrenabaque en plena amazonía boliviana, chichilos, les llaman por allí y con la añoranza de aventuras por tierras americanas quedé a tomar el vermú con unos amigos, también muy aficionados a los viajes al Nuevo Continente.
Detrás de la barra del establecimiento donde nos habíamos citado servían camareras de diversas nacionalidades, dos simpáticas hermanas de Rusia y una muchacha de grandes y tristes ojos de nacionalidad brasileña. La añoranza de su país y de sus gentes le daba esa fragilidad y esa pena a los hermosos ventanales que imaginaban las selvas de su ciudad en el norte brasileño. Me comentaron mis amigos que la precariedad de su situación – no tiene los papeles en regla – y la angustiosa “saudade” que sufría eran los responsables de su abatimiento y recordé la letra de la canción “Sólo le pido a Dios que el futuro no me sea indiferente, desahuciado está el que tiene que marchar a vivir una cultura diferente”. Y pensé en los solitarios, en los abatidos, en los necesitados – de dinero, amor o justicia – y en los que sollozan. En los ojos tristes de aquella muchacha y en los delfines a quienes dejan agonizar mientras se desangran.
Y me pregunto: ¿Quiénes somos y qué estamos haciendo?
La añoranza de su país y de sus gentes le daba esa fragilidad y esa pena a los hermosos ventanales que imaginaban las selvas de su ciudad en el norte brasileño
Mientras tanto, la banca dice que no le da vergüenza confesar que está ganando mucho dinero, los americanos preparan otra invasión, África se muere de hambre, los cínicos piden libertad y los japoneses se pasan por el Sol Naciente las recomendaciones sobre especies protegidas.
Y ahora díganme ustedes lo espabilados que somos, lo solidarios y lo bonita que es la humanidad en toda la extensión de la palabra. Algo habrá que cambiar, alguna cosa tendremos que hacer cada uno de nosotros. Tal vez ayudar al emigrante en vez de criticar su osadía de buscar un mundo mejor y recordar que los europeos hemos sido los más emigrantes; quizás no comprar productos japoneses, ni tan siquiera la serie televisiva”humor amarillo”; acaso deberíamos cerrar las cuentas en los bancos que nos cobran abusivas comisiones; demandar a nuestros gobiernos que ayuden más a los países subdesarrollados; no votar a los indeseables. . .cambiar las cosas.
Esta noche de domingo estoy del lado de los que sufren, de los que pasan hambre, de los que añoran su tierra, de los monos amarillos del Yacuma y de los delfines; y por supuesto de los que amamos. Y como les contaba al principio, la fecha no es primordial y mañana amaneceré en la misma trinchera, y pasado; sea lunes jueves o viernes. Hasta que se enfríen las estrellas.

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Reflexiones sobre la globalización

Reflexiones sobre la globalización

Marzo 2007

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Ayer hizo un espléndido día de primavera a pesar de estar a finales de febrero. Me senté para observar a unos niños que jugaban, no serían más de docena y media y sin embargo, pude contar hasta tres razas diferentes y varias etnias. Trataban de imitar a sus ídolos futbolísticos pateando un balón de reglamento de cierta sonora marca, fabricado en cualquier país asiático, las camisetas y sudaderas lo eran de tres o cuatro conocidas multinacionales.
Al término del partidillo – sin vencedores y vencidos – comenzaron las conversaciones. Éstas giraron en torno al nuevo software incluido en una de las consolas portátiles de cierto fabricante de naipes japonés de finales del siglo XIX y que se hizo famoso con la baraja de la flor. Otro grupo comentaba algunos de los programas que ese fin de semana ofrecía la televisión, entre ellos una famosa película de la factoría DISNEY. Uno de los críos, pecosillo, con inconfundibles rasgos Incas y acento suave y dulzón del Quechua, pero en perfecto castellano, conversaba con un mocete de pelo ensortijado y con el deje porteño de la milonga, -también hubiese podido ser un porteño de Valparaíso o de Veracruz; peruanos, chilenos, mejicanos, argentinos, que más da, todos con las mismas camisetas -. Pues bien, el pecoso le preguntaba al de los rizos: ¿Pero tú sabes que es eso de la globalización? El otro se encogió de hombros y sonrió mientras bebía un sorbo de la chispa de la vida.

Aquella tarde reflexioné sobre la pregunta del chaval. ¿La respuesta debe darse bajo el punto de vista economicista o cultural, filosófico o tecnológico? ¿Se trata de una propuesta integradora o fagocitante? ¿Progresista o capitalista? ¿Dependiente o emancipadora? ¿Nueva o antigua?
Podríamos decir que todo empezó tratando de eliminar las fronteras económicas y los aranceles para conseguir que los mercados fuesen lo más amplios y rentables posibles. Un modelo de mercado único e interdependiente basado en los conceptos del capitalismo.
La globalización no sólo unifica mercados, también lo hace con las sociedades y las culturas, imponiendo una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan ese carácter global
Pero siguiendo esos parámetros, la globalización no sólo unifica mercados, también lo hace con las sociedades y las culturas, imponiendo una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan ese carácter global. Los modos de producción y de movimientos de capital se configuran a escala planetaria.
Paralelamente, la tecnología, sobre todo la de la Información y las Comunicaciones, con el fenómeno de Internet, invita a unificar pensamientos y modos de ver la vida. El desarrollo masivo del ordenador personal, tan presente en el trabajo y el hogar, facilitan el acceso al conocimiento y a la información – padre y madre del saber -.
Sin embargo, nada es nuevo bajo el sol, la historia está llena de acciones globalizadoras, intentos de imponer una cultura común y planetaria. Hay el modelo ateniense que trataba de “exportar” su forma de gobierno y sus libertades y que Pericles, definía muy bien ofreciendo su ciudad a todos: “En nuestra ciudad entra por su importancia cualquier mercancía desde cualquier punto de la tierra, y los productos originados aquí no los disfrutamos como más propios que los que proceden del resto de la Humanidad” (Oración Fúnebre a los atenienses caídos en la guerra del Peloponeso). No pretende el bueno de Pericles que el mundo sea Heleno, trata de disfrutar lo mejor de cada cultura. Alejandro el Magno quiso extender dominios y abrir nuevas rutas comerciales; sin embargo, buscó mantener la idiosincrasia y la cultura de los territorios conquistados, es más, él mismo adoptó actitudes y reglas de sus nuevas posesiones.
Roma ya es otra cosa, su vocación imperial le conduce a romanizar todo el mundo conocido. Impone cultura, lengua, modo de vida, costumbres y dioses y no le importa condenar al ostracismo y a la desaparición, el conocimiento y las raíces de los lugares dominados.
Sin ir tan lejos, todas las religiones monoteístas de peso – véase cristianismo o islamismo – tienen vocación universal. Igualmente los movimientos políticos y sociales plantean sus postulados con soluciones globales. Salvar a la humanidad sea por la vía teológica o política se convierte en el objetivo máximo. ¿No es todo esto un claro exponente de globalización?
¿Qué les hubiese contestado a esos críos del parque? ¿Debí decirles que ya están, si saberlo, inmersos en la globalización? ¿Qué se olviden de su aldea Andina y de su puerto Bonarense, porque cuando vayan allí serán sólo un reflejo, una copia de tantos pueblos y de tantos puertos europeos o americanos?
En el nuevo paisaje surgido con la caída de la Unión Soviética, los agentes económicos encuentran un terreno favorable para generar interrelaciones entre los mercados de todo el mundo y las Empresas Multinacionales están en óptima situación para aprovechar el momento y convertir al mundo en un escenario común.
Frente a todo eso surge el MRG o Movimiento de Resistencia Global. Un fenómeno internacional en el que convergen militantes de partidos progresistas, sindicalistas, organizaciones no gubernamentales, sindicatos y una multitud de grupos que ven en la globalización el triunfo de las tesis capitalistas y la desaparición de la personalidad de los pueblos. Fue precisamente a través de Internet y durante los Encuentros Intercontinentales por la Humanidad y contra el Liberalismo, organizados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZNL), en 1993, cuando los zapatistas consiguieron unir a los distintos grupos anticapitalistas y pusieron en marcha una red internacional de solidaridad que no ha dejado de crecer. La figura del encuentro de Seattle -donde el 30 de noviembre de 1999, se concentraron más de 50.000 personas – de jóvenes encapuchados, con el pañuelo zapatista, subidos a las señales de: prohibido girar a la derecha, dio la vuelta al mundo.
Y ahora surge la pregunta: ¿Qué les hubiese contestado a esos críos del parque? ¿Debí decirles que ya están, si saberlo, inmersos en la globalización? ¿Qué se olviden de su aldea Andina y de su puerto Bonarense, porque cuando vayan allí serán sólo un reflejo, una copia de tantos pueblos y de tantos puertos europeos o americanos?
Tal vez deba contarles que todas las cosas tienen su justa medida y que el análisis debe hacerse con la seriedad que requiere el tema.
En el pasado, las fuentes del saber estaban en grandes bibliotecas vedadas al pueblo. Más tarde, los templos de la cultura quedaban reservados para las minorías pudientes, el acceso a la Universidad de la clase trabajadora era precario e insuficiente. Hoy, la información y la comunicación están al alcance de casi todo el mundo – hablo del primer mundo -. Un clic de ratón puede transportarnos a la sabiduría de gentes del otro lado del planeta. Nuestro poder adquisitivo – sigo hablando del primer mundo – es capaz de cubrir las primeras y las segundas necesidades… y algún que otro capricho, sea música tailandesa, películas de Holywood, sedas chinas o frutas caribeñas. Sin embargo y a cambio de todo esto deberemos aprender inglés, seguir los dictados de la moda, los de la publicidad y permitir que se forren las multinacionales.
La pobreza es desgraciada no por la ausencia de posesiones, sino porque invita al desánimo en la lucha por salir de ella
Con este gesto condescendiente permitimos que se beneficien de la globalización otros pueblos, esencialmente en Asia, que en una sola generación han superado la lucha diaria por una vivienda, una ropa y una comida. La globalización, el mercado libre y el libre comercio han sido, para algunos, el camino para erradicar la pobreza. Pero para otros, por ejemplo África, la globalización les sigue siendo nefasta.
Por tanto, debo decirles a mis ausentes niños que todo no está tan claro y que para que otras generaciones no se vean obligadas a salir de sus aldeas, tendremos que lograr una sociedad más justa y un reparto equitativo de la riqueza, y para ello hay que controlar el poder de las multinacionales y el de los grandes grupos financieros.
La diferencia de riqueza entre países ricos y pobres no disminuye, sigue creciendo. Cuanta más información, más comunicación y más clics de ratón damos, más grande se hace ese espacio entre ricos-sabios y pobres- ignorantes, porque la sabiduría actual no está en conocer la historia de la tribu ni que plantas medicinales curan la fiebre de los pantanos; la actual sabiduría está en conocer los mercados; saber, confidencialmente, los futuros cambios urbanísticos; negar un precio justo a los remedios contra el sida; explotar los recursos de las tierras subdesarrolladas.
A golpe de bienestar se nos olvidan los que sufren, pero ellos no pueden olvidarlo. El choque de civilizaciones no está entre los que se santiguan con la derecha, los que lo hacen con la izquierda o los que miran hacia La Meca, el verdadero conflicto está entre los que comemos y los que no pueden hacerlo. Hay que fortalecer la interdependencia, evitando la sumisión, tenemos que reafirmarnos en valores universales de respeto a la vida y a los derechos humanos; que lleguen las ventajas de la globalización, pero a todos. Decía el sabio Pericles en la continuación de su Oración Fúnebre: … y le atribuimos a la pobreza una única desgracia real. La pobreza es desgraciada no por la ausencia de posesiones, sino porque invita al desánimo en la lucha por salir de ella.

RUNASIMI: idioma del hombre, idioma humano, idioma de la gente.

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El drama de Darfur

El drama de Darfur.
Crónica de un genocidio anunciado

Marzo 2007

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Las continuas noticias que llegan a los medios occidentales del conflicto étnico y la masacre de Darfur, pasan de puntillas ante otros desastres, guerras y genocidios con los que, casi cada día, interrumpen los informativos la siesta de conciencia del primer mundo. En el mejor de los casos, alguien deja de recoger la mesa o de ojear una revista y pregunta: Pero, ¿dónde. . . está Darfur?
Darfur es una región situada en la parte occidental de la República del Sudán – el país más grande de África -, limita con la República Centroafricana, Chad y Libia. Está dividida en tres estados federados dentro de Sudán: Gharb Darfur (Darfur Occidental), Janub Darfur (Darfur Meridional), y Shamal Darfur (Darfur Septentrional), de los 26 estados que forman el estado sudanés.
Tiene una extensión de 493.180 km². Se encuentra en una meseta árida que tiene en su centro a las montañas Marrah (Jebel Marra), una cordillera volcánica que asciende hasta los 3.000 m. El norte es un interminable desierto de arena, mientras que al sur se extiende la sabana. Las principales poblaciones de la región son El Fasher, en el centro de la región y Nyala en el Darfur Meridional. El “hogar de los fur”, significa la palabra Darfur.

Un poco de historia
La independencia sudanesa de Gran Bretaña y de Egipto se produjo en 1956, cuando ya los sudaneses del sur estaban embarcados en su primera guerra civil. Las elecciones celebradas en abril de 1965, aportaron una serie de gobiernos incapaces de aceptar una constitución permanente y solucionar los problemas económicos, políticos o étnicos.
Muchos de estos conflictos étnicos nacen entre los habitantes del norte (árabes musulmanes) y los del sur (africanos cristianos y animistas), motivados en realidad por la cuestión económica, ya que durante el régimen colonial británico, la atención se centró en el norte. La insatisfacción terminó en un segundo golpe militar el 25 de mayo de 1969. El líder del golpe, el coronel Gaafar Muhammad Nimeiri, musulmán convencido, se convirtió en primer ministro, y el nuevo régimen abolió el parlamento e ilegalizó todos los partidos políticos. Siguieron muchos años de conflictos militares entre el gobierno sudanés, que estaba de parte de los Janjaweed árabes musulmanes del norte, contra los no musulmanes en el sur.
Fueron diecisiete años de incesante guerra (1955 – 1972) hasta la firma del Acuerdo de Addis Abeba que puso fin a la guerra civil entre el norte y el sur y permitió cierto grado de autonomía.
En septiembre de 1983, el entonces presidente Jaffer Nimeiri, creó un estado federal que incluía los tres estados federales en Sudán del Sur. Pero más tarde introdujo la ley de la sharia y disolvió los tres estados federales del sur, lo que provocó la segunda Guerra Civil Sudanesa. Entre golpes militares en 1989 el General Omar el-Bashir se convirtió en presidente y jefe de estado, primer ministro y jefe de las fuerzas armadas. La segunda guerra civil desplazó a más de cuatro millones de habitantes del sur. Algunos huyeron hacia las ciudades del sur como Juba, otros migraron hacia el norte a ciudades como Jartum, e inclusive a otros países vecinos.
El conflicto es feroz: masacres, violaciones, desaparición de zonas habitadas, sida, niños obligados a integrar las milicias, cientos de miles de refugiados, sequías, hambruna y un montón de apocalípticos etcéteras
Sin embargo la pesadilla no había hecho más que empezar, un nuevo conflicto entre los Janjaweed y los africanos negros de la región de Darfur, ha derivado en la limpieza étnica de miles de personas y el desplazamiento forzoso de varios millones.
El conflicto de Darfur estalló en febrero de 2003 cuando el Movimiento de Liberación de Sudán (MLS) se levantó en armas, junto a otros grupos, para protestar contra la pobreza y marginación de la región. Es una guerra abierta entre los Yanyauid, un grupo de milicianos formados por miembros de las tribus de los abbala (criadores de camellos de etnia árabe) y los pueblos baggara, principalmente agricultores, que se ha convertido en uno de los genocidios más flagrantes y olvidados de África. A diferencia de lo que ocurrió en la segunda Guerra Civil Sudanesa, éste no es un conflicto entre musulmanes y no musulmanes; la mayoría de los habitantes de Darfur son seguidores del  Profeta.

El gobierno federal sudanés, aunque públicamente lo niega, presta su apoyo a los Yanyauid, proporcionando armas y ayuda, incluso participa junto con ellos en varios ataques contra los pueblos fur, zaghawa y masalit. El conflicto es feroz: masacres, violaciones, desaparición de zonas habitadas, sida, niños obligados a integrar las milicias, cientos de miles de refugiados, sequías, hambruna y un montón de apocalípticos etcéteras.
Las cifras de víctimas del conflicto varían notablemente según las fuentes, desde las 50.000 estimadas por la Organización Mundial de la Salud en septiembre de 2004, hasta las 450.000 que calculó Eric Reeves el 28 de abril de 2006.
Eric Reeves es profesor de lengua inglesa y de literatura en la Universidad Smith en Northampton, Massachusetts. Ha pasado siete años como investigador y analista de los conflictos de Sudán. Reeves, que ha atestiguado varias veces ante el congreso de los E.E.U.U, es consultor de varias organizaciones de derechos humanos que trabajan en el Sudán. Está terminando un libro que examina la respuesta internacional a la guerra en Darfur y el genocidio en Sudán (“Sudán, el interminable sufrimiento”).
Volviendo al macabro baile de números, la mayoría de las ONGs consideran creíble la cifra de 400.000 víctimas dada por la Coalition for International Justice, que ha sido también citada por la ONU. Se calcula que unas 2.500.000 personas se han visto desplazadas de sus hogares a causa del conflicto.

La realidad de un genocidio
El genocidio en curso de Darfur no puede considerarse una simple guerra tribal local. El genocidio es un plan elaborado por tres mentes asesinas, el Presidente Bashir, el vicepresidente Taha y el brutal jefe de la seguridad Gosh. Planes que incluyen la “exportación” del genocidio a otros países africanos.
En mayo pasado una facción del MLS firmó un acuerdo de paz con el Gobierno de Jartum. No obstante, las naciones del “primer mundo” contemplan los hechos con pasividad o con la “velocidad” diplomática, es decir, dando tiempo a que miles de seres sigan pereciendo. Hace pocas semanas el enviado de EEUU a Sudán y gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, trató con el presidente sudanés, Omar Hasan Al Bashir, la seguridad en Darfur y el paquete de medidas de la ONU que incluyen el despliegue de tropas internacionales en esa región.
El ministro de Estado sudanés para Asuntos Exteriores, Ali Ahmed Karti, había afirmado a los periodistas que el objetivo de la tercera visita del enviado estadounidense a Sudán era la aplicación de una serie de “recomendaciones” de la cumbre de Abuya para impulsar la paz en Sudán, así como el alto el fuego entre el gobierno y las facciones rebeldes que rechazan la paz en Darfur.
Las conversaciones entre Bashir y Richardson abordaron también la violación de las mujeres en esa región al oeste de Sudán. La creencia entre los combatientes en ésta y otras regiones africanas de que el sida se cura violando a una virgen hace estragos entre las niñas nativas.
Al final todo quedó igual. Richardson calificó de ‘bueno’ el resultado de su reunión con Bashir y expresó su esperanza en impulsar el diálogo político entre el gobierno y los grupos rebeldes en Darfur y en el envío de tropas internacionales de pacificación a esa región sudanesa. En este mismo instante morían docenas de fur.
La mayoría de las ONGs consideran creíble la cifra de 400.000 víctimas dada por la Coalition for International Justice, que ha sido también citada por la ONU. Se calcula que unas 2.500.000 personas se han visto desplazadas de sus hogares a causa del conflicto
Los combates se siguen produciendo, hace tres semanas un encuentro tribal dejó 42 muertos y 26 heridos, según informó el gobierno regional del sur de Darfur.
Las tribus Al Rizikat y Al Tarjam han protagonizando últimamente violentos choques, que teóricamente no tienen que ver con el conflicto étnico que opone a la población negroafricana con las milicias árabes (los “yanyauid”) apoyados por el gobierno.
En un comunicado fechado en Niyala, la segunda ciudad más grande de Darfur, el gobierno regional explicó que Farah Mustafá, vicegobernador del sur de Darfur, fue atacado por miembros de la tribu de Al Rizikat que mataron a cuatro de sus guardaespaldas e hirieron a otros tres. La fuerza militar que acompañaba el convoy del vicegobernador repelió el ataque y los combates no concluyeron hasta que vinieron más efectivos del ejército, que envió también dos helicópteros militares.

Por otra parte, el líder de la tribu de Al Tarjam, Mohamed Yacoub, acusó a las fuerzas militares desplegadas en la frontera de perpetrar ataques contra su tribu y añadió que los enfrentamientos están teniendo lugar en las regiones de Ramsek, Sambla, Baro, Kadriki, Abu Jazu, Tambuscu, Jar Tupak e Wid Al Mirim, zonas en las que está presente su tribu. Unos por otros y la casa sin barrer.
Otra reciente noticia nos informaba de que al menos doscientos rebeldes del Frente de Salvación Nacional (FSN) de Darfur habían muerto en enfrentamientos con el ejército sudanés en el norte de la región. El pasado 30 de junio El Movimiento para la Justicia y la Igualdad (MJI), liderado por Jalil Ibrahim, la Alianza Federal, representada por Ibrahim Darich y Sharif Harir, además del movimiento Ejército de liberación de Sudán, encabezado por Jamis Abdalla, decidieron formar el FSN.
Los choques a los que hacia mención la noticia se produjeron cuando hombres armados del FSN y el insurgente Movimiento de Liberación de Sudán, intentaron tomar la ciudad de Katem. Según fuentes gubernamentales, los atacantes sufrieron numerosas pérdidas materiales, además de las humanas, entre las que destaca seis cañones de artillería y 18 vehículos de transporte, 16 de ellos capaces de transportar artillería pesada.
Sin embargo, detrás de todas estas noticias de luchas de facciones, tribus y etnias está el sufrimiento de muchas gentes, la brutal hambruna y el genocidio generalizado.

En la búsqueda de soluciones
El conflicto de Darfur tiene difícil arreglo. No es una zona especialmente rica, tampoco geográficamente de gran importancia estratégica, puesto que su condición de región interior, dedicada en un 80% a la agricultura, su lejanía con el mar rojo y el Nilo, controlado por el gobierno de Jartum, la hacen poco deseable para “salvadores” e inversores. Solo la voluntad política y humanitaria puede remediar la crisis.
El nuevo enviado especial de Naciones Unidas para Darfur, Jan Eliasson – ex canciller sueco-, se desplazó hace pocos días a Addis Abeba – capital de Etiopía – para proseguir intercambios sobre la convulsa región sudanesa con dirigentes de la Unión Africana (UA) y del gobierno etíope. Previamente, Eliasson, había ya mantenido consultas en la sede de Naciones Unidas con el Secretario General Ban Ki Moon y al tanzano Salim Ahmed Salim, enviado de la UA para Darfur desde 2004 y también con los miembros permanentes del Consejo de Seguridad: China, Rusia, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
Según el programa, Eliasson mantuvo dos días de conversaciones en la capital etíope con el Presidente de la Comisión de la UA, Alpha Oumar Konaré y otros funcionarios de alto nivel de ese organismo regional y con integrantes del Gobierno de Etiopía.
Posteriormente, el diplomático sueco viajó a Sudán para reunirse con miembros del Gobierno de la Unidad Nacional y encontrar una solución duradera sobre la base del Acuerdo de Paz de Darfur.
Las gestiones de Eliasson están encaminadas a acelerar la participación de la ONU en las operaciones de mantenimiento de la paz en esa zona, un trabajo actualmente en manos de apenas siete mil soldados de la UA. El plan de tres fases acordado entre representantes del Gobierno de Jartum, la UA y la ONU contempla en un futuro la existencia en Darfur de unos 17 mil soldados y tres mil policías.
Antes de partir hacia Addis Abeba, Eliasson había subrayado que el propósito de su viaje era mantener el clima internacional para que las partes en conflicto comprendan que ahora «es el momento de andar el camino político y no buscar una solución militar».
«Este conflicto ha durado demasiado, el pueblo sudanés ha sufrido mucho», agregó.
“Creer que una solución militar puede imponerse en Darfur es una suposición errónea y estúpida y un signo de miopía. Lo que sucede ahora en Darfur es una desgracia total y una tragedia absoluta desde el punto de vista humanitario”
El gobierno de Sudán parece aceptar que las Naciones Unidas manden fuerzas de paz a Darfur, pero sólo como parte de una misión conjunta con la Unión Africana donde el comandante y la mayor parte de los soldados sean africanos. El portavoz Sadeq al-Magli dijo que aunque Sudán ha aceptado el paquete de ayuda de la ONU para Darfur, la UA sería la que más contribuya a las fuerzas de paz para esa región asolada por la guerra en el oeste del país.
Al-Magli dijo que la ONU le proporcionará asistencia técnica al contingente de mayoría africana, además de asesores y expertos militares y policiales. Indicó el portavoz sudanés que la misión sería «una operación híbrida y no de fuerzas internacionales conjuntas.

Como respuesta, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, escribió al presidente sudanés Omar al-Bashir para señalar que el organismo se esforzaría por encontrar a soldados de origen africano para las fuerzas de paz, pero que si no había suficientes, emplearía a militares de otros países contribuyentes.
Annan escribió que la primera fase del plan incrementaría el contingente de la fuerza de la UA en 105 oficiales, 33 policías de la ONU y 48 empleados administrativos internacionales.
Sin embargo, la tercera fase del plan crearía una misión conjunta entre la UA y la ONU, con una presencia mínima de 17.300 soldados, 3.300 policías civiles y 16 unidades de policía adicionales.
Apoyando todas estas decisiones, el comisario para Desarrollo de la Unión Europea, Louis Michel, dijo que “creer que una solución militar puede imponerse en Darfur es una suposición errónea y estúpida y un signo de miopía”. “Lo que sucede ahora en Darfur es una desgracia total y una tragedia absoluta desde el punto de vista humanitario”, añadió.

A pesar de todos los recelos este puede ser el camino de la esperanza. La Comisión Europea anunció que donará otros 17 millones de euros (22 millones de dólares) en ayuda de las víctimas de la guerra para la región sudanesa, al tiempo que urgió al gobierno sudanés y los líderes rebeldes a retomar las conversaciones de paz.
Darfur lleva demasiado tiempo siendo la noticia desagradable y olvidada que, sin embargo, lleva el estigma de la vergüenza internacional. Estadísticas de Naciones Unidas indican que más de cuatro millones de habitantes de Darfur, penden actualmente de ayuda alimentaria internacional para subsistir. Para mayor escarnio, funcionarios de la ONU han expresado su temor de que las tensiones en Darfur se extiendan a los vecinos Chad y la República Centroafricana.
Los nuevos fondos de la UE se usarán para mejorar la protección de civiles y proveer de ayuda básica, incluyendo suministros de agua, tratamiento de niños desnutridos, medicinas de emergencia, clínicas móviles, medios contra el cólera, productos de higiene y vivienda. Esperemos que todas estas medidas sean el principio del fin del genocidio en “el hogar de los fur” y se abra de nuevo la esperanza para todos sus habitantes.

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Navegando con velas negras

Navegando con velas negras

Febrero 2007

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Los amantes de la mitología cuentan que al partir Teseo hacia Creta para enfrentarse al Minotauro, su padre Egeo, rey de Atenas, le hizo prometer que a su regreso, si la aventura había sido coronada con éxito enarbolara en su galera velas de color blanco. Si por el contrario hubiese fracasado la misión – lo que significaba la muerte del príncipe entre las fauces carnívoras del Minotauro – mantendrían los atenienses las velas negras con las que habían partido.
Lo que sigue de la historia es muy conocido: el héroe, ayudado por Ariadna y por su famoso ovillo, mató al Minotauro, liberó a todos los jóvenes atenienses que habían perecido y salió del laberinto cretense siguiendo el hilo que sujetaba la joven.
Lo que tal vez sea menos conocido – por ser la parte negra de la leyenda – es la vuelta del héroe y el triste desenlace. Al divisarse la galera desde el puerto del Pireo el rey Egeo fue avisado. Inquieto, fue corriendo hasta los muelles preguntando al vigía sobre el color de las velas. Al responderle que eran negras, el anciano rey no quiso saber más y pleno de dolor se tiró al agua y se ahogó. Al desembarcar, Teseo se maldijo por su descuido y se sumió en el dolor. El héroe decretó que desde ese día ese mar llevaría el nombre de su padre. Y por eso, el mar griego se llama Egeo.
La época actual, tan informatizada y tan informada por los medios, no está exenta de héroes, de mitologías y de terribles calamidades urdidas por hombres y por dioses.
Como en todas las sociedades del pretérito y del futuro, también nosotros tenemos Minotauro a quien sacrificar mujeres y hombres. Es una inmolación no voluntaria que puede llegar a los 18 años, a los 20 o a los 60 y, como todas, inútil. El Minotauro no se saciará nunca porque su hambre no es humana; sin embargo él sí lo es, tiene hermanas, Ariadna es una de ellas; tiene padre, madre y hay gente que le quiere. Mas él nunca saldrá del laberinto donde lo han encerrado, una maraña vegetal le mantiene preso. Tal vez el monstruo querría ser más humano y pasear por las costas cretenses libre y en paz. Sin embargo siempre hay quien mueve su odio, siempre hay quien le recuerda cual es su génesis y él sólo encuentra placer matando y devorando.
Si a la bella Creta, le cambiamos el nombre por el de otro lugar igualmente hermoso y le llamamos Euskadi, al laberinto le llamamos autodeterminación y al Minotauro, ETA, tendremos las incógnitas de la ecuación a la que voy a referirme.
Manifiesto que estoy dispuesto a escuchar cualquier propuesta política y a debatir sobre cualquier filosofía, interesado en los pensamientos de otros y sensible a cualquier reivindicación, siempre y cuando no estén respaldadas por el asesinato o por la imposición.
Es mentira que las libertades de los individuos o de los pueblos se deben conseguir por los medios que sean. Y es mentira porque si para ello hemos de oprimir, asesinar o forzar las voluntades de otros, entonces, el propio concepto de libertad pierde todo su sentido. Recelo de cualquier peregrino argumento que anteponga los derechos de cualquier individuo si para ello hay que pisotear los de otros.
También me da miedo la palabra, patria. No por su significado que pretende ser noble y hermoso. Me da temor su utilización y su manipulación; me horroriza oírla en boca de iluminados y salvadores.
No sé cuanto tiempo ha de transcurrir todavía, pero llegará un día en que Euskadi sea feliz con una solución que satisfaga al pueblo vasco y nos permita salir a todos del laberinto
Las manifestaciones ciudadanas realizadas durante los días 13 y 14 del pasado enero han llevado a la calle nuevamente el grito de deseo de paz de todos los ciudadanos, incluidos y preferencialmente, los vascos. No vale la pena entrar en detalles de eslóganes y lucha de cifras, tampoco es sensato presumir de que, unas víctimas, lo son más que otras; lo importante era demostrar que el pueblo quiere terminar con las muertes y los argumentos inútiles. Estamos hartos de repetir que todo es discutible, excepto cuando debajo de la mesa de negociación hay una bomba.
El actual gobierno del Estado inició un proceso de diálogo y al margen de los resentidos y los políticamente interesados, la sociedad les dio un voto de confianza. Diálogo, diálogo, era la oración repetida frente a los dioses de la violencia y partieron en busca del Minotauro para reconciliarle con su condición humana. Pero el señor del laberinto, harto de devorar víctimas inocentes ha perdido el sentido de la orientación y aunque tuviese la salida frente a su testuz no la vería.
Pero, es tan bonita la esperanza, el último viento que quedó en la caja de Pandora, que exige una demostración de fuerza y entereza por parte de todos.
No, no voy a dar consejos; no tengo todos los datos en la mano y presumo que todos, absolutamente todos los gobiernos del Estado, han cometido errores por activa o por pasiva. Tampoco puedo dar soluciones ¡ojalá! Sólo puedo aplaudir a los que lo intentan. No me importa que regresen con las velas negras del fracaso, navegaron, remaron hasta donde les fue posible, no nos tiraremos por ello de cabeza al mar ¡no nos rendiremos!
Las leyendas siempre tienen algo de cierto y el velamen negro lo es para los que ven la nave desde popa o desde proa, todos perdemos.

Estoy convencido de que Euskadi tiene la suficiente fuerza moral para superar a su Minotauro. No se trata de ir a Atenas para buscar gentes y sacrificarlas al monstruo. Si Minos, rey de Creta, y su pueblo no se hubiesen prestado a proporcionarle víctimas – los propios militantes de ETA los son-, ni argumentos, el Minotauro hubiese muerto de inanición. O devora o muere.
En realidad el rey Minos pasó a la historia como padre de la civilización minoica y como hijo de Zeus y de Europa – hijos de Europa, no suena mal -, no pasó a la tradición como padre del Minotauro. El monstruo era hijo de un toro blanco surgido del mar, que Zeus entregó al monarca como regalo para Poseidón. Minos, obnubilado por su aparente belleza, no quiso sacrificarlo. Con el tiempo el cornúpeta le birló a su esposa la reina Pasífae, engendrando al monstruo y al que hubo que construir un laberinto para que campara a sus anchas.
No sé cuanto tiempo ha de transcurrir todavía, pero llegará un día en que Euskadi sea feliz con una solución que satisfaga al pueblo vasco y nos permita salir a todos del laberinto. De lo que sí estoy seguro es que para cuando llegue este momento habrá que enarbolar las velas blancas de la paz, el Minotauro habrá dejado de existir.

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Foro Social Mundial Nairobi

El Foro Social Mundial de Nairobi (Kenia)

Febrero 2007

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El Foro social mundial no es ni un movimiento ni una macro-organización, sino un espacio planetario, de intercambio y de aprendizaje, de búsqueda de alternativas y de agendas comunes de los movimientos sociales y organizaciones.
«Los africanos queremos ser ciudadanos globales», apuntó Wahu Karaa, líder social keniata. «Cuando recordamos a las madres que hicieron huelga de hambre contra la dictadura en Kenia -añade-, nos conectamos con las ‘Madres de Plaza de Mayo’ de Argentina, las mujeres que luchan por salvar los árboles en India o las que cuestionan a las compañías de petróleo en Nigeria. Estamos todos conectados».
El 7º. Foro Social Mundial (FSM) se anunciaba  desde el 20 al 25 de enero 2007 en el Moi Internacional Sports Center Kasarani de Nairobi, la capital de Kenia, con la esperanza de recibir 150.000 delegados de todo el mundo.  Más de 1.000 actividades se preparaban en los 106 espacios previstos en el lugar.
Según la secretaria del Foro, las actividades del mismo serían  autogestionadas por organizaciones de la sociedad civil (OSC), movimientos sociales y organizaciones no gubernamentales (ONGs) de más de 100 países.  La tarea del Secretariado, según sus comunicaciones, era “simplemente” coordinar estas actividades y proveer el sitio y las instalaciones necesarias, así como la información al público.
Todos los  interesados en cambiar el mundo para mejorarlo estaban invitados a unirse a la discusión.  El costo de la entrada para la gente del continente africano era  de 450 Kenyan Shillings (unos 5 € ).  Las deliberaciones, bajo el lema “Luchas de los pueblos, alternativas de la gente, otro mundo es posible”, girarían en torno a los siguientes 12 temas:
HIV- AIDS. Género. Privatización de los bienes esenciales. Los sin tierra. Paz y conflicto. Migración y diáspora. Memoria de la gente y sus luchas. Juventud. Deuda. Acuerdos de libre comercio. Vivienda
Ante esta sugerente propuesta, veteranos de otros Foros Sociales y nuevos adeptos a la causa de otro mundo es posible, hacían sus maletas y trasladaban sus esperanzas al lugar común de la reivindicación global de la justicia social.

De nuevo Nairobi
Va siendo habitual – después de la Cumbre sobre el Cambio Climático de noviembre – regresar a Kenia. Esta vez – no hay billetes Madrid – Nairobi -, es vía  Bruselas con escala en el  aeródromo de Masai Mara, a la orilla del Lago Nakuru, famoso por la gran cantidad de flamencos rosas que habitan sus aledaños.  Masai Mara, cerca de la frontera de Tanzania, tiene el más impresionante parque de Kenia; sin embargo, por esta vez, tendremos que admirar las cabalgadas de los ñues y cebras desde el aire en vuelo al  aeropuerto internacional de Nairobi, Jomo Keniata, al que llegamos AKUNA MATATA,  expresión swajili que significa: sin problemas.
Mientras la plateada nave surcaba el cielo keniata era bueno recordar que el Foro Social tiene ya un periplo de seis años. Nació en enero del 2001 en Porto Alegre, Brasil, por aquel entonces, representantes de la sociedad civil de todo el mundo se convocaron por primera vez como ejemplo «anti-Davos” con la ya repetida consigna de «otro mundo es posible».
El 7º. Foro Social Mundial (FSM) se anunciaba  desde el 20 al 25 de enero 2007 en el Moi Internacional Sports Center Kasarani de Nairobi, la capital de Kenia, con la esperanza de recibir 150.000 delegados de todo el mundo
Desde entonces hasta el desembarco africano, el FSM ha logrado consolidarse como alternativa. De aquellos  20 mil participantes de su primera edición, llegó a más de 150 mil en su quinta convocatoria en el 2005. Se expandió en decenas de encuentros continentales, en centenas de foros nacionales, regionales o temáticos, convirtiéndose en el más novedoso e importante espacio altermundialista. El año pasado se realizaron tres eventos descentralizados en Caracas, Bamako y Karachi-; ahora vuelve a converger y por primera vez se realiza en África. Los tres primeros días se realizarán actividades autogestionadas agrupadas  por objetivos comunes de lucha y en la cuarta jornada – la del 24 de enero- se planificaran las propuestas de nuevas luchas y campañas.
El VII FSM,  se desarrolla en el Centro Deportivo Internacional Moi, de Kasarani, en la periferia de Nairobi.

La humanidad está en una enorme búsqueda de horizontes
Chico Whitaker, el impulsor del FSM y premio Nobel alternativo 2006, recuerda a los medios antes de comenzar la  presente edición que  «el neoliberalismo y el capitalismo autoritario están llevando al planeta y al ser humano a la ruina». “En el FSM, la horizontalidad es lo que predomina. Todos iguales, sin coordinadores, ni representantes, ni portavoces. El espacio no tiene voz», sentencia Whitaker. «Desde abajo, la gente debe comprometerse con nuevas perspectivas, que van a pasar por diferentes y múltiples acciones». “Es la sociedad civil en tanto que actor político a parte entera. Trabajando por el cambio, reconociendo a los otros, descubriendo y reforzando convergencias”, matiza.
Sin embargo no faltan voces que aseguran que el FSM padece de una pérdida de poder de convocatoria y es víctima de una velocidad de crucero decreciente.
No obstante la visión que se da en Nairobi no es de decadencia del movimiento. La elección de África ha sido acertada y las expectativas son positivas.

Empieza el Foro
Tal vez el sueño de alguno es alojarse en magnifico Nairobi Hilton en  Mama Ngina Street, en  la zona de compras y de negocios de Nairobi, bien situado en el Parque Nacional de Nairobi; sin embargo procede, en consecuencia a lo que vamos a vivir, alojarse en uno de los hoteles más modestos de tres estrellas que abundan en. Kenyatta Ave, en las colinas, en una zona residencial a las afueras, a medio km. del centro. Los 15 minutos a pie hasta la parada de transporte público más cercana (Nairobi city), incluyen el aliciente de callejear, escuchar y disfrutar de los colores de la ciudad. . . y también de los olores. Nada  que objetar a Vargas Llosa cuando describe el “olor de la pobreza” del barrio Kibera, el barrio de chabolas más grande de África, en cuyos dos kilómetros y medio viven más de 800.000 personas y donde está generalizado el sistema de los llamados “inodoros volantes”, bolsas de plástico  utilizadas  para aliviarse y que luego son arrojadas a las calles. También es  característico en el centro de Nairobi, el olor a pegamento que esnifan los jóvenes mientras piden dinero a los turistas; sin embargo hay que ir más allá y tratar de aspirar lo bueno del ambiente y saber discernir el aroma a tierra y a hermosas flores que se exportan a muchas partes del mundo. Lo que más se escucha en las calles de Nairobi es Yambo, que significa amigo.

Manifestación el sábado día 20
Unos 5.000 activistas tomaron parte en la manifestación, una cifra muy inferior a las que asistimos en Porto Alegre y  a los centenares de miles esperados por los organizadores.
La marcha comenzó, precisamente, en el suburbio de Kibera, uno de los mayores barrios de chabolas de África, el del “olor de la pobreza” y terminó en el parque de Uhuru, donde a primera hora de la tarde se celebró la ceremonia oficial de apertura del Foro. Los manifestantes llevaban pancartas con lemas como la que presidía la manifestación: «es posible construir un mundo diferente».
“Estamos luchando contra la pobreza, la ignorancia, la corrupción y la explotación», dijo el primer presidente del Estado independiente de Zambia, Kenneth Kaunda, en el parque Uhuru.
“Debemos luchar juntos, cristianos, musulmanes, judíos, hindúes, da igual. Todos somos criaturas de Dios», añadió Kaunda, al estilo de un Gandhi africano.
Los manifestantes llevaban pancartas con lemas como la que presidía la manifestación: «es posible construir un mundo diferente»
Los eslóganes como «Bush, terrorista número uno» y “La paz es posible”, se repetían una y otra vez. Aunque los manifestantes no eran tan numerosos como los esperados por la Organización, la manifestación fue altamente significativa y de gran valor simbólico.
Los activistas acudieron al estadio internacional de deportes Moi, con capacidad para más de 60.000 personas, para iniciar las actividades  de debate, exposición de trabajo e intercambio de ideas. Decenas de carpas levantadas en las áreas del recinto deportivo y venta en pequeños e improvisados puestos, colmados de artesanías y trajes tribales kenianos, se significaban como  claros exponentes de la cultura africana.

El domingo fueron llegando más participantes, sobre todo, españoles e italianos. Ya no hay sitio. Los más de 50.000 activistas que participan en el Foro  han ocupado la totalidad de los hoteles, hostales y campings de la ciudad y  unas 35.000 familias han abierto sus casas para alojar a los delegados, en uno de los eventos de mayor envergadura jamás organizados en Nairobi.  En el encuentro participa una delegación de 4.000 keniatas, habitantes de las miles de chabolas que abarcan los barrios periféricos de la capital y que, a raíz del FSM, se están movilizando para la obtención de una vivienda digna. La rápida urbanización africana y el éxodo de la población del campo a la ciudad conducen a la proliferación de barrios de chabolas exentas de electricidad, agua o servicios básicos. La pandemia del sida, los conflictos bélicos o los tratados injustos de comercio, centran la edición africana del foro.
La Fundación Rockefeller y la de el magnate de la informática Bill Gates fueron  duramente criticadas durante el Foro Social Mundial (FSM),  Ambas fundaciones habían anunciado recientemente la creación de una Alianza para la Revolución Verde en África, a la que planean dedicar una inversión de 150 millones de dólares.
«La estrategia de Gates y Rockefeller sólo servirá para desposeer por completo a los agricultores africanos. Su receta es completamente obsoleta», manifestó la activista india Vandana Shiva. Según la organización «Food First», quienes apoyan la iniciativa creen que mejorará la vida de los empobrecidos campesinos africanos que no se beneficiaron de la «revolución verde» que tuvo lugar en Asia a partir de los años sesenta, que consistió en la distribución de semillas híbridas, fertilizantes y pesticidas para aumentar la productividad de las tierras.
Pero los químicos presentes en los fertilizantes y pesticidas «provocan la pérdida de la diversidad agraria, la base para la vida de los campesinos y equilibrio ambiental según manifesto Food First. «La revolución verde en India destruyó la tierra más próspera del país y donde antes se plantaban hasta 250 variedades de semilla, hoy se plantan tres: maíz, arroz y algodón. No se produjo más comida, sólo más arroz y menos legumbres», dijo Shiva. La activista remarcó que ensayar una revolución verde no ayudará a los campesinos sino a las empresas productoras de pesticidas o la industria multinacional de semillas.

Los debates alcanzan su apogeo
El lunes  todos los foros y debates están en plena ebullición. Uno de los abogados que ha interpuesto una demanda por crímenes de guerra contra el ex secretario estadounidense de Defensa Donald Rumsfeld  declara que éste «debería estar en la cárcel».
«No sé si acabará en la cárcel, pero sé que debería ir a la cárcel y al menos espero que viva el resto de su vida con vergüenza», manifiesta Peter Weiss, abogado del Centro por los Derechos Constitucionales de Nueva York, y que ha defendido a presos retenidos por EEUU en la prisión cubana de Guantánamo.
Weiss ha comparecido con otros activistas de derechos humanos de Argentina, Nicaragua, Brasil, Colombia y República Democrática del Congo en una mesa redonda sobre la lucha contra la impunidad en el mundo, celebrada en el Foro Social Mundial.
«La buena noticia es que el mundo está haciendo enormes avances en la lucha contra la impunidad», ha opinado Weiss.
«La participación de la sociedad civil es fundamental para cualquier situación que viola los derechos humanos», ha indicado Sottili
El secretario de Estado de Derechos Humanos de Brasil, Rogerio Sottili, ha comentado en una de las conferencias los cambios legales y medidas tomadas en su país para afrontar los crímenes cometidos durante la dictadura. «Nuestro Gobierno -ha declarado en referencia al ejecutivo de Luiz Inácio Lula da Silva- salió de los propios movimientos sociales y está comprometido con el derecho a la memoria».
«La participación de la sociedad civil es fundamental para cualquier situación que viola los derechos humanos», ha indicado Sottili, que ha añadido que profundizar en el pasado es necesario «para fortalecer la democracia, pues democracia e impunidad no son compatibles, y porque las familias de las víctimas tienen derecho a saber qué pasó con los suyos».
Otra de las participantes fue Nora de Cortiñas, una de las fundadoras de las Madres de la Plaza de Mayo de Argentina, quien ha afirmado que en la represión llevada a cabo por la dictadura en su país desaparecieron más de 30.000 personas.
«Las leyes de punto final decretadas por el ex presidente Raúl Alfonsín, y el indulto de su sucesor Carlos Menem, consagraron la impunidad, pero no consiguieron callarnos y luchamos hasta que el año pasado conseguimos tirar abajo la legalidad de dichas leyes», ha referido la Madre de Mayo.

La embajada española en Nairobi ofreció una recepción a los representantes españoles que habían  acudido al Foro Social Mundial. Unas cien personas invitadas al ágape, entre ellas, miembros de ONG como Médicos del Mundo o Cáritas, responsables políticos del Congreso de los Diputados, el Parlamento de Navarra, eurodiputados o el vicepresidente del Parlamento Europeo, Miguel Ángel Martínez debatieron informalmente sobre las jornadas. El embajador, Nicolás Martín Cinto, irunés y antiguo alumno del colegio de Lekaroz,  que estos días cumple un año como titular en Kenia,  atendió a todo el mundo con afecto. Por cierto,  el pasado 26 de enero se  nombró al embajador Martín, también titular de Uganda con residencia en Nairobi.
Es miércoles, uno no se acostumbra a los coches circulando por la izquierda, se hace público el mensaje de Evo Morales a los asistentes:
Hay que pensar en la vida, hay que pensar en la humanidad, hay que pensar en cómo salvar a la humanidad, y eso es salvando al planeta Tierra; desde el movimiento indígena es un aporte importante cómo vivir en armonía con el planeta Tierra, como decimos en Bolivia, con la Pacha Mama, la madre tierra.
La actividad matutina de las reuniones del día, con sede en la periferia de Nairobi, se reserva para encuentros y coloquios autogestionados por redes, campañas, movimientos, asociaciones y demás instancias altermundistas a nivel mundial.
El poder corporativo como un obstáculo a la agenda de soberanía alimentaria, la conveniencia del comercio justo y equitativo, y las políticas de promoción de la igualdad racial en América Latina, integran una vastísima lista de temas a concertar.
Asuntos como el acceso al agua, protección de recursos naturales, campañas para impedir guerras, oposición a la globalización neoliberal, educación, salud, igualdad de géneros, derechos laborales y otros, forman parte de esa agenda.
En los debates sobre el agua se incluyen acciones para conseguir el derecho humano al agua, movilizaciones con vista a la reunión del Grupo de los Ocho (G-8) que tendrá lugar este año en Alemania, y propuestas de olimpiadas para la humanidad.

Cierre del FSM
Después de estas cuatro jornadas de reflexión, fiesta, movilizaciones y  debates, el VII Foro Social Mundial (FSM) concluyó el jueves 25 su andadura con el logro indiscutible de multiplicar el optimismo entre quienes creen viable la transformación del mundo.
“Avanzamos mucho en el proceso general, pues en el foro de Nairobi la gente vino, conversó, aprendió de los otros, descubrió nuevos caminos y propuestas, y ahora empezarán a trabajar en sus lugares de origen con más energía”, manifestó el brasileño Francisco – Chico – Whitaker, quien realzó las propuestas salidas de los grupos de trabajo, talleres y la sesión vespertina con los 21 espacios en los que se puso a disposición lo sugerido y acordado.
Los resúmenes se concretaron en el denominado Cuarto Día,  en la última jornada hábil del evento se destinó a pensar y plantear la acción de cada red, campaña, organización y movimiento social.
«Esa es una riqueza muy grande de Nairobi, la diversidad de tipos de acción de distintos niveles y sectores», apuntó el recién laureado con el Premio Nobel Alternativo 2006.
Por su parte, Orlando Blanco, dirigente del Colectivo de Organizaciones Sociales (COS) de Guatemala, consideró que el VII FSM volvió a convertirse en un espacio de convergencia de diferentes expresiones sociales del mundo, enriquecido con siete años de experiencias.
«Tuvimos oportunidad de discutir, reflexionar y plantear nuestras visiones sobre las principales problemáticas, sobre todo de las políticas neoliberales que afectan los diferentes ámbitos de la vida humana, la salud, la educación y la tierra», comentó a los medios representados, Blanco.
Este foro, si bien fue menos politizado que el VI realizado el pasado año en Caracas, Venezuela, «viene a constituirse como un eslabón más de lo que han sido los anteriores y hay que apostarle a la convergencia social, terminó diciendo, Blanco.
A pesar de los principios vacilantes del primer día el FSM puede considerarse un éxito, al menos trata de demostrar que con la unidad de los concienciados, otro mundo será posible.

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¿Navidad?

¿Navidad?

Enero 2007

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Cuando ustedes, amables lectores, lean estas líneas será Navidad. No será 25 de diciembre porque este artículo saldrá en enero, tampoco puedo estar seguro de que no sea leído dentro de algunos meses, pongamos en junio; sin embargo, es posible – y yo lo deseo fervientemente – que sea para ustedes, el día de Navidad.

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves

Mario Benedetti

Supongamos que elegimos un día universal de los buenos deseos y nos cargamos de esperanza, de comprensión, de sensibilidad… de amor, porqué no tratar de que esto suceda muchas veces al año. Estoy seguro que nada más asome la nariz el recién nacido 2007, todos haremos votos para que sea nuestro mejor ciclo: nos prometeremos dejar de fumar, ir al gimnasio o la piscina, leer más libros, hacer las paces con aquel amigo con quien ya no nos hablamos por un malentendido. Y yo me pregunto: ¿por qué esperar al día 2 de enero? ¿No sería más razonable proponerse realizar uno de esos logros cada mes?
Si analizan lo que les ha ido sucediendo en el año que acaba, descubrirán que Navidad cayó un 10 de octubre – pongo por caso – o que el año –su año – comenzó en la fecha en que encontró trabajo, se enamoró o acabó de pagar la hipoteca. Y si hubo momentos tristes, a usted le dio igual que fuese domingo o que España quedara campeona del mundial de baloncesto, las lágrimas no saben de calendarios, ni de logros patrios. Tampoco las risas.
Ya sé que me dirán que la paga extra es por estas fechas, que si los regalos, que si las cenas de empresa, que si los Reyes Magos, que si Santa Claus, que si el árbol de Navidad, que si la comilona, etc., etc. ¡Ah! ¿Pero se trataba de eso? ¿Del consumo, del derroche y de la copita de más? Entonces me temo que no entiendo nada.
Propónganse un cambio, un acuerdo entre ustedes mismos: ser como soñaron ser. Y para eso no hace falta que esperen un guarismo determinado en el calendario de la vida, pueden empezar ahora mismo. Recuerden siempre que otra Navidad es posible
Yo, en mi ignorancia, creí que hablábamos de ser mejores, de saludar al vecino – aunque sea emigrante -, de hacer felices a los niños, de proteger nuestro entorno, de paliar el hambre, de sonreír por la calle; de todo eso. Y ahora resulta que los buenos deseos sólo lo son para quien puede compartir nuestro modo de vida: los que tenemos paga extra, acciones e hipotecas; la sociedad del colesterol y del consumo, la de la especulación y la corrupción. Esa sociedad manejada por las multinacionales, los santones, los pecadores, los programas del corazón, los corazones sin programa, las tonadilleras de los abusos urbanísticos, los abusones de las tonadilleras, los políticos invasores o los inversores políticos, etc., etc. ¿A esos les vamos a desear un venturoso año nuevo?
No amigos, no. La Navidad no es eso, la Navidad es la búsqueda del otro yo que entregamos el día en que nos “salvamos”. El mismo día en que perdimos la inocencia: aquella jornada en la que claudicamos; el momento en el que le reímos el chiste al jefe que nos caía tan mal; el instante en que traicionamos a quien nos quería; el terrible tránsito para convertirnos en masa. Si a todo eso añadimos que los afligidos y los solitarios se sienten peor y más solos cuando en su entorno parece que todo el mundo irradie felicidad, entonces el sueño se complica y se convierte en pesadilla. Y eso sólo tiene un arreglo.
Propónganse un cambio, un acuerdo entre ustedes mismos: ser como soñaron ser. Y para eso no hace falta que esperen un guarismo determinado en el calendario de la vida, pueden empezar ahora mismo. Recuerden siempre que otra Navidad es posible.
Como diría Benedetti: no se salven. Salgan a la calle, saluden a todo bicho viviente, ayuden a su amigo, sonríanle a los niños, canten en la parada del autobús, reconozcan que están enamorados; no se queden sentados al borde del camino. Y eso pueden hacerlo cualquier día en cualquier esquina. No dejen que les digan en que fecha han de ser felices, cuando hay que comprar y como hay que vender. Sean ustedes mismos. Y sepan que sea el día que sea, en el momento que lean este artículo, yo estaré agazapado entre las letras deseándoles mucha felicidad. Y aunque hoy ya sea primavera: ¡Feliz Navidad!

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Plan ITER

Plan ITER:
El sueño de la energía inagotable

Enero 2007

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El comienzo de la Era Atómica, podría situarse en el momento en que Albert Einstein descubrió su famosa fórmula E=MC2, donde E es la Energía liberada, M la diferencia de masa o incremento, y C es la velocidad de la luz. Con esta ecuación, el sabio alemán, demostró que la masa se puede transformar en Energía y al revés, la energía en masa.
Según la fórmula de Einsten, cuando en un proceso se elimina masa, ésta no desaparece, sino que se transforma en energía. Así, una mínima cantidad de masa, puede liberar gran cantidad de energía. Por ejemplo, si se transforma un miligramo de masa en energía, tenemos que la Energía liberada es: E = 0.000001Kg*90.000.000.000.000.000 (velocidad de la luz al cuadrado) sería igual a 90.000.000.000 julios, es decir 90 giga julios.
Para apreciar en la práctica la potencia de la energía desprendida, tenemos que hacer un esfuerzo de imaginación: Supongamos que tenemos un reactor nuclear que es capaz de transformar un solo miligramo de masa en energía en una hora, y que aprovechamos toda la energía producida. Si consideramos que un hogar convencional, consume unos 3,3 kilowatios/hora, dispondremos de energía para satisfacer a más de 7.000 hogares con televisión, horno, frigorífico y calefacción eléctrica, durante las 24 horas del día.

Se puede obtener energía nuclear de dos formas diferentes, mediante FUSIÓN, y mediante FISIÓN. La fisión es la que se emplea actualmente en las centrales nucleares y su proceso simplificado es el siguiente:
Cuando un átomo pesado se divide en dos átomos más ligeros, la suma de las masas de estos últimos átomos obtenidos, más la de los neutrones desprendidos es menor que la masa del átomo original, con lo que se desprende Energía. Para romper un átomo, se emplea un neutrón (ya que es eléctricamente neutro y no se desvía de su trayectoria) y se lanza contra un átomo, por ejemplo, de Uranio. Al chocar el neutrón, el átomo de Uranio-235 se convierte en Uranio-236 durante un brevísimo espacio de tiempo, ya que tiene un neutrón más que es el que ha chocado con él, siendo este último átomo sumamente inestable, dividiéndose en dos átomos diferentes y más ligeros que el Uranio-236 (por ejemplo Kriptón y Bario o Xenon y Estroncio), desprendiendo 2 ó 3 neutrones y liberando energía. Estos 3 neutrones, vuelven a chocar con otros 3 átomos de Uranio-235, liberando en total 9 neutrones, energía y otros dos átomos más ligeros, y así sucesivamente, generando de esta forma una reacción en cadena.

REACTORES PELIGROSOS
Los reactores de fisión deben ser instalados en zonas cercanas al agua, como cualquier central térmica, para refrigerar el circuito, y se emplazan en zonas sísmicamente estables para evitar accidentes. Una de las ventajas de los reactores nucleares actuales es que casi no emiten contaminantes al aire (periódicamente deben purgar pequeñas cantidades de gases radiactivos), y los residuos producidos son muchísimo menores en volumen y más controlados que los residuos generados por las plantas alimentadas por combustibles fósiles.
No obstante, los reactores nucleares por fisión generan residuos en forma de productos radiactivos que deben ser enterrados o almacenados con suma seguridad, debido, a la prolongada vida media de alguno de los isótopos resultantes de la reacción, como el Americio, el Neptunio o el Curio, cuyos efectos duran decenas de miles de años.
Los reactores termonucleares – basados en la fusión nuclear – son la tecnología del futuro para generar energía eléctrica renovable, limpia y barata
Estos productos contaminantes pueden reducirse considerablemente, pero algunas centrales también sirven para generar material adicional de fisión (plutonio) para la creación de armamento nuclear. Dicho interés en la creación de dichas sustancias impone un diseño específico del reactor en detrimento de la ecología del mismo.
Algunos expertos mantienen que la energía nuclear podría ser una energía limpia y que los costes totales de construcción, explotación, seguridad, tratamiento de los residuos y desmantelamiento serían muy inferiores a los costes de cualquier planta de energía fósil, incluyendo los costes medioambientales, el secreto está en sustituir el sistema de fisión por el de fusión.

LA ENERGÍA DE LAS ESTRELLAS
La fusión es un proceso natural en las estrellas; las reacciones nucleares por fusión se producen por la elevadísima temperatura de las estrellas, que están compuestas principalmente por Hidrógeno y Helio. El hidrógeno, en condiciones normales de temperatura, se repele entre sí cuando intentas fusionarlo a otro átomo de hidrógeno, debido a su repulsión electrostática. Para vencer esta repulsión electrostática, el átomo de hidrógeno debe chocar violentamente contra otro átomo de hidrógeno, fusionándose y produciendo Helio, que no es fusionable. La diferencia de masa entre el átomo obtenido y el original libera una gran cantidad de energía, muchísimo mayor que en el proceso de fisión.
Sin embargo, para obtener estos choques violentos, hay que conseguir una elevada temperatura, que estimule a los átomos de hidrógeno para que se muevan muy rápidamente y choquen unos contra otros.
La energía termonuclear es una de las alternativas más fiables que tiene la humanidad para afrontar la crisis energética inevitable cuando en el planeta se agoten las reservas de combustibles convencionales, como el petróleo, gas y carbón. Los reactores termonucleares – basados en la fusión nuclear – son la tecnología del futuro para generar energía eléctrica renovable, limpia y barata, ya que, a diferencia de las actuales centrales nucleares, no producen peligrosos desechos radiactivos, sino que liberan helio, un gas inerte e inofensivo.

LA LARGA BÚSQUEDA
La investigación en este campo se ha prolongado durante 50 años y no se ha conseguido aún mantener una reacción de fusión controlada.
La mayor dificultad se halla en soportar la enorme presión y temperatura que requiere una fusión nuclear (que solo es posible encontrar de forma natural en el núcleo de una estrella). El proceso requiere una enorme inyección de energía inicial que luego se podría automantener, ya que la energía desprendida es mucho mayor.
La primera reacción de fusión realizada por el ser humano tuvo origen militar, fue la bomba termonuclear – también llamada bomba-H o de Hidrógeno-. La bomba termonuclear libera grandes cantidades de energía alcanzando casi la temperatura del Sol, unos 20 millones de grados centígrados. Las bombas termonucleares actuales, alcanzan los 60 megatones (equivalente a 60 millones de toneladas de explosivo TNT), lo cual puede arrasar todo lo que haya en un radio de 40 ó 50 Kilómetros a la redonda, eso sin incluir la radiación electromagnética y la onda expansiva, así como la lluvia ácida. Sin embargo es en su uso pacífico donde más espectacular se muestra la energía termonuclear.
La investigación en este campo se ha prolongado durante 50 años y no se ha conseguido aún mantener una reacción de fusión controlada
Fueron los rusos los primeros en construir un reactor termonuclear. Fue creado en los años 1950 por los físicos Ígor Tamm y Andréi y recibió el nombre de Tokamak, acrónimo del ruso тороидальная камера с магнитными катушками, que puede traducirse como cámara toroidal.
Se trataba de un toro en cuya cámara sin aire se confinaba un plasma mediante dos fuertes campos magnéticos. El primero se crea por líneas magnéticas que rodean la cámara toroidal y el otro, por la intensa corriente eléctrica del plasma mismo. El plasma está compuesto por partículas cargadas muy ligeras que son aceleradas por el campo magnético hasta alcanzar velocidades próximas a la de la luz. El objetivo de este aparato era obtener la fusión de las partículas del plasma, lo que generaría grandes cantidades de energía. Sin embargo, el plasma se vuelve tan caliente que no se encontraban materiales capaces de soportar tales temperaturas, de ahí la necesidad de aislarlo con un medio inmaterial como un campo magnético.
Europa se basó en el Tokamak para conseguir su propia cámara torodial. Sin embargo el mayor reactor de este tipo, el JET (toro europeo conjunto), no pudo mantener una mezcla a la temperatura (1 millón de grados) y presión necesarias para que se mantuviera la reacción. Para superar estos inconvenientes se creó un proyecto internacional denominado ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor, en español: Reactor Termonuclear Experimental Internacional).

EL PROYECTO ITER
Iter significa “el camino” en latín, nombre que pretende reflejar la voluntad internacional de que el ITER sea el perfeccionamiento de la fusión nuclear como una fuente de energía para usos pacíficos.
El objetivo del proyecto es el de probar todos los elementos necesarios para la construcción y funcionamiento de un reactor de fusión nuclear para la utilización comercial. Además de reunir los recursos tecnológicos y científicos de los programas de investigación desarrollados en aquel entonces por la Unión Soviética (actual Rusia), los Estados Unidos, Europa (a través de EURATOM) y de Japón, el ITER cuenta con el auspicio de la IAEA, así como una forma de compartir los gastos del proyecto. El costo estimado total del proyecto se calcula en unos 10.300 millones de euros en los próximos 10 años. La UE asumirá el 40% de los costos de construcción, Francia costeará un 10% adicional mientras que los cinco socios restantes sufragarán 10% cada uno.
Durante el proceso para definir el emplazamiento del centro de investigación y del futuro reactor de fusión se presentaron varios inconvenientes. En diciembre de 2003 los países miembros del proyecto, no pudieron decidirse entre situarlo en Francia o en Japón. Al parecer, por motivos políticos los Estados Unidos estuvieron en contra de la candidatura de Francia (presumiblemente por su negativa a apoyar la invasión de Irak de 2003), lo cual dificultó la decisión definitiva.
El pasado 24 de mayo, la Unión Europea, Japón, Estados Unidos, Corea del Sur, la India, Rusia y China, los siete socios del proyecto ITER, firmaron en Bruselas el acuerdo internacional para el lanzamiento del reactor de fusión internacional y confirmaron como lugar para desarrollarlo la ciudad de Cadarache, en el Sudeste de Francia.
Asimismo, en España (concretamente en Barcelona) se ha ubicado la Agencia Europea de Fusión, organismo encargado de controlar todos los contratos para la construcción, la aportación industrial y el desarrollo de la I+D del proyecto y deberá nombrar uno de los dos directores europeos.

CADARACHE
Cadarache es un centro de estudios nucleares creado en 1959 por la CEA (Commissariat à l’Énergie Atomique) en Bouches-du-Rhône (Francia) sobre un terreno de 1 625 hectáreas.
En 2005 fue uno de los seleccionados para servir de emplazamiento a la construcción del ITER, pero los acontecimientos expuestos no han hecho realidad su candidatura hasta la firma de Bruselas.
Más de 4.000 personas están trabajando en el CEA de Cadarache. Esencialmente desarrolla investigaciones sobre la utilización más rentable y más segura de la energía nuclear, incluyendo las formas de eliminación de residuos y la propuesta de soluciones para el futuro energético.
En Cadarache, se investiga también sobre la energía solar y sobre la biología vegetal y la microbiología para desarrollar posibilidades en el tema de la polución y la biodiversidad.
Ahora la población del departamento Bouches-du-Rhône, acogerá la investigación y la construcción del ITER, cerca de 3.000 técnicos de todo el mundo convergerán en sus instalaciones, para desarrollar el más potente reactor jamás imaginado. Al frente de todo estará François Gauché nombrado el pasado 2 octubre, director de la Agencia ITER en Francia.
François Gauché nació en 1974, es licenciado por la École Polytechnique y por l’Ecole Nationale Supérieure des Mines de París. Pese su juventud desde 1997 a 1999, ejerció de ingeniero en otro proyecto europeo y posteriormente en el Instituto Max Planck de Hamburgo, de la sociedad BMW, antes de incorporarse a la división ALSTOM Train Services en Preston, Gran Bretaña. En el 2000, asumió la Dirección regional de la industria de investigación del medio ambiente de Alsalcia.

EL CAMINO DE LAS ESTRELLAS
El camino de las estrellas está marcado. Por su potencial, sus elevadas posibilidades y su virtud no contaminante, el reactor de fusión está llamado a ser la solución a los problemas energéticos. Tal vez la Era Atómica no pase a la historia por las atrocidades de Hiroshima y Nagasaki, tal vez lo haga por la aportación de una solución limpia y deslumbrante, la estela de las estrellas.

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La sutil violencia

La sutil violencia

Diciembre 2006

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La percepción es una sensación interior hecha de sentimientos y por tanto, en algunas ocasiones, puede engañarnos. Vivimos rodeados de acontecimientos que nos afectan en mayor o menor importancia dependiendo de sensibilidades, razonamiento o intuición; incluso de la capacidad de comprensión de cada uno. Y a pesar de disponer de estos y otros recursos mentales, somos vulnerables a los engaños, las mentiras y la traición, sobre todo si éstas vienen adornadas con el recurso de la sutilidad
Hace unas fechas se “celebró” el “Día mundial contra la violencia de género”. La propia ONU ha pedido a los gobiernos de todo el mundo que intensifiquen la protección a las mujeres.
La lacra del maltrato no respeta ni geografías, ni clases sociales, ni filosofías. Está presente en todos los meridianos, en los países desarrollados y subdesarrollados; imbuido en todas las creencias religiosas, aunque sea sutilmente, pero ante todo y por desgracia está en los genes.
Paradójicamente, muchos de los sacerdotes de los distintos dogmas, acostumbran a llevar faldas y adornos inequívocamente femeninos. Al respecto tengo mi propia teoría, intuyo que los credos universales todavía celan – tal vez sin sospecharlo y desde luego sin admitirlo -, de aquella involución que supuso el destierro de las diosas prehistóricas para llenar el firmamento de dioses masculinos y de sometimiento del otro género porque lo percibíamos más capaz.
Por fortuna la sociedad ha evolucionado lo suficiente para que podamos empezar a corregir errores. Pero si vamos a regresar al génesis, si estamos en disposición de volver a empezar y admitir la igualdad de inteligencia, de derechos y obligaciones de ambos sexos, tenemos, los varones – y también muchas mujeres -, que hacer un considerable esfuerzo de comprensión. Y el primer paso es tomar conciencia en contra de la violencia sexista.
No hay día que no nos despertemos – y extiendo la afirmación a todos los lugares donde existe libertad de información -, con la noticia de una nueva muerte, un nuevo maltrato, una nueva vejación. No voy a dar cifras ¿para qué?, a los concienciados nos parecen demasiadas y los faltos de gnosis prefieren otro tipo de noticias más amables. . . menos comprometidas.
No voy a extenderme en los casos de “una muerte anunciada”, el cretino salvaje que tiene atemorizado a todo el mundo, el de las broncas continuas, el que “se veía venir”. Voy a referirme a los otros, a los sutiles, al de la inesperada noticia.
La lacra del maltrato no respeta ni geografías, ni clases sociales, ni filosofías. Está presente en todos los meridianos, en los países desarrollados y subdesarrollados
Cuando una de esas funestas crónicas surge, los entrevistados –amigos y vecinos – comentan la “bondad”, la “educación” y la “normalidad” del maltratador. ¿Quién lo iba a pensar? Él, ¡tan humano!, siempre con los “buenos días” en los labios, siempre con el chiste simpático; siempre con el comentario del último desastre de la selección futbolera o con el piropo para la jovencita del cuarto. ¿Les suena? Hay otros adjetivos: callado, educado, no se metía con nadie, trataba muy bien a los niños. . .
En estos casos la percepción puede jugarnos malas pasadas. El tipo puede ser nuestro compañero de trabajo, el amigo de la infancia, el hermano o nuestro propio hijo. No podemos o no nos atrevemos a ver en su mirada – perceptiblemente indiferente y torva -, el odio, el desprecio, la envidia o los celos acumulados por la mujer que amaron. No, no se trata de la violencia física, esa es tangible, material, visible. Se trata de los comentarios agrios, los gestos ingratos, la mueca animal al hablar de ella; ¡la indiferencia!, la falta de valoración de sus logros, la mordaz crítica en público: distorsionada, desleal e innoble; se trata de la ausencia del beso sincero y del diálogo, se trata de la búsqueda del desahogo sexual sin sentimientos; a eso me refiero. A la sutil violencia.
Sé que no es fácil establecer la delgada línea que separa la “normalidad” de la violencia cotidiana – hay que poseer casi poderes extrasensoriales para advertirlo si uno no está metido directamente en la refriega -; sin embargo, hay una forma más sencilla de detectarlo: escúchenla. Ejerzan de cómplices, de amigos, de padres o de hermanos; no se conviertan en “el abogado del diablo”, las consecuencias pueden ser nefastas.
No se pongan de parte del maltratador, sólo por que les cae bien o se desbeban en su misma postura. Desenmascaren la sutileza de su pecado, llamen a las cosas por su nombre y recuerden que no hay depresiones sin depredador.
Mi llamamiento no va dirigido tan solo a los individuos, también a las administraciones. Formalmente se están poniendo todos los medios para acabar con el maltrato: hogares de acogida, policías especiales, agentes sociales, apoyos legales; pero en la práctica, la cosa es bastante distinta. Cumplido el trámite político-social, los contenidos – si bien han avanzado – dejan, todavía, bastante que desear; sobre todo, en los casos de sutileza manifiesta.
Todo es tan tenue, y los maltratadotes tan agudos e ingeniosos en esconder su maldad, que se hace necesario que todos realicemos un ejercicio de comprensión y sensibilidad para con las víctimas
Les voy a poner un ejemplo: en un municipio de la provincia de Tarragona, donde gobiernan izquierdas y derechas en pacto de gobierno – esto sí que es sutileza – , con alcaldesa al frente, vocacionalmente en comunión con los intereses de la mujer, existe una oficina de apoyo a las mujeres maltratadas que tienen a su disposición un par de letradas que, en su día, el partido nacionalista que hoy está en la oposición “colocó” para la defensa de las ciudadanas en apuros.
Las funcionarias en cuestión, mantuvieron su puesto con el nuevo gobierno municipal surgido de las urnas y de los pactos. Su trabajo social –remunerado – lo compaginan con la defensa de cuantos varones las contraten en casos de separación matrimonial. Utilizando todos los recursos legales posibles a su alcance y la aparición , si conviene, de algún perito amiguete de dudosa titulación. Desgraciadamente, nada nuevo bajo el sol.
Sin embargo, las teóricas defensoras de las maltratadas van más allá, parece ser que se han aprovechado de las denuncias y argumentos de alguna de las mujeres que han requerido la ayuda de la oficina municipal, para luego pasar a ser, indirectamente – mediante despachos y asociadas -, defensoras legales de la otra parte; es decir, del esposo. La cuestión está denunciada a la alcaldesa y al Sindic de Greuges, la primera asegura que se ha abierto expediente a las letradas; sin embargo, es bastante alarmante que no hayan sido preventivamente apartadas de la oficina comunal hasta que se aclaren los extremos. Y utilizo expresamente el adjetivo extremo, porque en estas cosas de violencia de genero, la eficacia institucional está, en la praxis, poco desarrollada. Y mientras tanto, se aprovechan de la situación los de siempre, sean mujeres u hombres, en eso sí hemos alcanzado la igualdad.
Y es que todo es tan tenue, y los maltratadotes tan agudos e ingeniosos en esconder su maldad, que se hace necesario que todos realicemos un ejercicio de comprensión y sensibilidad para con las víctimas. Para los verdugos, nada de sutilezas, hay que mandarles al destierro y al ostracismo: ¡a su propio infierno!

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Cumbre de Nairobi

Cumbre de Nairobi

Diciembre 2006

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“Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Kgong”. Así empieza su relato la escritora danesa, Isak Dinesen – Karen Blixen – en la exitosa novela “Memorias de África”. Pasear por estas colinas de origen volcánico llenas de vegetación y comprar la artesanía que los masai ofrecen “al pie” del lugar o visitar el Museo de Karen Blixen, en el que se refleja el ambiente que se vivía en su época, son algunas de las maravillas que nos puede ofrecer una visita a Nairobi y sus alrededores.
La capital de la República de Kenia, está situada en el interior  a unos 1.660 m de altura. Es la mayor ciudad del país; su población es de 2.750.561 habitantes. El nombre «Nairobi» procede de la expresión en lengua maasai Ewaso Nyirobi, “aguas frescas”.
Sin embargo en estos días los principales atractivos de la capital keniata no han sido los apuntados, ni tampoco la belleza de su Parque Nacional situado apenas a 13 kilómetros de la ciudad y que ocupa 114 kilómetros cuadrados de extensión, sin vallas y por el que los animales salen, entran y campan por sus respetos a través  del corredor de Kitengela; en estas fechas se han debatido, precisamente, las soluciones para evitar que tanta belleza no desaparezca, ni la de otros Nairobis, llámense Río, Barcelona, Nueva  York o  Kuala Lumpur. . .
Y es que en la ciudad africana se ha venido celebrando hasta el pasado 17 de noviembre la Reunión de la Convención de Naciones Unidas sobre el cambio climático y del Protocolo de Kioto que inició con elocuentes palabras del presidente de la conferencia, el ministro de Medio Ambiente keniata, Kivutha Kibwana: “El cambio climático es una de las mayores amenazas para la humanidad y pone en peligro los objetivos de desarrollo de millones de personas, especialmente en los países más pobres”, dijo.
”Es muy posible que los avances hacia la erradicación de la pobreza logrados hasta ahora sean barridos por las consecuencias del cambio climático”, sentenció.
Algo más de 5.000 personas se habían registrado para asistir durante  dos semanas  a la duodécima Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de la ONU sobre cambio climático (CMNUCC), a la que están integrados 189 estados, así como a la segunda COP de los 166 países que han ratificado el Protocolo de Kioto. Era la primera vez  que un encuentro de este tipo  se celebraba en el corazón del África Subsahariana y eso era algo tremendamente importante; sólo nueve, de los 400 proyectos que ya se están beneficiando del llamado Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) previsto en Kioto, están en África. Cuatro de ellos en Sudáfrica y los otros  se reparten entre Marruecos,  Egipto y  Túnez. Mediante dicho mecanismo, los países industrializados pagan proyectos que reducen o evitan las emisiones en los países más pobres, y a cambio se les adjudican créditos que pueden utilizar para cumplir sus propios objetivos de reducción de las emisiones. En la COP celebrada el año pasado en Montreal (Canadá), se acordó iniciar un proceso para considerar posteriores compromisos más allá del 2012.
”Es muy posible que los avances hacia la erradicación de la pobreza logrados hasta ahora sean barridos por las consecuencias del cambio climático
La elección de África como sede de la Convención fue muy acertada, el llamado Continente Negro es, tal vez, el más perjudicado con el cambio climático, actualmente 220 millones de africanos están expuestos cada año a sufrir las condiciones extremas de la sequía. Durante el pasado siglo el continente africano se calentó 0,7 grados centígrados y en las últimas tres décadas, las lluvias disminuyeron una cuarta parte en la franja delimitada por el desierto del Sahara y el África tropical;  el Cuerno de África y el sur del continente han sido gravemente afectados por las sequías desde 1960.

Las anunciadas previsiones de incremento del calentamiento en África están entre 2 y 6 grados centígrados para 2100. En el año 2025 cerca de 500 millones de africanos se verán faltos del agua indispensable para su desarrollo vital. Las lluvias podrían descender un tercio en los periodos de junio, julio y agosto, y  hasta el 60% en primavera en el la parte central y oriental del continente e, inconvenientemente, incrementarse  en el África occidental hasta un 35% entre septiembre y febrero, un periodo  habitualmente  seco.
En su primera jornada la Convención fue recibiendo a los delegados. En el primer día de reuniones Estados Unidos advertía que no variaría  su postura con respecto a la voluntariedad de sus medidas para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Mientras, la mayoría de los asistentes confían  que de las reuniones de Nairobi salgan aprobadas las reglas de funcionamiento del llamado Fondo de Adaptación, uno de los mecanismos previstos en Kioto para financiar proyectos en los países en vías de desarrollo a fin de que éstos puedan adaptarse a las consecuencias del cambio climático. “No importa el éxito que tengamos en mitigar el, también es necesario adaptarse a sus efectos, que ya están aquí”, advirtió la finlandesa Outi Berghall, en representación de la presidencia de turno de la Unión Europea.
Las organizaciones no gubernamentales exigieron por su parte que, los países desarrollados, den pasos concretos para definir nuevos compromisos de reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero a partir de 2012, cuando finaliza el periodo cubierto por el Protocolo de Kioto.
“Mayores reducciones son necesarias por parte de los países industrializados”, dijo Catherine Pearce, miembro de Amigos de la Tierra.
Necesitamos que el proceso sea rápido para que no haya un vacío entre el fin de los compromisos de Kioto y los nuevos. Hay que actuar rápido y superar la velocidad a la que los glaciares se están derritiendo”, añadió, a su vez, Steve Sawyer, de Greenpeace.
En el año 2025 cerca de 500 millones de africanos se verán faltos del agua indispensable para su desarrollo vital
Los informes se van sucediendo a lo largo del día. Se discute sobre  el  presentado por la Secretaría de la Convención , con datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Meteorológica Mundial que indica que la vulnerabilidad del continente al cambio climático es más acusada de lo que se creía hasta ahora, al tiempo que cuantifica esa amenaza: África podría inundarse, incluyendo asentamientos en el Golfo de Guinea, Senegal, Gambia y Egipto. En la actualidad, más del 25% de la población de África vive en los 100 kilómetros de franja costera, apunta el informe.

El Movimiento Cinturón Verde, fundado por la Premio Nobel de la Paz 2004, Wangari Maathai, advierte que el Monte Kilimanjaro en Tanzania y Monte Kenia, dos de los picos más altos del continente, podrían perder por completo su cubierta de nieve en los próximos 25 a 50 años. El Kilimanjaro ya ha perdido el 82% de su cubierta de nieve en los pasados ochenta años, mientras que el monte Kenia perdió el 92% en un siglo.  En otro informe, elaborado por la organización Christian Aid bajo el nombre de “El clima de la pobreza”, augura que 185 millones de personas en África Subsahariana podrían morir por incremento de enfermedades fruto del brutal cambio climático. El informe recoge que el aumento de las temperaturas conllevará a  que insectos como la hembra del mosquito Anopheles que transmite la malaria o el Aedes aegypti que a través de su  probóscide contagia  la fiebre dengue, migren a zonas más elevadas, extendiendo la enfermedad a lugares donde actualmente no existe.
Al final de cada sesión, los participantes y los periodistas que cubren la Conferencia se olvidan un poco de los alarmantes informes y las acertadas declaraciones,  gastándose los chelines keniatas en el Coffe House o en  Thorn Tree Café, al lado del Hotel New Stanley, donde se puede tomar un sándwich al aire libre y, para reorganizar a los despistados, escribirles alguna nota en  la acacia espinosa que sirve de tablón de anuncios y en la que se  dejan mensajes de todo tipo.
Llega el sábado 11 y Nairobi se lanza a la calle. Miles de manifestantes marchan por  la capital  para protestar por lo que calificaron como el fracaso de las naciones industrializadas a la hora de frenar el calentamiento climático global; la calle Langata es un multitudinario grito de advertencia. Cerca de 2.000 kenianos y extranjeros – muchos de los asistentes –  agitan pancartas que retratan al presidente estadounidense George W. Bush con la leyenda «buscado por crímenes contra el planeta». Ha sido la primera manifestación contra el cambio climático que se realiza en África;  el grupo británico Practical Action, ayudó a organizar la protesta.
Los asistentes más representativos hicieron declaraciones a pie de calle.»El continente africano sufre más que cualquier otro continente por el cambio climático», manifestó Grace Akumu, director del grupo de activistas locales Red de Clima de África. «Esperamos que después de las elecciones, Estados Unidos tome en serio el cambio climático».
El mismo sábado llegó a Nairobi la delegación gubernamental española para asistir a la Conferencia  La delegación española está  encabezada por la ministra Cristina Narbona. Aragón, País Vasco, Cataluña y Galicia son las Comunidades con representaciones. Alfredo Boné, Consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón  aprovechó el viaje para mantener reuniones con representantes del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidades (PNUMA), con sede en Nairobi, así como encuentros como presidente de la Conferencia de las Regiones de Europa sobre Medio Ambiente (ENCORE).
Cerca de 2.000 kenianos y extranjeros agitan pancartas que retratan al presidente estadounidense George W. Bush con la leyenda «buscado por crímenes contra el planeta»
El fin de semana lo aprovechan algunos para visitar las Bomas cercanas – unas granjas donde se ofrecen bailes tradicionales – o para dar de comer a las jirafas en el Center Giraffe. Los más, visitan la  Gran Mezquita de Nairobi o el multicolor mercado que hay enfrente y que fue diseñado por los ingleses como hangar de aviación en 1930. Los menos caen en la tentación de probar suerte en el Casino Internacional

En la segunda semana de debates comienzan a llegar las primeras conclusiones. Si hasta ahora a nadie le importaban los efectos del calentamiento global, quizás las nuevas alertas sirvan para que los países industrializados dejen de contaminar
El impacto del informe Stern está muy presente en la mente de todos, se entiende que Kioto constituye un primer paso en la vía de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, pero la comunidad internacional deberá ir mucho más lejos después de 2012.
Para ayudar a los países más vulnerables a adaptarse al cambio climático, la UE propone que en Nairobi se cree un Fondo de Adaptación dotado con más de 350 millones de euros para el periodo 2008-2012. Las demandas ecologistas van por el mismo camino, Greenpeace o WWF/Adena solicitan a los gobiernos asistentes que cumplan con los compromisos fijados en Kioto. Así, Greenpeace pide a los gobiernos  que el Protocolo de Kioto sea una herramienta eficaz de lucha contra el cambio climático.   Por su parte, WWF/Adena reclama a los gobiernos «más compromisos» en la lucha contra el cambio climático por las consecuencias que este tiene en el desarrollo económico de África y en la vida de sus habitantes.
Los distintos informes denuncian la amenaza de subida del nivel del mar, entre 15 y 95 centímetros de aquí a 2100, y entre las zonas del sureste africano más afectadas por las inundaciones costeras se incluían Ciudad del Cabo, Maputo y Dar es-Salaam. Y se daban numerosos ejemplos de pescadores, agricultores y ganaderos que ya ven afectada su vida cotidiana ya que en algunos lugares el mar ha avanzado doscientos metros. Los campos de cultivo se abandonan por la falta de agua  o la flora ha variado su comportamiento estacional ancestral por las variaciones de las épocas de lluvias, siendo impredecible su aparición.
Los efectos del calentamiento global en los océanos se acercan ya al peor de los cálculos científicos del Panel Intergubernamental sobre cambio climático (IPCC), con aumento del nivel del mar, huracanes devastadores y pérdida de los corales, proclama un informe presentado por Stefan Rahmstorf, profesor de física de los océanos y miembro del Consejo Asesor Alemán sobre Clima Global, organismo asesor del Gobierno federal. «La tendencia actual, comprobada por satélite, muestra que el nivel del mar sube tres centímetros por década, lo que se acerca al peor escenario de todos los calculados por el IPCC», dijo en la presentación del informe «Los futuros océanos».E l físico alemán detalló que «entre 1900 y 2000 el nivel del mar creció veinte centímetros, y el IPCC, en su informe de 2001, sugirió que hasta 2100 podría crecer entre 9 y 88 centímetros más».
“Los ministros no han sabido aprovechar esta oportunidad para tomar medidas más serias y establecer los necesarios recortes más rigurosos a partir de 2012”
Pueden ser en inglés, en suahelí o en cualquier otro idioma, pero todas las conversaciones giran en torno a los debates y en la esperanza de llegar a acuerdos efectivos. En la Foresta Magnética, un restaurante de la calle Mama Ngina, cerca de  la embajada española, delegados de varios países se ponen de acuerdo para presentar conclusiones comunes.
El viernes se concretan los primeros acuerdos sobre los pasos a seguir para negociar más recortes a las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Primero ha habido que  garantizar a China que el proceso no negociaría reducciones inmediatas para países en desarrollo. Bajo el acuerdo, las reuniones futuras revisarían los detalles del Protocolo de Kyoto para el 2008 con el objetivo de fijar nuevos límites de emisiones antes de que expire en el 2012.China e India se resisten a los esfuerzos de la Conferencia para iniciar conversaciones que pudieran concentrarse en exigir que esos y otros países pobres, pero en rápido desarrollo, reduzcan más sus emisiones de gases como el dióxido de carbono, vinculados al calentamiento global. Los ecologistas temen que disputas como ésta demoren las negociaciones hasta el punto en el que el planeta pueda ser incapaz de controlar las emisiones cuando expire el Protocolo de Kyoto en el 2012.
Ante la incredulidad de muchos, que esperaban que la sesión de clausura se prolongara hasta la madrugada, el presidente de la Conferencia, el ministro keniano de Medio Ambiente, Kivutha Kivuana, declaró el encuentro clausurado y manifestó estar “muy satisfecho” de los resultados. Los aplausos de los asistentes denotan satisfacción por los pactos conseguidos.
Los acuerdos contemplan, referente al llamado Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), hacer un llamamiento expreso para que los países desarrollados tomen medidas a fin de que la distribución geográfica de los proyectos beneficiarios sea más equitativa.

También fueron acordadas las reglas del Fondo de Adaptación, herramienta prevista en Kioto para financiar proyectos que ayuden a los países más pobres a adaptarse a consecuencias del cambio climático, como inundaciones y sequías. No obstante, su puesta en marcha se demorará otro año hasta que se perfeccione el sistema y los criterios que deben reunir los proyectos para recibir financiación.
Se ratificaron los acuerdos en vigor desde el 16 de febrero de 2005 del Protocolo de Kioto, que impone a las naciones industrializadas metas obligatorias de emisiones de dióxido de carbono -causantes del calentamiento global- con objeto de reducirlas entre 2008 y 2012 en un 5,2 por ciento respecto de los niveles de 1990.
Las organizaciones ecologistas Greepeace y WWWF/Adena se felicitaban por el resultado de la Conferencia y en particular por el  acuerdo de reducir las emisiones globales de CO2 en más de un 50% para 2050 para evitar los efectos más peligrosos.
”Se han dado pequeños pasos adelante aquí en Nairobi para asegurar una solución de continuidad entre la primera y la segunda fase del Protocolo de Kioto,”, declaró la responsable de la campaña de cambio climático de Greeenpeace España, Sara Pizzinato, quien además reclamó “acelerar el proceso para poder iniciar ya unas negociaciones formales el próximo año”.
La responsable del Programa de cambio climático WWF/Adena, Mar Asunción, consideró que es insuficiente ante la gravedad y urgencia del problema. “Los ministros no han sabido aprovechar esta oportunidad para tomar medidas más serias y establecer los necesarios recortes más rigurosos a partir de 2012”, dijo.”Será muy difícil cumplir con esta reducción para 2050”, añadió.  “Todavía queda mucho por hacer y hay poco tiempo para actuar”, apuntaba Hans Verolme, director del Programa Internacional de cambio climático de WWF.
En resumen, tanto responsables como participantes y portavoces de los grupos ecologistas, consideraron positivos los acuerdos alcanzados y se felicitaron por ello. Tal vez en lo que se crean algunas reservas es en la velocidad efectiva de las acciones a realizar; la pregunta que queda en el aire es la de si llegaremos a tiempo de evitar la catástrofe climática. Sin embargo, durante quince días, la esperanza visitó Nairobi, una hermosa tierra africana muy cerca de las colinas de Kgong.
Esperemos que no haya sido en vano.

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Bajo una cúpula

El árbol de la vida

Noviembre 2006

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Cuentan las viejas leyendas de la existencia de un árbol maravilloso cuyos frutos sanan y prolongan la vida del que los come. Goethe escribió en su obra Fausto: “Gris es toda teoría y verde y dorado el árbol de la vida”. Con esta frase el genial escritor pretendía demostrar la magnificencia de la propia naturaleza sobre cualquier filosofía o pensamiento.
GÉNESIS 2:9 Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
Para los cabalistas el mítico árbol es un modelo del Ser Supremo, un patrón de perfección y la Cábala o Kabbalah, como prefieran, la tradición de las enseñanzas que se trasmiten entre los estudiosos de la filosofía trascendental y que mantiene que todo ser humano es un universo en miniatura y que merced a los conocimientos adquiridos a través de la Cábala podrá alcanzar su desarrollo síquico espiritual: el Patrón Perfecto. Este árbol de la vida es el símbolo sistemático que conforma la base de la Cábala que abrirá al hombre el acceso a las capacidades escondidas de su psique.
Medito sobre esto mientras un perro husmea – dividan el verbo en dos tiempos – bajo una vieja encina. El imponente árbol parece sonreír ante la osadía del can, que nos sabe que está bajo un ejemplo de icono sagrado para los viejos druidas celtas.
Me pregunto sobre lo mucho que ignoramos respecto al entorno que hemos heredado de nuestros ancestros. Como contarle al mejor amigo del hombre, el milagro y la armonía de la naturaleza y el peligro constante a que la está sometiendo su supuesto benefactor.
Los bosques arden y se degradan por la inconsciencia, el interés y la incompetencia de las gentes. Los animales son cruelmente torturados y “comercialmente” despellejados, mientras buscamos el árbol cabalístico que nos hará mejores. ¿Cómo contarle a ese chucho de aspecto simpático, que el bruto su amo lo matará de una paliza cuando ya sea viejo?
Escogimos morder la manzana del otro árbol, que nos proporcionó el poder de discernir entre el bien y el mal. Eso nos hizo humanos y por ende, imperfectos
Buscamos y rebuscamos, como Montgomery Clift en la película homónima de este artículo, el árbol de frutos dorados que nos dará las respuestas y el significado de nuestra existencia y mientras tanto polucionamos al bosque que nos acoge, ahorcamos al galgo que acompañó nuestras cacerías, despreciamos al que ha nacido más pobre o con diferente color de piel y abandonamos – física o mentalmente – a la mujer que nos ama; aunque sea por la mismísima Elizabeth Taylor.
Es evidente que escogimos mal en el Paraíso y por ello fuimos expulsados al Este del Huerto del Edén y desde entonces espadas incandescentes guardan el camino al Árbol de la Vida y envejecemos y morimos. Escogimos morder la manzana del otro árbol, que nos proporcionó el poder de discernir entre el bien y el mal. Eso nos hizo humanos y por ende, imperfectos; pero se nos regaló la capacidad de elegir y de corregir. Es el árbol de Ciencia el que nos abre los ojos, según Don Pío Baroja.
No seremos dioses porque tal vez porque, como Ulises, no queramos serlo; sin embargo nuestra calidad de humanos nos confiere la capacidad de mejorarnos, ya sea a través del árbol mítico, por la tolerancia o por la comprensión. Y los Senderos de nuestro nuevo Patrón de Vida deben pasar por asumir la responsabilidad que tenemos con el entorno vegetal y animal; pero, sobre todo, con el resto de la humanidad, especialmente con los seres que sufren y aquellos a quienes amamos y que hace tiempo no se lo decimos o no se lo demostramos. Ese sería nuestro primer paso trascendente para la evolución personal, la primera rama de nuestro árbol cósmico.

Probablemente mi teoría tenga lagunas, tal vez sea algo gris como las que apunta Goethe en su Fausto; gris, como el pelaje del perro amigo que se acerca para despedirse. Pero mi propuesta es tan sincera que se tiñe de tonos verdes y dorados. Como el color de la hierba y el de las hojas en otoño, como el plumaje de algunas aves que nos regalan con sus trinos. . . como los ojos de la mujer que amamos.

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La lógica traicionada

La lógica traicionada

Octubre 2006

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Parece ser que los “amantes del saber” griegos bebieron de las fuentes del Nilo para construir las bases de su filosofía. Tales de Mileto viajó a Egipto en el siglo VII a. C. para formarse en la escuela de Menfis. No fue el único, Pitágoras el filósofo matemático se inició en los misterios de la religión egipcia y más tarde, le siguió los pasos el mismísimo Platón.
Para los egipcios los dioses estaban presentes en todo: en el conocimiento, en la vida, en el organigrama social. . . y con más fuerza que cualquier otra cosa, en la muerte. El Heka que se empleaba para definir los poderes de magos y sacerdotes que trasmitían la voluntad de los dioses. Los griegos variaron este pensamiento y – sin renunciar a lo sagrado – impusieron el mito del logos, relevando a los dioses como causa de todo y aceptando la lógica de la realidad concreta.
Para nosotros, culturalmente herederos de la filosofía griega, la lógica es la ciencia que estudia las leyes del desarrollo de todas las cosas materiales, naturales y espirituales. Es decir, es el estudio de los problemas humanos hacia el conocimiento y las leyes que rigen sus orígenes. La fórmula para alcanzar la verdad y la objetividad.
En el reciente viaje a su país de origen, Alemania, las palabras de Benedicto XVI han levantado un gran número de ampollas. Por su actualidad, sus miedos y precisamente por sus paralelismos, las frases interpretadas como más disonantes han sido las referentes a otra de las religiones mayoritarias. “Se ha cometido un error”, dicen los encargados de disculparle y el propio Papa ha manifestado que está “extremadamente disgustado” porque su discurso hubiese podido ofender a alguien.
Los lamentos de unos y la indignación de otros han dejado en segundo término otras declaraciones papales que – a mi modo de ver – tienen mayor profundidad y mayor interés para nuestra complicada civilización.
«¿Qué hay del origen, la razón creadora, el espíritu que lo opera todo y provoca el desarrollo?», se preguntaba Benedicto y añadía que la teoría de la evolución es irracional.
En una misa matinal que congregó a 230.000 fieles en la explanada Islinger el Papa manifestó que, “desde la Iluminismo, al menos una parte de la ciencia se empeña con tenacidad en buscar una explicación del mundo en la que Dios resulte superfluo. Así, sería algo inútil para nuestra vida”. “¿Qué hay del origen, la razón creadora, el espíritu que lo opera todo y provoca el desarrollo?”, se preguntaba Benedicto y añadía que la teoría de la evolución es irracional. De un salto Ratzinger regresaba a las teorías del saber egipcio. El Heka se imponía al Logos.

Sin embargo la razón nos dice – además de la ciencia – que Darwin plasmó una teoría mucho más lógica que el Eden, el Kaos griego, las batallas del Mahabarata, el horno de Manitú o el huevo de Dalí, todas ellas bellísimas historias que como dogmas de fe están muy bien, pero que no aguantan una mínima interpretación racional.
Con ello no trato de contradecir al Papa – ¡Dios me libre! – pero si sugiero que el Vaticano busque nuevos argumentos para apoyar las tesis benedictinas. Las calificaciones de ilógica, irracional o excluyente no son las más apropiadas. Estoy convencido de que – doctores tiene la Iglesia – se pueden encontrar sustantivos que clarifiquen la filosofía católica; búsquenlos, pero sin recurrir a los argumentos contrarios. No obstante, hay mucho de lo que dijo el Santo Padre en lo que estoy de acuerdo, sobre todo en su petición de diálogo entre la fe y la razón y así evitar el exceso de ambas. Los argumentos exagerados y las posiciones irreductibles convierten los diálogos en monólogos y las creencias en extremismos.

Para estar libre de pecado voy a contradecirme a mí mismo, declarándome un defensor de la teoría de Big- Bang y reconociendo, sin embargo, que todos los días me pregunto: ¿En qué espacio estaba este átomo de energía incalculable que sigue expandiéndose por la nada? Para responderme recurro a la lógica, que es capaz de separar lo divino de lo científico y de lo material. Toda una lección.

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Chernobil

Chernobil

Junio 2006

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Una madrugada del 26 de abril de 1986, los responsables del reactor número 4 de Chernóbil iniciaron un experimento que resultaría fatal. Se dice que estos técnicos no habían sido correctamente informados sobre el funcionamiento del reactor. El ingeniero jefe Nikolai Fomia había trabajado antes en una planta de energía convencional, y el segundo ingeniero jefe, Anatoli Diatlov, tenía cierta experiencia sobre reactores de submarinos nucleares. No supieron o no pudieron evitar el fallo del reactor del tipo RBMK 1000 y se produjo la terrible catástrofe. Más tarde serían condenados ambos a 10 años de cárcel y declararían que los diseñadores les habían ocultado información.

Un error trágico
Hay muchas versiones de lo ocurrido aquella primavera en la central nuclear de Chernóbil – o Chernobil, como prefieran . La mayor catástrofe de la historia de esta fuente energética, que se nos vendió hace 40 años como imprescindible y como solución al problema de la obtención de recursos. Ocurrió por una serie de desinformaciones y errores humanos. El primero, no haber estudiado en profundidad los peligros que el invento conlle vaba. Parece ser que los responsables trataron de realizar unos experimentos sin prevenir las medidas de seguridad pertinentes. Se produjo un incendio que desencadenó la tragedia.
Tal vez por un error personal, tal vez por un fallo técnico o de construcción pero los reactores de Chernóbil carecían de una cámara de aire que contuviese la radioactividad en caso de catástrofe. Cuando el reactor explotó por los efectos del vapor de agua, hubo un incendio que los obreros trataron de apagar mientras que la radioactividad se extendía por todo el aire. La explosión, de mucha fuerza, desprendió la tapa del reactor de 4 toneladas de peso, y ésta, lanzada a endiablada velocidad, rompió el techo del edificio, y por allí escapó el jinete apocalíptico de la contaminación radioactiva.
A partir de este momento los hechos se precipitaron. Por el cielo de Ucrania se extendió una nube tóxica de material fusible; las administraciones fallaron no sólo en sus medidas de evacuación, también en las de información, motivada por el secretismo de comunicación existente entonces en la extinta URSS. El, por aquel entonces, primer ministro, Mijail Gorbachov informó de lo sucedido diez días después del accidente, ni tan siquiera los afectados sabían con seguridad lo que estaba sucediendo.

Los héroes anónimos
Poco se supo en occidente de los hechos de aquel terrible día de abril, pero sí se conocieron posteriormente los efectos de tan terrible desgracia. Los “liquidadores”: bomberos, soldados, funcionarios y voluntarios combatieron durante semanas contra el fuego y la radiación en condiciones paupérrimas. En mangas de camisa, sin trajes ignífugos, ni cascos, ni material adecuado, miles de hombres lucharon con denuedo para paliar los efectos del desastre, para retirar escombros y organizar la evacuación de la zona, bajo los efectos de una radiación elevadísima. Un total de 600.000 liquidadores participaron en la limpieza de la zona y la construcción del primer sarcófago para encerrar el reactor explosionado. Primero fueron cerca de 70.000 los voluntarios enviados, pero en los dos siguientes años el número de liquidadores que trabajaron en Chernóbil se eleva a la cifra apuntada. Su heroicidad les llevó a la muerte y a la invalidez.

La ciudad sin ecos
Recorrer la zona de la catástrofe de Chernóbil, o pasear por la abandonada ciudad de Pripyat, situada a 1 km. de distancia de la zona de residencia para los trabajadores, es algo dantesco. Hay que imaginar toda una ciudad sin tráfico donde no existen ni tiendas, ni cines, ni restaurantes habitados. Todo es desolación donde antes deberían jugar los niños y donde habría alegría y luces. Los vecinos de esa población la tuvieron que evacuar a los pocos días de que el reactor número 4 estallase y contaminase de radioactividad, una extensa zona de Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Más de 116.000 personas fueron evacuadas de Pripyat y de su comarca.
No quedan ecos en Prpyat, la ninfa mitológica no devuelve los ayes ni los lamentos de sus cerca de 47.000 antiguos habitantes. Era un lugar “fabricado” para los trabajadores del complejo nuclear que iniciaban allí una vida plena de esperanza.
Hoy la ciudad está dentro de la “zona de exclusión”, las tristes calles de Pripyat, se van otra vez poblando lentamente por jubilados (apenas son dos centenares) que nunca se adaptaron a la vida en otro lugar, o tal vez porque nadie les compensó por su desgracia, o quizá porque ya poco les importa morir otra vez. Lo harán sin esperar oír un eco en las vacías calles.

El bosque encantado
A cuatro kilómetros de la central se encuentra un bosque de pinos. La radiación los tornó marrones y todos murieron atrofiados y deformes en posturas de horror. Algo de humanos tenían aquellos árboles. Los animales de la foresta también murieron o cesaron de reproducirse. Los embriones de ratón se desintegraron y los cuadrúpedos en un área de 6 kilómetros murieron cuando sus glándulas tiroidales se quemaron por el efecto radioactivo.

Secuelas de Chernóbil
Tal vez nunca sabremos las personas que cada día mueren por los efectos de la radiación de la central nuclear. La explosión, la mayor de la historia de la energía atómica, esparció 200 toneladas de material fusible, con una radioactividad equivalente a entre 100 y 500 bombas atómicas como la de Hiroshima. Más de 2300 localidades ucranianas sufrieron los efectos de la contaminación.
La radioactividad ha afectado en uno u otro grado a 2,6 millones de habitantes, de los cuales 600.000 son niños. Dos millones de personas sufren secuelas de la radiación en la vecina Rusia, y en Bielorrusia, el 23 % del territorio fue contaminado por la lluvia radioactiva. De aquellos héroes “liquidadores”, más de 100.000 están muertos. Lo más grave de todo es que las autoridades ucranianas advierten que en la destrozada central, en sus reactores 1, 2 y 3 aún tienen combustible nuclear, con lo que todavía existe el peligro de una nueva catástrofe.
Una de las soluciones que propone el Gobierno ucraniano a través de su presidente Yúschenko es la de la celebración de una conferencia de donantes para construir un nuevo sarcófago que cubriría el actual, de acero y de hormigón, que ya presenta grietas y fugas radioactivas. Yúschenko cifró en 1.900 millones de dólares el coste de las obras, y dijo que el nuevo sarcófago debería estar construido antes del 2.010 para evitar posibles fugas.
La respuesta de la comunidad internacional no se ha hecho esperar, y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) anunció la asignación de 263 millones de euros para las obras de construcción del nuevo sarcófago, que podrían comenzar este verano y que, según Yúschenko, se podría adjudicar en las próximas semanas el proyecto a una compañía francesa.

Un canto a la esperanza
A pesar de esta situación, hay optimistas que entienden que Chernóbil puede ser un lugar si no idílico, sí de esperanza. Un artículo para la BBC News, de Stephen Mulvey, informa de una sorprendente actividad biológica en el área evacuada alrededor del sarcófago. Dice el periodista que después de perder a casi toda su fauna, ahora se ha convertido en un “paraíso” para la vida salvaje y una reserva natural.
Cuenta que a medida que fueron evacuando los hombres el área de Chernóbil, los animales se fueron adentrando y en la zona se multiplicaron las especies, y aparecieron algunas que d u r a n t e décadas no habían sido vistas por aquellos lugares, como los linces o el búho real. Asegura el autor que “los animales no parecen sentir la radiación y ocupan la zona a pesar de las condiciones radioactivas”. Un montón de pájaros anidan dentro del sarcófago y, a pesar del plutonio que seguro debe existir en la zona al no haber industria, ni herbicidas, ni tráfico, nada molesta a la nueva fauna. Los jabalíes dicen que se han multiplicado por ocho y que ha resurgido el mítico depredador que es el lobo.
Ante esta adaptación cabe preguntarse si hay esperanza para la zona, enten demos que el artículo de Mulvey es verdaderamente optimista ya que la radiación tarda en desaparecer cientos de años. Cuenta en su artículo Stephen que se está experimentando con ratones – da el nombre de un científico: Sergey Gaschak – en el Bosque Rojo, (a pesar de ser una flora apocalíptica), y han comprobado que el ciclo de vida de los nuevos roedores es parecido al de otros de su especie en “áreas relativamente limpias”. Durante toda la investigación sólo se ha encontrado un ratón con síntomas cancerígenos. Y al mismo tiempo dice el científico haber hallado amplias evidencias de mutaciones en el ADN de los animales, pero nada que afecte a su fisiología o su habilidad reproductiva.
Es un canto a la esperanza, a que el Bosque Rojo vuelva a ser encantador y no encantado, a que los habitantes de dentro de un par de generaciones Pripyat vuelva a tener niños y vida. La esperanza de que, alrededor del nuevo sarcófago, crezcan flores y enredaderas y el antiguo complejo nuclear de Chernóbil quede cubierto como esos templos hindúes o aztecas cubiertos por la maleza. Que se curen los afectados y que sonrían de nuevo.

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